Medidas para reflotar Cuba
29 DE OCTUBRE 2013 - 12:01 AM CET
Si para el resto del mundo ha sido de interés la noticia de que el
gobierno cubano ha acordado el cronograma para la unificación monetaria,
para los venezolanos tal anuncio resulta especialmente contrastante y
hasta chocante, sin dejar de desear el bien, lo mejor, al sufrido pueblo
cubano.
Por allá, con la sinceración del valor de la moneda se intenta poner
orden en un sistema que no ha hecho más que profundizar desigualdades,
alimentar corruptelas y mantener la dependencia externa que ha
caracterizado por más de medio siglo a la revolución. Por aquí,
navegando hacia el "mar de la felicidad", los timoneles de turno –más
preocupados por mantener la mano en el timón que por el rumbo del barco–
han logrado transformar la mayor bonanza petrolera de nuestra historia
en una conjunción inaudita de vulnerabilidades, sea cual sea el
indicador o índice que se elija.
La medida cubana significa el abandono de un régimen impuesto hace casi
dos décadas, tras el derrumbe del subsidio del bloque socialista, que
apunta a la gradual eliminación del abismo entre el peso a 24 dólares
(el que reciben los cubanos por su trabajo) y el peso en paridad con el
dólar (el de los bienes fuera de la limitadísima "libreta de
abastecimiento" y las cuentas públicas). Entre los confesos propósitos
de la medida, ya anticipada en abril de 2011 en el VI Congreso del
Partido Comunista de Cuba, se encuentran: garantizar el restablecimiento
del valor del peso cubano y de sus funciones como unidad de cuenta,
medio de pago y de atesoramiento; ordenar el entorno económico y la
medición correcta de sus resultados y, no menos importante, propiciar
las condiciones "para el incremento de la eficiencia, la mejor medición
de los hechos económicos y el estímulo a los sectores que producen
bienes y servicios para la exportación y la sustitución de
importaciones". Todo eso resuena en los oídos venezolanos a
rectificación de rumbo económico cercana a la que por aquí urge.
No sobra recordar que las medidas impulsadas por Raúl Castro desde que
relevó a Fidel se proponen sostener el régimen político y hacerlo menos
frágil económicamente. Y tampoco está de más recordar la decisiva
importancia que los vínculos inescrutables con Venezuela han tenido en
el tránsito entre los dos Castro. Son conexiones cuya opacidad no impide
apreciar, incluso al menos advertido de los observadores, el flujo de
recursos venezolanos hacia la isla desde la firma de aquel Convenio
Integral de Cooperación firmado en octubre de 2000 y multiplicado en
cientos de otros arreglos cuyo denominador común ha sido un constante
favorecer la economía cubana, al un alto precio.
No es exagerado, aunque sí triste, advertir que en el trasiego
"venecubano" de bienes, servicios y divisas el margen económico de
maniobra venezolano ha disminuido mientras el de la isla gana espacio.
La pregunta ineludible al gobierno venezolano es ¿qué significa a estas
alturas de nuestro naufragio hacer irreversible el curso por el que nos
conduce?
Source: "Medidas para reflotar Cuba" -
http://www.el-nacional.com/opinion/editorial/Medidas-reflotar-Cuba_19_290560942.html
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