Como escuchar a Frank
Viernes, Junio 29, 2012 | Por Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Leer "Pagar para ver" (Latin
Heritage Foundation, 2012) es como escuchar a Frank Correa. Se siente,
además de su acento cantarín, guantanamero de pura cepa, hasta su mano
que se posa en tu hombro para reforzar una sentencia. Al menos es lo que
nos pasa a sus amigos, que además de alegrarnos porque al fin haya
podido publicar su novela, nos asombramos, una vez más, de cuanto se
parece el autor a su escritura.
En realidad, el asombro no es tanto. Algunos delirantes episodios de la
novela –el mago que quería le trajeran un muerto para resucitarlo; la
casa de los mil colores, los escritores y el mará, en la Loma del Chivo,
allá en Guantánamo; la argentina que había matado a un general, la
rotura del collar de semillas de la chivatona de la UNEAC; los relatos
de pescadores, merolicos y borrachitos de Jaimanitas; la batalla que
estalló en Yateras, durante la fiesta para festejar el cumplimiento de
la meta en la producción cafetalera, cuando luego de que ligaran el
alcohol con hojas y raíz de clarín, la orquesta Los Rítmicos de Palma
rompió a tocar "con el agua que cayó, la fiesta se revolvió"- ya los
habíamos leído en cuentos o crónicas o se los habíamos escuchado, en un
parque del Vedado o en su casa, con la bulla de sus hijos, el rumor de
las olas y los ladridos del perro -¿Drinky?- de fondo.
No hay dudas acerca de que Frank Correa es un narrador nato. Echa mano
de la intertextualidad como tomarse un vaso de agua, pero no le hablen
de postmodernismo, de deconstrucción de relatos ni de las nuevas
tendencias en la literatura contemporánea, porque lo más probable es
que se eche a reír y les hable de Hemingway, si es que habla de algún
escritor.
¿Qué "Pagar para ver" se parece a otras novelas del Periodo Especial? Es
posible. Hace unos años comentaba la escritora Laidy Fernández de Juan
que era como si hubiese una competencia por ver "quien la pasó peor,
quién sufrió más, quién fue más maltratado, quién vivía en peores
condiciones". En todo caso, si la hay, es una competencia indeseada.
Seguro que preferiríamos no tener tales vivencias. Si pudiéramos, las
olvidaríamos. Pero no podemos.
No se me ocurre un modo diferente de escribir sobre los últimos 30 años
en Cuba, que es lo que hace Frank Correa en "Pagar para ver". Es más eso
que simplemente el bildungroman de un escritor "palestino" que trata de
abrirse paso en La Habana en el peor momento posible. La novela, para
ser auténtica y no mero pastiche, no podía ser diferente. Y créanme,
también con libros engavetados, sé perfectamente de qué hablo. Por eso
me place tanto escuchar a Frank. Y mejor aún, poder leerlo. Aunque sea
casi lo mismo.
luicino2012@gmail.com
http://www.cubanet.org/articulos/como-escuchar-a-frank/
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