Cuba en Puerto Rico
PEDRO CORZO
La dictadura castrista siempre ha acusado a la oposición de responder a
los intereses de Estados Unidos, una ignominia que ha sido asimilada por
numerosos gobiernos, academia, intelectuales y políticos, que para
ocultar su complicidad o indolencia, se han hecho eco de tales infundios.
La realidad es que la causa democrática cubana ha padecido de una gran
orfandad internacional. La resistencia insular, armada o pacífica, no ha
contado con el respaldo moral o material que otras naciones han
dispensado a los defensores de la democracia en distintos países, una
consecuencia probable de la intensa, extensa y efectiva campaña de
desinformación que emprendió la dictadura castrista desde que tomó el
control de la República.
A esa situación hay que sumar la decisión de Washington y La Habana de
restablecer relaciones diplomática, un dictamen que afecta a los cubanos
sin importar la orilla en que se encuentren o las ideas políticas que
defiendan. Un cambio de Estados Unidos que tal vez sirva para demostrar
a los encubridores y apáticos que los que han luchado y luchan por la
democracia en Cuba lo hacen por propias convicciones y no por dictados
de un tercer país.
Cierto que las muestras de la independencia de criterio y acción de los
demócratas de la isla han sido muchas, pero como si no fueran
suficientes, los cubanos exiliados en Puerto Rico están convocando a un
Encuentro Nacional en el que participaran activistas de las dos orillas
que luchan para que en la isla se establezca un régimen de derecho
Este encuentro nacional en Puerto Rico es una especie de reafirmación
del compromiso de enfrentar el régimen castrista con independencia de
las circunstancias internacionales, incluida la decisión de la
democracia más poderosa del mundo de establecer vínculos diplomáticos
con la dictadura más longeva del planeta.
Cubanos Unidos en Puerto Rico, los convocantes a esta cita, es una
organización plural que reúne a individuos de diferentes orígenes,
profesiones, experiencias de vida y generaciones, por lo que tiene
credenciales más que suficientes para plantear un Encuentro que reúna
diversidad de pensamiento y acción, con el objetivo de producir una
propuesta que pueda ser asumida con igual obligación tanto por los
cubanos de la isla como por los exiliados.
La frase martiana, "Juntarse es la palabra de orden" es el lema de la
cita y su objetivo principal, asegura el abogado Guillermo Toledo,
coordinador del Encuentro, quien junto al arquitecto Manuel Fernández,
líder de Cubanos Unidos, ha trabajado arduamente para que la mayor
diversidad posible de pensamiento y estrategias en la lucha contra la
dictadura participe del programa.
La cita está estructurada sobre mesas de trabajo y las ponencias
trataran sobre temas elaborados por los delegados. El objetivo es sentar
las bases para desarrollar una propuesta que posibilite una transición
democrática. También se designara una Comisión Permanente que dará
continuidad a los acuerdos que resulten del evento.
Otro de los compromisos es reformular las relaciones entre el exilio y
la oposición interna con el propósito de hacerla más efectiva, condición
que para el ex preso político Gerardo Morera, directivo de la junta
organizadora, es fundamental, porque repercutiría en la ampliación de la
base social de la oposición, una circunstancia que pondría en jaque al
régimen castrista.
El Encuentro que se realizara en la capital de Borinquén entre el 13 y
el 15 de agosto cuenta con una amplia representación de la oposición
interna.
Durante meses los organizadores del evento han estado invitando a
activistas pro democracia que actúan al interior de Cuba. Han
intercambiado con ellos experiencia y le han planteado la idea de
realizar un foro amplio y representativo de las dos orillas con el fin
de concertar esfuerzos, propuesta que ha sido recibida con beneplácito
por quienes combaten la dictadura en la primera línea del frente.
Otro miembro de la Junta, Severiano López Sicre, opina que este foro
sería útil para explorar la posibilidad de constituir una entidad que
represente en los foros internacionales, y si es posible ante gobiernos,
los intereses comunes de los demócratas cubanos, lo que en su opinión
redundaría favorablemente en el proceso por la liberación de Cuba del
despotismo.
La visión de los organizadores sobre una Cuba futura es amplia, porque
establece el compromiso de abogar por el respeto irrestricto a los
derechos humanos como lo proclama la declaración de las Naciones Unidas,
haciendo énfasis, dice Kemel Jamis, directivo y también ex prisionero
político, en tres aspectos básicos: Independencia de los poderes
públicos, libertad económica y pluripartidismo con elecciones libres y
observadas internacionalmente.
El Encuentro es un gran reto, un salto hacia adelante a favor de una
Cuba en la que cada ciudadano pueda ser dueño de su destino.
Periodista de Radio Martí
Source: PEDRO CORZO: Cuba en Puerto Rico | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/article28405513.html
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