El jolgorio perdido

El jolgorio perdido
[30-12-2015 23:22:50]
Hugo Araña
Corresponsal de Misceláneas de Cuba

(www.miscelaneasdecuba.net).- Y que conste, nadie me lo dijo, sino quien
escribe estas líneas lo comprobó por un recorrido nocturnal realizado
por diferentes partes de mi ciudad.
Nada, el Gobierno de la Isla por aquí o por allá, mató (oh, qué
palabrita), cuando esa costumbre de las familias se reunían los 24 de
diciembre para celebrar la llamada Cena de Noche Buena según el
alcance económico de cada cual, que al pasar los hogares, siempre con
la puerta abierta que daban a la calle, uno percibía el clásico
olor del cerdo asado en el traspatio, matizado constantemente con jugo
de naranja agria, sal, cebollas y ajos, que a cualquiera le abría el
apetito, mientras el ron o la cerveza ponía el punto de los tragos,
junto a músicas populares que se oían bastante altas.

Esta costumbre nuestra, muy a la cubana, desde años languideció y
desapareció, aunque en algunos hogares (poquísimos) lo celebran
sin mucho aspaviento, pero ya no es la misma. Primero, porque el coste
de un animal completo alcanza un valor que poquísimos hogares pueden
costear tal adquisición; segundo, y es quizás lo que más duele, es que
nuestra Familia (así, con mayúscula) está dividida con el éxodo
existente que lastimosamente se mantiene, primero por problemas
políticos, y segundo, en aquellos que optan por alejarse de su Patria
y optar por una mejor vida más desahogada en lo posible que en la
Isla ni siquiera se percibe en el horizonte.

Tal es así, que el 24 de diciembre lo desgajaron sin remedio alguno.
Ya es un árbol seco que cualquier día tumbarán sin consideración
alguna. La fecha es un día como cualquier otro, bastante triste para
nuestras familias, tanto los que abandonaron su tierra, como los de
allá, que lo más seguro que el lechón asado se consuma junto a
turrones, nueces y avellanas no falten, eso sí, la amargura de los
recuerdos no faltará en los presentes para que la tristeza no haga
presencia y se refugie en el silencio de los corazones, o en
nuestras almas y la añoranza de ambas costas ocupen un rincón con la
esperanza de que cualquier día podrán ser la que fueron, o al
menos vernos juntos, TODOS, piense como se piense.

Source: El jolgorio perdido - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/5684593a3a682e0690d5b678#.VoUU0RUrLjY