lunes, 18 de julio de 2016

Rosa María Payá a contracorriente

Rosa María Payá a contracorriente

Una nueva clase de semiburgueses compra casas en Cuba sin importales
quiénes son sus legítimos dueños
Rosa María Payá es un líder joven que ha alcanzado relevancia en
Latinoamérica siguiendo los pasos de su padre, Oswaldo Payá
Rosa María reconoció que en Cuba transmite su mensaje de puerta en puerta
OLGA CONNOR

Desde la visita a Cuba del presidente de Estados Unidos, Barack Obama,
con suegra, mujer, e hijas, y toda su comparsa adicional, ha habido un
"recholateo" de la gente, principalmente en La Habana. Van pensando que
este mulato vale más que una alta clase dirigente, toda blanca. Después
de todo, es el jefe elegido de la nación más poderosa del planeta, la
Yuma. Y hay una gran diversión, con Chanel, los Rolling Stones, et al.
Ya hace rato que en la isla la gente se hace de casas, se compran y se
venden, se heredan de quienes no eran sus dueños, se visitan las
discotecas, como Sarao, en lo que fue mi hogar.

Y también muchos cubanos de afuera, es decir "del guion", Estados
Unidos, España, Venezuela, etc., se han instalado en mansiones
reposeídas, y vueltas a comprar. Además, ya muchos cubanos de la isla
viven más afuera que allá, y se llevan ropas y objetos de marca para
lucirlos o de regalo. Son los nuevos semiburgueses.

Pero "el cuartico está igualito, como cuando te fuiste". Están allí los
Castro y su sistema, pidiendo sacrificios de los de abajo, que los de
arriba andan muy bien, y enviándonos balseros al por mayor.

Creemos que con todo esto quizás cambie lo que sucede del lado de allá
del malecón. Antes "de que se seque". Yo lo anhelo por lo menos. Y es
una filosofía igual que la de los que aspiran a vivir con las ideas de
los epicúreos, la que propone el "Carpe Diem" de Horacio: "Aprovecha
este día".

Hay, sin embargo, una contracorriente. Es una línea de austeridad moral.
En la que para alcanzar la libertad hay que guiarse en la vida por los
principios de la razón y la virtud, sin hacerle tanto caso a lo material.

EN JUNIO, EN SANTO DOMINGO, EN UN FORO ORGANIZADO POR LA RED
LATINOAMERICANA DE JÓVENES POR LA DEMOCRACIA, QUE ELLA PRESIDE, VOLVIÓ A
PEDIRLE A ALMAGRO: "NO SE QUEDE EN EL REFERENDO VENEZOLANO Y APOYE
TAMBIÉN EL DERECHO A DECIDIR DE LOS CUBANOS"

De abril a julio sigo los mensajes de Rosa María Payá, quien ha
comparecido en diferentes foros para defender la libertad del pueblo de
Cuba a decidir en unas elecciones generales sobre el futuro de su
gobierno y del sistema que rija el estado. Ella, como saben los cubanos,
es la hija del fallecido líder Oswaldo Payá, jefe y fundador del
Movimiento Cristiano Liberación, en 1987. El inició el Proyecto Varela a
fines de los 1990, para solicitar un plebiscito, pidiendo la pluralidad
de partidos y otros derechos ciudadanos. Aprovechó una cláusula de la
Constitución cubana vigente en aquel momento y pudo recoger hasta 25,000
firmas dentro de Cuba que garantizarían que le concedieran lo que pedía.

Yo lo oí hablar por la televisión y me preguntaba si no sería una jugada
del propio gobierno cubano, infiltrando la disidencia, porque en Cuba no
hay prensa libre. ¿Cómo les llevaba el mensaje?

En abril, en un encuentro auspiciado por Frank Calzón, director
ejecutivo del Center for a Free Cuba, en la Casa Bacardí de la
Universidad de Miami, sede del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano
Americanos, le pregunté a Rosa María si ella estaba enterada de estas
dudas del exilio sobre su padre. Y ella respondió que sí. También ahora
de su proyecto heredero "Cuba decide".

Sin embargo, no se arredra. Desde junio de 2015 le viene pidiendo a Luis
Almagro, secretario de la OEA, que se ocupe del plebiscito cubano. "No
me dio ni el sí, ni el no. Aunque sí pidió al gobierno venezolano que
respetara la constitución", afirmó Rosa María. Pero el régimen de los
Castro es íntimamente codependiente del gobierno de Nicolás Maduro en
Venezuela. Los últimos sucesos políticos en Argentina y Brasil, dijo, y
todos los otros cambios que se han dado contra "la explosión de los
autoritarismos en la región", son una pauta a seguir.

Como se sabe, en 2002 se adulteró la Constitución Cubana, precisamente
"para declarar la irrevocabilidad del sistema económico político y
social", recordó Rosa María, invalidando los principios legales en que
se basó su padre. Pero ella tuvo que serle fiel a la lucha de su padre,
después de morir de modo sospechoso en un accidente hace cuatro años.

En junio, en Santo Domingo, en un foro organizado por la Red
Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, que ella preside, volvió a
pedirle a Almagro: "No se quede en el referendo venezolano y apoye
también el derecho a decidir de los cubanos". Y de nuevo en Washington,
en el Cuarto Foro de Juventud y Democracia.

Este fin de semana pasado volvió a Miami presentándose con la revista
Caritate del mes de julio, en la que hay una entrevista de ella por
Rebeca Ulloa titulada: Rosa María Payá, una mambisa del siglo XXI, en la
que declaró que "La campaña por la realización de un Plebiscito
Vinculante fue lanzada por mi padre en el año 2011, en el documento
Plebiscito ahora". Fue en el Centro Cultural y Museo CubaOcho,
auspiciada por la Fundación Apogeo para el Arte Público y la Fundación
de las Américas. Allí, contestó preguntas de Baltasar Santiago Martín,
director de la revista y la fundación. Una de las dudas del público era
la mía: cómo trasmite su mensaje en Cuba. "De puerta en puerta",
respondió, "como mi padre".

Aquí o en la isla. Disfrutando de lo que se pueda alcanzar en el día a
día, van los epicúreos. Vibrando en busca de la dignidad y libertad, a
contracorriente, camina fielmente una estoica: Rosa María Payá.

olconnor@bellsouth.net

Source: Rosa María Payá a contracorriente | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/entretenimiento/ent-columnistas-blogs/olga-connor/article89957772.html

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