Dádivas humillantes
octubre 28, 2014 11:00 am·
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Durante varias décadas
los cubanos tuvimos que comprar la ropa a través de la libreta de la
tienda que se entregaba a cada persona y caducaba al año.
Tan absurda como la de los alimentos, ambas libretas han constituido
formas de humillar al pueblo.
La libreta de la tienda desapareció en los años 90, con la
despenalización de la tenencia de dólares, lo cual permitió que las
personas pudieran entrar a comprar las Tiendas Recaudadoras de Divisas
para pagar entonces cada producto al doble del precio que habían tenido
antes.
Nunca el gobierno cubano ha creado condiciones para que la población
coma y se vista mejor. Solo ha repartido dádivas humillantes.
¿Quién puede estar bien alimentado con la masa cárnica, esa mezcla de
soya y pellejos, cuyo origen se desconoce?
¿Cómo puede vestirse decentemente un cubano que gana un salario de unos
400 pesos cuando para adquirir una pieza de ropa tiene que pagar más de
200, sin que la misma esté a la moda o bien confeccionada?
La libreta de abastecimiento ya tiene limpia la última hoja, la de las
viandas. Las marcas de los dedos con tierra ya no existen. Lo último que
se despachó al pueblo con ella, en la hoja destinada a las viandas fue
la papa. Luego que su venta fue liberada, es imposible comprarla porque
los vendedores la esconden para ofertarlas a los dueños de paladares
(restaurantes particulares) y revendedores que echan una libra de papas
chicas y medianas en bolsas de plásticos y las venden a 3 CUC (75 pesos).
¿Qué humillación falta por inventar que ya no haya sido puesta en
práctica en Cuba? Cada una de ellas ha estado apoyada por estrategias
obsoletas que se aproximan más al feudalismo o a nuevas formas de
esclavitud.
Los dirigentes, sus familias, y sus amigos incondicionales adulan las
arbitrariedades que no sufren en carne propia.
Los niños que sufrieron en silencio no poder tener un juguete de su
predilección, o vestirse y lucir bien, o comer lo que les viniera en
ganas, o leer los libros o escuchar la música que prefirieran, han
envejecido atrapados en un submundo que los invisibiliza a los ojos de
las personalidades que visitan a la Utopía del Caribe, más cercana a un
campo de concentración gigante que a una isla paradisíaca.
¿Qué más tendrán preparado para avasallarnos?
Para Cuba actualidad: aimeecabcu2003@yahoo.es
Source: Dádivas humillantes | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/dadivas-humillantes/
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