jueves, 14 de julio de 2016

El 'paquete anestesia'

El 'paquete anestesia'
JOSÉ PRATS SARIOL | Miami | 14 de Julio de 2016 - 09:35 CEST.

Se llama Anestesia. Es un paquete-redundancia que se distribuye cada
semana. Desde luego que con la complaciente anuencia del Gobierno. Da
pena que algunos "cubanólogos" —periodistas, académicos, políticos—
crean que permitirlo es un signo de debilidad o resquebrajamiento de la
dictadura. No se fijan en lo obvio.

El pataleo de los Abel Prieto y Miguel Barnet apenas cubre la forma: el
'paquete semanal' —morfina, mariguana a domicilio— le sirve a la
dictadura para adormilar a un amplio sector de la población. Y por eso
lo tolera sin engordar la vista. Muy bien le viene el desvío. De perilla
le cae. Mientras rueda el video no ruedan las rabias que rebotan contra
las paredes descascaradas del país. Cuba sueña.

Acabo de examinar un paquete semanal. De haber un goebbelsito en el
Departamento Ideológico del Partido, habría que felicitarlo por la
autoría. Purísimo entretenimiento, maestría trivial: thriller, entre más
lejos de Cuba y frívolo mejor. Telenovela de la telenovela, grabaciones
de programas que enseñan el lunar de Jennifer López y el divorcio de
Marc Anthony, el closet del que salió un galán remacho junto a su
amante, el jefe de la policía de Malinalco...

Y la programación mayamera, donde la vulgaridad se une a una música casi
siempre de cabaret panameño de la Segunda Guerra Mundial, intercalada
con sketches donde la picaresca sexual busca la risa estúpida, la
exclamación imbécil, mientras la cámara recorre a una corista de
implantes gomosos...

"Hay que desconectar", dicen. Repiten. Sueltan suspiros y quizás tengan
algo de razón... La razón de un gusto educado para aplaudir precisamente
esa clase de ñame televisivo, boniato mediático digno de aquel
secretario de la Central de Trabajadores de Cuba, impuesto por el
Comandante en Jefe por el curioso valor de su cerebro entre cirujanos
acostumbrados a implantar neuronas.

¡Desconectar! Exactamente lo que quiere el Gobierno: que desconecten,
que no joroben.

La UNESCO —tan proclive a enmedallar al Gobierno cubano y declarar
patrimonio hasta la guayaba en tusa de maíz— debiera estudiar el paquete
semanal como símbolo de los "increíbles" avances de la educación en
Cuba, gracias al fenómeno que los anticuarios llaman "proceso
revolucionario". Debiera analizar esta concreta predilección del "hombre
nuevo", espécimen que el doctor Guevara enunciase tabaco en boca,
gatillo en mano, petulancia en ojo.

La alta demanda del "paquete anestesia" indica que ha crecido la
vulgaridad como norma familiar y la tiradera a relajo como tape del
miedo. Dos males, por cierto, que ya en 1928 identificara Jorge Mañach
en "Indagación del choteo", texto clave en la caracterización de la
idiosincrasia isleña.

Porque además, los lamentos de ciertos personajillos como Eusebio Leal y
Pedro de la Hoz, no logran desbaratar la certeza de que la adicción al
paquetico también responde a la mediocridad imperante en la televisión
oficial, a su adoctrinamiento monocorde, empalagoso. Y es otra evidencia
de que la mala educación —la instrucción escolar puede ir por otro
camino— también es parte del derrumbe económico y la fragmentación
social que padecemos. Comprobable también en muchos de los recientes
emigrantes a Miami, que prefieren programaciones burdas, cuando tienen
decenas de canales —algunos en español— de excelentes ofertas culturales.

Retorno a la evidencia: ni en tiempo extra la dictadura deja de
simpatizar con los diversos anestésicos. Nunca ignora que si aletarga
disminuye maldiciones, disidencias. De ahí que permita la bolsa negra y
el desvío de recursos, como formas de que al sentirse uno cometiendo un
delito, no conspire contra el Gobierno. De ahí que propicie el paquete
semanal para oxidar el cerebro. Sabe más por viejo (1959-2016) que por
diablo.

Source: El 'paquete anestesia' | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1468442304_23817.html

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