Nuevo período especial: respuesta a la política de Obama
El Gobierno cubano utiliza a sus ciudadanos como rehenes para presionar
a Estados Unidos
Marlene Azor Hernández, México DF | 25/07/2016 2:33 pm
La política de Barack Obama hacia Cuba es coincidente con los intereses
liberalizadores de la población cubana. Sin embargo, el Gobierno cubano
se opone a las medidas del presidente Obama[1].
La reciente aprobación en la Cámara de Representantes de EEUU[2] de
continuar la restricción al turismo norteamericano a la Isla, introducir
la prohibición expresa de comerciar con las corporaciones militares
cubanas y no permitir los créditos para la importaciones de productos
agrícolas norteamericanos a la Isla, constituyen la respuesta de esa
parte del Congreso a la ausencia de reformas estructurales de la
economía cubana. Significan un estancamiento de la política de Obama
hacia Cuba, pero por otra parte las flexibilizaciones del embargo que ha
realizado Obama con relación a "empoderar a los empresarios emergentes"
cubanos han sido absolutamente rechazadas por el Gobierno cubano. La
política de Raúl Castro atenta así contra el lobby norteamericano
antiembargo, al que coloca en las peores condiciones para negociar.
En mi artículo, "Economía de guerra: decisión irracional" analizo las
políticas viables que han planteado los economistas cubanos para evitar
el nuevo período especial y que estarían alineadas con las "intenciones"
de los Lineamientos del PCC y con las reformas de mercado que el
Gobierno de Raúl Castro dice aprobar. Mantener la economía no estatal
asfixiada y sin seguridad jurídica[3] y la economía estatal bajo la
"anarquía" de la planificación centralizada —no se logra controlar la
corrupción y el desvío de recursos estatales masivos al mercado negro
omnipresente en la economía— evidencian que las intenciones del
Gobierno, plasmadas en sus documentos, se contradicen con la política
económica en curso. La línea política de los Lineamientos del PCC es
antagónica con la "economía de guerra". La línea de política económica
de la Conceptualización[4] es antagónica con la mayoría de los
Lineamientos, aunque Marino Murillo, hoy destituido, afirmara que es la
continuación de ellos como disculpas para no someterlos a la consulta
popular antes del VII Congreso. Dicho de manera precisa, la
planificación centralizada y el control monopólico de la economía
estatal son antagónicos con las reformas imprescindibles para que la
economía funcione.
Causa de la negativa del Gobierno cubano a la política de Obama
Es un interés central para la élite política y militar que el comercio e
inversiones con EEUU y el resto del mundo se reduzca a las empresas
estatales que controla e impedir la democratización de la propiedad, la
gestión y la producción de bienes y servicios de la economía no estatal.
A pesar de su incompetencia demostrada en medio siglo para desarrollar
al país, persiste en su "economía de guerra" para presionar al Gobierno
de Obama dentro del Congreso norteamericano y desalentar cualquier
política de apertura hacia Cuba, hasta tanto las empresas militares y
estatales no sean las privilegiadas en el intercambio de comercio e
inversiones. Ese es el resultado de casi dos años, desde el inicio de
las relaciones entre el Gobierno cubano y el Gobierno de Obama
anunciadas el 17 de diciembre de 2014.
El efecto no precisamente colateral, es el aumento sustancial de la
precariedad de la vida cotidiana de la población y el refuerzo de la
autarquía con una fuerte contracción económica. El Estado cubano
privilegia su presión a EEUU y vuelve a colocar a su población en las
peores condiciones, como rehenes de la política de confrontación que
quiere mantener con el gobierno norteamericano. Esta línea política
favorece la presión contra la población y empuja a la ciudadanía a
emigrar de forma masiva, otro efecto no colateral de la presión que
pretende ejercer el Gobierno cubano en la comunidad internacional y en
el gobierno norteamericano para obligarlo a permitir el comercio y la
inversión con los militares cubanos y el resto de las empresas estatales
que controla de manera directa y reforzar, al mismo tiempo, al lobby
republicano en su política de eliminar la Ley de Ajuste coincidente con
su interés como gobierno en "política exterior", pero sólo como pantalla
de lo "¿políticamente correcto?". Para la economía cubana es
imprescindible que sigan creciendo las remesas de su diáspora, segunda
fuente de ingresos de divisas al país.
