viernes, 15 de julio de 2016

Droga, alcohol y cuchillo en La Habana, de noche y de día

Droga, alcohol y cuchillo en La Habana, de noche y de día
julio 14, 2016
Iván García Quintero

En La Habana existen pandillas juveniles que se dedican a robar y
prostituirse. Muchos se enrolan en el ñañiguismo o la masonería. Abusan
de sus mujeres y sin motivos golpean a gente indefensa.
Ni siquiera era un teléfono sofisticado. Pero eso no le importó a la
pandilla juvenil que pasada las doce de la noche asaltó a Carlos, 12
años, estudiante de octavo grado, para despojarlo de su móvil, una gorra
de béisbol y cincuenta pesos (unos dos dólares).

Sucedió en La Víbora, barrio del municipio 10 de Octubre. Junto a unos
amigos, Carlos navegaba por internet en el Parque del Mónaco, a media
hora del centro de La Habana.

De regreso a su casa, transitaba por las inmediaciones de la parroquia
de San Francisco de Paula, en Mayía Rodríguez y Espadero, a tiro de
piedra de Villa Marista, cuartel de la policía política, cuando fue
asaltado por varios jóvenes que empuñaban armas blancas.

El adolescente no ofreció resistencia. Entregó el teléfono, la gorra y
el dinero. Pero antes de marcharse, los delincuentes le dieron una
cuchillada por la espalda que por poco no le atravesó el pulmón. Carlos
salvó la vida gracias a la cercanía del policlínico docente Luis Augusto
Turcios Lima.

Hechos violentos como ése no son casos aislados en la capital. Aunque la
prensa oficial guarda silencio, las broncas con armas blancas y asaltos
para robarle dinero a las personas en la calle, móviles o prendas de
vestir se suceden con más frecuencia de la deseada.

Las zonas y parques con conexiones wifi, donde la gente acude con
teléfonos inteligentes, tabletas y laptops, se han convertido en una
especie de carnada para los malhechores locales.

En medio de un calor de espanto, con las nuevas medidas del gobierno de
ahorro de electricidad y combustible que presagian una versión light del
Período Especial y una crisis económica estacionaria que se extiende por
veintiséis años, los cubanos se preguntan si esa combinación de
penurias, billeteras vacías y falta de futuro, no propiciará el caldo de
cultivo ideal para la proliferación de bandas delictivas.

"Hay muchos jóvenes desesperados. Sin dinero y viviendo en hogares que
son auténticos infiernos chiquitos. Para muchos de ellos, la salida es
enrolarse en pandillas, prostituirse o cometer atracos. Los síntomas son
muy peligrosos. La pobreza y vivir sin un proyecto de vida puede
desembocar en un camino a la marginalidad y delincuencia semi
organizada", expresa un sociólogo habanero.

Según Orestes, guardia en un reclusorio juvenil, "el número de presos en
edades comprendidas entre 12 y 16 años aumenta por año. La mayoría son
negros y mestizos de familias disfuncionales".

Las drogas y el alcohol son un catalizador de numerosos hechos de sangre
en La Habana nocturna.

Llamémosle Adrián, un joven negro de más de seis pies de estatura,
trastornado por el consumo de 'cambolo', una droga letal. Es una mezcla
de cocaína con diferentes aditivos y genera una trágica adicción.

"Adrián sale todas las mañanas bien vestido de la casa. Y regresa en
chancletas y con un short ripiado. Cuando se le acaba el dinero, entrega
su ropa a cambio de una dosis de 'cambolo'. Para comprar drogas, se robó
un televisor y algunos electrodomésticos", cuenta el hermano.

A un amigo Adrián le quitó el móvil y a otro le cogió la billetera. Y su
novia le ayuda a mantener la adicción, prostituyéndose por 10 cuc en los
alrededores de un bar privado.

En La Habana existen pandillas juveniles que se dedican a robar y
prostituirse. Muchos se enrolan en el ñañiguismo o la masonería. Abusan
de sus mujeres y sin motivos golpean a gente indefensa.

Para demostrar su hombría, cometen delitos que van desde sustraer
neumáticos, arrebatarle una cámara de video a un turista desprevenido o
acuchillar a un niño, como Carlos, para robarle su teléfono móvil.

El pandillerismo en Cuba no tiene el poderío de los carteles
delincuenciales de Caracas o San Salvador. Pero existe. Y la prensa
oficial hace mutis.

Source: Droga, alcohol y cuchillo en La Habana, de noche y de día -
http://www.martinoticias.com/a/pandillerismo-juvenil-la-habana-cuba/125983.html

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