¿Por qué los Castro aprietan más las tuercas?
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES | Los Ángeles | 25 de Julio de 2016 - 06:27 CEST.
En momentos en que el pueblo cubano comienza a ser hundido a fuego
lento en otro "Periodo Especial" y se necesita una mayor apertura del
sector privado para paliar el agravamiento de la permanente crisis
económica, y cuando el presidente Barack Obama espera tozudamente al
menos una señal de empoderamiento de los cuentapropistas, los hermanos
Castro hacen todo lo contrario: en vez de aflojar la mano, la aprietan más.
En la Asamblea Nacional del Poder Popular, hace dos semanas, según
informó Granma y reportó el periodista independiente Orlando Freire
Santana, muchos diputados arremetieron contra el sector privado. Uno de
ellos, Alpidio Alonso, al rechazar la riqueza en manos privadas
sentenció: "eso no debemos aceptarlo en el modelo de socialismo que
nos estamos proponiendo".
Otro diputado, Miguel Limia, insistió en que hay que evitar que la
propiedad privada conduzca al país "hacia la restauración del
capitalismo". En la Comisión Agroalimentaria incluso propusieron la
eliminación de los mercados campesinos, los llamados Mercados
Agropecuarios de Oferta-Demanda, porque ya hay mercados estatales con
precios topados.
Hubo también fuertes ataques a los transportistas particulares porque
cobran a sus pasajeros según la ley de la oferta y la demanda.
"Casualmente",poco después comenzaron en La Habana a retirarles las
licencias a los choferes privados que cobran altas tarifas.
Tan retrógrada oposición a la única fuente riquezas que existe, la
propiedad privada, no fue obra de personas que quieren lograr ascensos
laborales y políticos. A nadie se le publican expresiones políticas en
Granma si no son aprobadas por el Departamento Ideológico del Partido
Comunista (PCC). Les ordenaron que dijesen eso.
Hace varias semanas, el canciller Bruno Rodríguez, espetó delante de los
representantes de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) reunidos en
La Habana: "La independencia y la justicia social en América Latina y el
Caribe están amenazados por una contraofensiva imperialista…".
Este rebrote estalinista —ofensiva contra los cuentapropistas, repunte
del discurso antinorteamericano, aumento de la represión política— se
produce cuando las circunstancias exigen precisamente más libertad para
las constreñidas fuerzas productivas.
Manipulación de la pobreza
Pero no hay por qué sorprenderse. Fidel y Raúl Castro son maestros en la
manipulación de la escasez y las penurias para fomentar la envidia, la
delación, el sometimiento y la resignación, como válvula de escape de la
caldera social. Les ha dado buenos resultados.
La lógica para ambos hermanos es simple, mientras más tiempo emplee la
gente en "resolver" sus necesidades cotidianas menos tiempo tiene para
pensar en un cambio de sistema político. Además, la pobreza y la
desesperanza alimentan la emigración, que le quita presión al régimen y
le proporciona divisas (remesas, viajes a la Isla, etc).
El general Castro y su equipo consideran que el chavismo en Venezuela
está tan bien apuntalado militarmente que no va a caer. Y "orientado"
por ellos, ya el régimen de Caracas ha decidido que en caso de un
intento de golpe militar contra Nicolás Maduro, una revuelta popular, o
si se realiza el revocatorio este año, entregará miles de fusiles rusos
automáticos AK a las milicias chavistas homicidas.
Contando con que todavía seguirá recibiendo dinero y petróleo de
Caracas, y sobre todo con el aumento constante de las remesas, paquetes
y los viajes desde EEUU a Cuba, la cúpula castrista no quiere conceder
más libertades económicas porque eso le obstruye el camino para
monopolizar totalmente las relaciones comerciales con EEUU cuando se
levante el embargo.