Política del PCC contra el desarrollo nacional
La falta de liquidez del Gobierno —problema endémico de la economía
cubana— no tiene que ver con el embargo norteamericano ni con el
"subdesarrollo", ni con la crisis venezolana[5], sino con las políticas
económicas propias de una "economía de guerra" que el PCC insiste en
mantener. No existe una razón lógica ni de realpolitk para impedir las
medidas que ya he citado en artículos anteriores: cambios acelerados que
faciliten la inversión extranjera directa, la mejora inmediata de las
seguridades jurídicas y prácticas de la economía no estatal y la
disminución en alto grado del monopolio estatal sobre exportaciones e
importaciones, creación de mercados mayoristas mixtos —con actores
estatales y no estatales—, con la inversión extranjera, y liberalización
del mercado y la producción nacional. Ninguna de estas políticas
derrocaría al gobierno, —la estructura militar y vertical de su sistema
político y las poderosas e impunes fuerzas represivas lo cobijan— sino
que aliviarían las penurias económicas de los ciudadanos y abrirían las
posibilidades al desarrollo económico. Por supuesto que esto necesita
regulaciones económicas indirectas por parte del estado vía impuestos y
créditos, también transparencia económica que el gobierno no tiene, pero
el gabinete de Raúl Castro ha tenido 10 años para hacerlo. Mantener y
reforzar la "economía de guerra" es una política contra el soberano real
del país que es toda su población, es decir todos sus ciudadanos. Es una
política antinacional contra el desarrollo del país y los intereses de
sus ciudadanos, al tiempo que existen alternativas viables para no
imponer un nuevo período especial facilitando el incremento de las
fuentes de financiamiento externos e internos. Al imponer una fuerte
contracción económica no es posible ampliar las fuentes de
financiamiento de la economía —externas e internas. Los procesos de
inversión se paralizan salvo en sectores priorizados que no se quieren
precisar. El gobierno de Raúl Castro se comporta como el primer
obstáculo al desarrollo económico nacional y el principal obstáculo para
disminuir las desigualdades, la pobreza y la precariedad cotidianas[6].
[1] Ver las declaraciones del coronel Idael Fumero en el artículo de
Haroldo Dilla, "Cuba: el gobierno contra sus emigrados" en Cubaencuentro
11/07/2016.
[2] "Retiran enmiendas en el Congreso de EEUU que permitirían ventas
agrícolas y libertad de viajar a Cuba" en Cubadebate 07/07/2016.
[3] Todavía las cooperativas con personalidad jurídica no tienen el
respaldo de ninguna regulación para importar exportar directamente en
asociación con el capital extranjero. Su personalidad jurídica no les
sirve para nada y las coloca —igual que a los cuentapropistas— con las
mismas restricciones que a las personas naturales. Ver Omar Everleny en
entrevista en la Revista Palabra Nueva, mayo 2016 en
http://www.palabranueva.net/pages/articles/277
[4] Marlene Azor Hernández. La Conceptualización:1975 en Cubaencuentro
30/05/2016
[5] Carmelo Mesa Lago "Venezuela redujo su comercio de mercancías con
Cuba en un 18 % en 2013 y un 37 % en 2014, recortó el suministro de
petróleo de 105.000 barriles diarios a 55.000 desde septiembre de 2014,
redujo sus compras de servicios profesionales cubanos en un 36 % y no
efectuó inversión alguna. Si asumimos que la relación económica se ha
contraído en un tercio, la economía cubana podría descender entre un 3 %
y un 7 % en 2015, aunque esto podría ser en parte compensado por la
relación económica con EEUU" en Real Instituto Elcano, DT 6 2015, 8 de
mayo 2015. Tiempo para ampliar las reformas ha tenido el Gobierno cubano.
[6] En el momento de escribir estas líneas, no he podido consultar las
reacciones de los economistas cubanos frente al anuncio de la fuerte
contracción económica y la profundización del período especial. Creo que
ha sido una decisión inesperada para toda la opinión pública cubana.
Domingo Amuchástegui considera que todo el mundo sabía que venía un
empeoramiento de la situación, incluyendo al gobierno cubano, ver
"Acontecimientos que demandan una ampliación y flexibilización de los
esquemas de reforma en Cuba "en Cubaposible.com. Los efectos de las
restricciones, sin embargo, ya son notables en el transporte público y
privado, en todos los servicios estatales, incluyendo el aeropuerto
internacional y en los cortes de electricidad residenciales "por
reparaciones", además, persiste un desabastecimiento crónico en las TRD
de los productos de primera necesidad con su característico 260 %-240 %
de IVA.
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