Economía cubana vuelve a los tiempos de crisis
Por Patricia Grogg
LA HABANA, 19 jul 2016 (IPS) - El fantasma del período especial, como se
denominó a la aguda depresión de los años 90, recorre otra vez estos
días los hogares de Cuba, aunque gobierno y especialistas coinciden en
que la nueva crisis es diferente y existen recursos para afrontarla.
El presidente Raúl Castro reconoció este mes la crisis y alertó al país
que vienen tiempos duros, mientras tomó medidas a favor del ahorro
energético y la contención del gasto de divisas, además de sustituir al
ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo, por Ricardo
Cabrisas, un veterano y eficaz negociador de las áreas de comercio
exterior y las relaciones financieras.
A principios de julio, Castro y el entonces aún ministro Murillo
insistieron en que el programa de ajustes diseñado para enfrentar la
falta de liquidez financiera y el desabastecimiento petrolero afectará
"lo menos posible" a los 11,2 millones de habitantes del país.
Pero ya son numerosas las quejas por imprevistos cortes de energía
eléctrica.
La estatal empresa Unión Eléctrica insistió este mes en que las
interrupciones en el sector residencial, se deben a imprevistas roturas
y a la poda de árboles, usual al inicio de la temporada ciclónica, de
junio a noviembre.
De hecho, tormentas eléctricas ocurridas desde el comienzo del periodo
de huracanes ya provocaron fallas de electricidad en varios barrios
habaneros.
Las medidas aplicadas por el gobierno para enfrentar la crisis incluyen
disminución del suministro de electricidad en organismos y empresas de
Estado y reducción de gastos en divisas.
Además se da prioridad al uso de la reducida disponibilidad de divisas y
de oferta energética en aquellos sectores que aseguren ingresos
externos, como el turismo, y que sustituyan importaciones.
"Por ahora no vendrá un nuevo período especial, pero sí es muy probable
que la economía entre en una recesión, es decir, que decrezca el
producto interno bruto (PIB) y obviamente ello tendrá un impacto
negativo en el consumo y el nivel de vida de los cubanos", consideró a
IPS desde Colombia el economista cubano Pável Vidal.
Durante la grave recesión que siguió a la extinción de la Unión
Soviética y desaparición del campo socialista, a inicios de la década de
los 90, Cuba perdió el suministro petrolero proveniente de Moscú y sus
principales mercados. Los apagones pasaron a llamarse popularmente
"alumbrones" por su frecuencia.
Entre 1989 y 1993, el periodo más crítico del periodo especial, el país
registró una caída de 34,8 por ciento de su PIB.
La contracción en el suministro de combustible desde Venezuela, el
principal socio comercial de Cuba durante este siglo, se repite entre
los analistas como el origen de los problemas que han desacelerado la
economía en el primer semestre de 2016, cuando apenas creció uno por
ciento, la mitad de lo previsto.
De acuerdo a un convenio vigente desde 2000, Caracas abastece a La
Habana de unos 90.000 barriles diarios de petróleo, a cambio de
profesores, médicos y otros servicios. El corte abrupto de este
intercambio generaría a este país insular caribeño un gasto de 1.300
millones de dólares anuales, según expertos internacionales.
"La analogía es evidente, aunque Caracas representa hoy menos de lo que
Moscú significó, hace más de dos decenios, para el comercio, el
desarrollo y las finanzas de Cuba", comentó el un artículo sobre el tema
el periodista especializado en temas económicos Ariel Terrero. No hay
datos oficiales sobre la disminución del arribo de crudo venezolano al país.
Pese a su baja calidad, el crudo extra pesado y gas de producción cubana
satisfacen 40 por ciento del consumo energético del país, entre ellos la
generación de electricidad, que requiere aligerarlo con petróleo de
importación. Existen planes para elevar hasta un 24 por ciento en 2030
la matriz energética proveniente de fuentes renovables.
Vidal alertó que "se sabía" que la crisis de Venezuela tendría un
efecto negativo sobre la economía cubana, pero aun así se mantuvo alta
la dependencia comercial y financiera con ese país, en tanto la
renegociación con acreedores y la apertura de nuevos espacios de
integración internacional no se han traducido en mayores flujos
comerciales y de inversiones.
Antes de llegar a un nuevo período especial, "la primera fase por la que
transitaremos es una fuerte contracción de la disponibilidad de divisas,
que pondrá en riesgo la acertada política de estos años de renegociar y
poner al día las finanzas internacionales", opinó este profesor de la
colombiana la Universidad Javeriana de Cali.
Por tanto, el primer desafío será evitar un "corralito financiero" como
el de los años 2008 y 2009, consideró este experto, en referencia a
medidas bancarias restrictivas a empresarios extranjeros que adoptó el
gobierno cubano en ese entonces para equilibrar su balanza de pagos.
Reiteró que en la actualidad, las opciones para amortiguar el impacto
incluyen dar luz verde a los proyectos de inversión extranjera que están
en proceso de aprobación y eliminar el monopolio estatal sobre el
comercio externo, lo que implica abrir un "mercado competitivo de
insumos y bienes de capital físico".
Vidal también propone expandir el espacio a la pequeña y mediana empresa
privada y las cooperativas con posibilidad de que participen los
profesionales. "Es decir, la respuesta a la crisis tiene que ser una
combinación de ajuste (que es lo que ya tiene planeado el gobierno) pero
también de liberalización de los mercados", dijo.
El recambio en el Ministerio de Economía y Planificación colocó desde el
14 de este mes al frente de esa crucial cartera a Cabrisas, de 79 años,
con reconocida experiencia en el frente externo, en donde una de sus
últimas gestiones fue la renegociación de la deuda con el Club de París,
que agrupa a los acreedores oficiales, alcanzada en diciembre 2015.
En su nuevo cargo, Cabrisas va a tener que hacer uso de esa experiencia
para tratar de preservar la credibilidad de Cuba ante sus deudores y
hacer manejable el endeudamiento externo.
Murillo, de 55 años y quien dirigía el ministerio desde septiembre de
2014, se mantiene como jefe de la Comisión Permanente para la
Implementación y Desarrollo, responsable del proceso de actualización
del modelo económico del país.
En su discurso ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento
unicameral), el 8 de julio, Castro reconoció que se han presentado
algunos atrasos en los pagos corrientes a los proveedores. Además,
aseguró que su gobierno mantiene "la voluntad de recuperar los
vencimientos pendientes".
La difícil coyuntura económica coincide con el primer aniversario del
restablecimiento oficial de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados
Unidos, el 20 de este mes.
Desde entonces, ambos países han mantenido un fluido diálogo, aunque la
total normalización de los vínculos bilaterales continúa entorpecida por
el mantenimiento del embargo económico estadounidense a la isla.
El presidente estadounidense, Barack Obama, quien visitó Cuba en marzo,
anunció entonces que se eliminaría la prohibición a la isla caribeña de
usar el dólar en sus transacciones internacionales. Pero "lo cierto es
que no se ha logrado todavía efectuar pagos ni depósitos en efectivo en
esa moneda", se quejó Castro.
En medio de las dificultades, el gobierno cubano se apresta a celebrar
el día 26 un nuevo aniversario del asalto al cuartel Moncada, comandado
en 1953 por el líder histórico Fidel Castro, próximo a cumplir 90 años.
La efeméride es conmemorada ahora como Día de la rebeldía nacional.
Editado por Estrella Gutiérrez
Source: Economía cubana vuelve a los tiempos de crisis | IPS Agencia de
Noticias -
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