Cuando Castro II anunció que se avecinan tiempos difíciles, afirmó que
no será una crisis tan profunda como la de los años 90. Mintió, pero se
advierte que el General da por seguro el incremento de los recursos
financieros que recibe desde EEUU, vía turismo, remesas y paquetes de
todo tipo, y cuyo monto en 2016 podría superar los 7.500 millones de
dólares, cifra probablemente superior este año a los subsidios
venezolanos. Y en Washington se comenta que en el Senado hay ya votos
suficientes para eliminar la prohibición de los viajes turísticos a Cuba.
Mayor beneficiario, el régimen
Al cumplirse por estos días el primer aniversario del restablecimiento
de las relaciones diplomáticas entre ambos países, es obvio que no ha
funcionado la política de Obama basada en el supuesto de que un
acercamiento a Cuba debe suavizar al régimen y abrir oportunidades para
un mayor bienestar de los cubanos.
Eso no es lo que está ocurriendo. La dictadura militar es la que
realmente se beneficia. Se ha puesto de moda viajar a La Habana. Los
gobiernos de todo el mundo están perdonando las deudas de Cuba, e
incluso el Gobierno ha comenzado a recibir créditos —hasta de Arabia
Saudita—, algo que no lograba desde que en los años 80 dejó de pagar
hasta los intereses de su deuda externa.
Los Castro perciben las concesiones de Obama como una derrota de EEUU.
Envalentonados, se sienten impunes y aumentan descaradamente la
represión contra los opositores políticos. Y la Fundación para los
Derechos Humanos en Cuba (FDHC) reveló en Miami que han sido reactivadas
las Brigadas de Respuesta Rápida. Bajo la dirección del MININT esas
milicias fascistas van a propinar palizas a quienes osen manifestarse y
tirar piedras cuando se generalicen los apagones interminables.
No con el chavismo en el poder
Mientras tanto, continúan llegando a la Isla empresarios millonarios
para explorar cómo hacer negocios, aunque todos regresan a sus países
convencidos de que no arriesgarán ni un centavo mientras no cambien
allí muchas cosas. Muchos analistas alegan que la avalancha de gente y
el mayor flujo desde EEUU es una vía para abrir más paladares, ampliar
la capacidad de alojamiento privado para turistas y la utilización de
los transportistas privados, etc.
Con los Castro a cargo eso no es muy probable, al menos mientras el
chavismo siga instalado en el Palacio de Miraflores. Ambos se niegan a
liberar las fuerzas productivas como en China y en Vietnam. En vez de
aflojar las tuercas, las aprietan. Solo con el desplome del régimen
chavista y la supresión total de subsidios y petróleo a La Habana, el
régimen liberaría un poco las fuerzas productivas, aunque muy
controladas con regulaciones, impuestos abusivos y multas.
Quienes sí se están empoderando son las Fuerzas Armadas Revolucionarias
(FAR), que controlan la economía cubana. Y un levantamiento del embargo
facilitará el traspaso del poder a familiares, generales y altos
jerarcas del PCC para instaurar el modelo neocastrista de capitalismo de
Estado, probablemente a partir de 2018.
Hay una relación inversamente proporcional entre los subsidios de
Venezuela y el "deshielo" Washington-La Habana: mientras más declinen
las subvenciones y el petróleo regalado por Caracas, mayor será la
dependencia de la dictadura castrista del dinero de EEUU y de la
"gusanera" cubana.
Por eso, lo menos que debe hacer el próximo inquilino de la Casa Blanca
es poner fin a las contemplaciones unilaterales implantadas por Obama y
exigirles a los hermanos de Birán que muevan fichas o no continuará el
torrente de divisas desde EEUU que mantiene a flote la economía cubana
y con vida a la peor dictadura de la historia continental.
Pero si la nueva presidenta es Hillary Clinton, es muy difícil que lo
haga. Y no hay tampoco razones muy claras para creer que el impredecible
Donald Trump lo haría en forma tan terminante.
Finalmente, la respuesta al título de este artículo es: porque el
chavismo aún vive, y porque La Habana conoce mejor a Washington que
Washington a La Habana.
Source: ¿Por qué los Castro aprietan más las tuercas? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1469311839_24081.html
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