La empresa privada libre pide a gritos dirigir el turismo cubano
ELÍAS AMOR | Valencia | 21 de Enero de 2017 - 09:59 CET.
El régimen espera recibir 4.200.000 visitantes internacionales en 2017.
La cifra expuesta en estos términos dice muy poco. Que alrededor de
164.423 más viajeros que en 2016 lleguen al país puede ser bueno,
regular o malo. Todo depende de la perspectiva que se adopte.
Acostumbrados estamos a que rara vez se cumplan las previsiones de la
última economía de planificación central socialista de Occidente. La
llegada de viajeros depende de muchos factores. Algunos de ellos escapan
completamente del control castrista. En otros casos, se puede intentar
algo. En ese sentido, bienvenidas sean las declaraciones de la
viceministra del ramo, en las que plantea "el logro de una mayor calidad
del producto turístico cubano, incrementar la efectividad de los
procesos inversionistas e incorporar nuevos servicios, aprovechando las
potencialidades del destino".
Una buena estrategia, sin duda. Nadie la cuestionaría. El problema es,
sin embargo, de fondo. Y como en muchas ocasiones, una economía en la
que no existe la iniciativa de empresa privada y en la que las
decisiones económicas fundamentales dependen de la voluntad de
burócratas de partido único, los resultados dejan mucho que desear. En
concreto, y en relación al turismo cubano, el problema está, como ya he
señalado, en "qué se entiende por producto turístico cubano".
La cuestión no es baladí, porque si no se tiene claro lo que se pretende
ofrecer, difícilmente se podrá atraer a la demanda en un mercado tan
competitivo como el turístico, en el que Cuba se encuentra rodeada de
países con los mejores resorts del mundo.
De nada sirve que las autoridades celebren triunfalmente la llegada de
viajeros a la Isla, como consecuencia de factores coyunturales, si no se
cuenta con instrumentos adecuados para conseguir la sostenibilidad de
las cifras.
Además, si se analizan los datos de viajeros que llegan a la Isla es
fácil observar que no se han producido cambios muy significativos. Por
ejemplo, el principal mercado de procedencia sigue siendo América del
Norte, con Canadá como país más destacado. Lo ocurrido con EEUU, al
margen de los acontecimientos especiales del año, también merece una
especial atención. Algunos analistas piensan que, desde el punto de
vista turístico, los últimos 59 años han supuesto una pérdida de tiempo
más que evidente, porque en un solo año, el turismo cubano está
volviendo a pasos agigantados a la situación que existía antes de la
llamada revolución en 1959. El tiempo no pasa en balde. Lo que ocurre,
tampoco.
Por otra parte, el resto de los principales mercados europeos,
principalmente Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España, y de
países de América Latina, como México y Argentina continúan presentando
resultados muy similares sin que se observen cambios significativos.
Las cifras no reflejan, en tales condiciones, ni el aumento de rutas
aéreas a Cuba provenientes de varios países, como Rusia o China, incluso
de EEUU o del número de cruceros, que ofrecieron recorridos a La Habana
y a otros puntos del archipiélago como Cienfuegos y Santiago de Cuba.
Llegados a este punto, ¿de qué depende que el "producto turístico
cubano" continúe creciendo de forma sostenible? Para empezar, de una
adecuada definición del mismo, lo que se está echando en falta. A
continuación, se debe prestar atención a la oferta. Es verdad que a
finales de 2016 en Cuba existían 66.547 habitaciones, y este año se
prevén concluir otras 4.000, en polos de alta demanda como La Habana,
Varadero, Trinidad, Holguín y en la cayería del norte. Los planes, casi
siempre incumplidos, apuntan a que a medio plazo (hasta 2020) habrá
otras 20.000 habitaciones, y otras 104.000 en 2030. ¿Es suficiente con
crear plazas hoteleras para atraer turismo?
Esta es una cuestión que las principales potencias turísticas del mundo,
como España o Francia, saben que es necesaria, pero no suficiente. En
Cuba, "las autoridades reconocen que hay 'insatisfacciones' y quedan
'retos' como avanzar en la calidad de los servicios, en la efectividad
de inversiones para garantizar la vitalidad y la imagen de las
instalaciones turísticas, mejorar la comercialización y lograr una mayor
diversificación del producto turístico".
Sin embargo, una cosa es enumerar los problemas, y otra bien distinta es
darles solución. La mentalidad empresarial privada en este tipo de cosas
funciona mucho mejor. Los burócratas castristas no tienen en cuenta el
pesar que supone para los turistas esperar un largo tiempo, haciendo
cola, en una calurosa calle de Centro Habana, esperando por un
destartalado taxi que los lleve a algún restaurante a comer. Tampoco
tienen interés en saber que esos turistas al llegar al restaurante y
consultar la carta se encuentran que algunos de los platos principales
no se pueden servir ese día. Durante algún tiempo, nadie daba
explicaciones por ello, ahora el maitre informa de la imposibilidad de
adquirir la materia prima. Un buen mensaje "revolucionario". Después,
esos turistas se retiran a descansar a su hotel y al llegar, el ascensor
no funciona, y deben subir cuatro o cinco pisos. Posiblemente el aire
acondicionado tampoco, y lo que es peor, el cuidado de las instalaciones
deja mucho que desear.
A este tipo de situaciones, los responsables del turismo castrista, no
le prestan atención. Ni caso. Para ellos, lo importante es la gestión de
la llamada "cartera de negocios" de Cuba y sus 110 proyectos en el
sector del turismo, en los que el conglomerado empresarial en manos del
Ejército y Seguridad del Estado tiene intereses muy concretos, de forma
particular, los 3.000 millones de dólares que se esperan recaudar con
esta actividad.
Y una vez más vuelvo al principio. Seguimos sin definición del producto
turístico cubano (turismo de naturaleza, de circuito, patrimonial y
cultural, todos juntos o alguno de ellos). La empresa privada libre está
pidiendo a gritos dirigir el turismo cubano.
Este artículo apareció originalmente con otro título en el blog
Cubaeconomía. Se reproduce con autorización del autor.
Source: La empresa privada libre pide a gritos dirigir el turismo cubano
| Diario de Cuba - http://www.diariodecuba.com/cuba/1484914376_28285.html
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