miércoles, 27 de julio de 2016

La razón de lo irrazonable

La razón de lo irrazonable
¿Cómo es posible que los obreros calificados que han participado en la
restauración de la Habana Vieja no puedan trabajar en unas obras de
reacondicionamiento para hoteles de lujo, en manos de una empresa francesa?
Waldo Acebo Meireles, Miami | 27/07/2016 11:53 am

La noticia de inicio produce estupor y después una profunda irritación:
una empresa francesa acondicionando unas edificaciones habaneras como
hoteles de lujo está importando mano de obra desde la India y les paga a
los indios (que no son necesariamente hindúes) la impensable cantidad
para un cubano de €1.600 mensuales que equivalen a alrededor de $1.760,
los cuales a su vez serían unos 42.240 pesos cubanos, es decir casi 100
veces lo que gana un médico o un maestro.
¿Cómo es posible que unos electricistas, plomeros y albañiles de la
India ganen más que un profesional cubano en Cuba?
¿Cómo es posible que con los altísimos niveles de desempleo que existen
en Cuba, se importe mano de obra?
¿Cómo es posible que los obreros calificados que han participado en la
restauración de la Habana Vieja no puedan trabajar en estas obras de
reacondicionamiento?
Estas preguntas no tienen respuestas fáciles.
El apartheid que durante años mantuvo alejados a los cubanos de los
hoteles, ahora se instaura en su edificación. Lo inaudito es que esos
hoteles, en que ahora laboran los obreros indios, son mayoritariamente
propiedad de los militares que conforman la cúpula gobernante del país
que se supone deberían defender los intereses de los trabajadores cubanos.
¿Qué razonamiento económico se encuentra detrás de la decisión de esa
empresa extranjera al importar mano de obra desde la India? Si conocemos
que el salario mínimo en la capital de la India. Delhi, es de $126
mensuales y en regiones del interior puede llegar a la mitad de esto,
entonces podemos suponer que ofrecer $1.760 debe atraer a la crema y la
nata de los obreros calificados de la India. Por otra parte estarían
pagándoles a los indios un poco más del salario mínimo en Francia que es
de unos $1.615 mensuales, es decir que desde el punto de vista de la
corporación francesa no es tan mal negocio.
No sabemos si los pasajes, el albergue y el transporte interno lo pagan
los contratistas o se lo descuentan a los obreros indios. De cualquier
forma no debe ser un mal negocio ni para uno, ni para los otros, ya que
si se lo descuentan, no será como le hicieron a los otros asiáticos (los
chinos contratados en el siglo XIX que jamás terminaban de pagar) ni
creo que se vean obligados a comprar en las "tiendas de raya" como a los
trabajadores del campo en Cuba en el siglo XX.
Pero la verdadera razón que ha llevado a esa empresa francesa a acudir a
la contratación de indios es una experiencia de otra empresa francesa,
la Pernod Ricard, que abrió una destilería de ron en San José, actual
capital de la provincia de Mayabeque, y de acuerdo a un testigo de todo
lo que ocurrió, ellos se ajustaron a las "normas" impuestas por Cuba: le
pagaban en divisa a la empresa cubana para la contratación de mano de
obra (ACOREC S.A.) estos le daban a los trabajadores dos pesos (CUP) por
cada CUC a los cuales eran convertidos los euros, y todos felices.
No tan felices, los franceses comprendieron, que ese sistema no
estimulaba al trabajador y empezaron a hacerles pagos directos a los
trabajadores en CUC por la "izquierda", por debajo del tapete, y
entonces así eran todos felices de verdad. Según mi informante allí no
se perdía ni un tornillo y la planta funcionaba de manera perfecta. La
gente se mataba por agarrar un puesto de trabajo en la ronera y los que
lo tenían vivían "en el mejor mundo posible" como diría Pangloss.
En la práctica se creó un embrión de "aristocracia obrera" en el decir
de los marxistas, que consumían como los jerarcas del régimen, y eso no
es un buen ejemplo para el resto del proletariado; regañaron a los
dadivosos franceses y se acabó con la práctica de "sobornar" a los puros
y honestos empleados y con ello empezó la catástrofe: los obreros
comenzaron a robarse las etiquetas, las tapas, las botellas, llenas y
vacías, y todo lo que le produjese algún beneficio, se convirtieron
entonces en "lumpen-proletariado".
Esa es la historia y cuál es su moraleja, lo que dijeron los redactores
del informe al Congreso norteamericano sobre las posibilidades de
inversión en Cuba[1]:
"El gobierno cubano rara vez toma decisiones económicas basadas en
factores puramente económicos, más bien, las consideraciones políticas y
sociales a menudo se toman en cuenta".
En este caso, como en tantos otros, al gobierno no le interesa el
bienestar de los cubanos, ni tan siquiera la viabilidad de una inversión
económica, lo que le interesa es mantener al pueblo sometido, por ello
los franceses contrataron a trabajadores de la India y el Gobierno
cubano lo aprobó, y lo seguirá haciendo, aunque eso disminuya sus
ingresos pero no "enriquecerá" a los albañiles, electricistas y plomeros
cubanos.
[1] Overview of Cuban Imports of Goods and Services and Effects of U.S.
Restrictions.- United States International Trade Commission [March 2016].

Source: La razón de lo irrazonable - Artículos - Cuba - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/la-razon-de-lo-irrazonable-326127

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