La Habana aguarda en vilo las decisiones de Trump
06 de junio de 2017 - 21:06 - Por IVÁN GARCÍA
Unos se hacen ilusiones, otros vaticinan un retroceso en el
acercamiento; el régimen apuesta porque el Presidente de EEUU se incline
por su lado empresarial
LA HABANA.- Lo último que se pierde es la esperanza. Y aquéllos que
tienen planes para emigrar hacia Estados Unidos mantienen un optimismo a
prueba de balas.
Muy cerca de un pequeño parque en la calle Calzada, aledaño a la
funeraria Rivero, decenas de personas intranquilas esperan su turno para
la entrevista consular en la embajada estadounidense, ubicada en el
barrio habanero de El Vedado.
Ronald, un mulato que ronda los seis pies de estatura, solicitó una visa
de turista para visitar a su madre en Miami. Antes de ir a la embajada
se bañó con flores blancas, y sonando una maraca de güiro ennegrecida
ante un altar, le suplicó a la Virgen de la Caridad que le aprobaran el
viaje.
En el exterior del recinto diplomático, decenas de personas esperan
ansiosas. Cada una tiene una historia que contar. A varias les han
denegado la visa hasta cinco veces y los que acuden por vez primera, en
su afán de obtener una visa USA, apuestan por la astrología o cualquier
brujería.
Daniela es una de esas personas. "Caballero, dice la carta astral que
Trump orientó a la embajada dar la mayor cantidad posible de visas",
informa a algunas personas de la cola.
Se expanden rumores en las fila de aquellos que leyeron en las redes
sociales-nunca en la prensa seria, de que Trump, en su próximo discurso
en Miami, derogará la ley de Ajuste cubano, bajo la cual, quienes
emigran de la isla, al año y un día de residir en EEUU, tienen derecho a
solicitar su residencia permanente.
En un parque con conexión a internet vía wifi en la calle Línea,
contiguo a la clínica Camilo Cienfuegos, a dos cuadras de la embajada de
EEUU, Yaibel comenta con un grupo de internautas que un amigo residente
en la Florida le contó por Facebook que Trump iba otorgar visa abierta a
todos los cubanos.
Las teorías más descabelladas circulan por la ciudad entre aquellos que
sueñan emigrar. De nada valen los hechos o promesas de Trump de cerrar
el grifo a la emigración.
Tipos como Josué se aferran a cualquier cosa para pensar que su suerte
va a cambiar. "Ese es el chisme que hay. Que 'Trompo loco' va abrir de
nuevo las puertas para los cubanos. Socio, somos el único país de
América Latina que vive en dictadura. Si nos dan carta blanca se van
tres o cuatro millones de personas. El Mariel se queda corto. La mejor
manera de acabar con el régimen es esa. Esta gente-el gobierno-se
quedará solo", opina el joven.
Por efecto dominó algunas personas se hacen eco de tamaña fantasía. "A
mí me dijeron que iban a otorgar cinco millones de visa de trabajo a los
cubanos. A la gente la ubicarían en aquellos estados que necesiten mano
de obra. Las personas tendrán que regresar al cabo de un año, pues la
Ley de Ajuste se va a bolina", señala Daniela, quien no recuerda dónde
escuchó esa versión delirante.
Ahora hablemos serio. Si algo ha demostrado Donald Trump, además de
superficial y errático, es ser un presidente profundamente
antiinmigrante. Pero no pocos cubanos de a pie quieren aferrarse a lo
contrario.
Los que anhelan emigrar son el único segmento poblacional que espera con
optimismo buenas noticias de Trump. El registro de opiniones para el
resto de los cubanos va de la indiferencia a la preocupación.
En el sector de la disidencia local, los que creyeron que Trump iba a
abrir la billetera o dar marcha atrás a la estrategia de distensión de
Obama, luego de que la Casa Blanca anunciara el retiro de veinte
millones de dólares para programas de la sociedad civil, se extendió el
pesimismo.
"Aquellos grupos que obtenían dinero gracias al Departamento de Estado
se están halando los pelos. Pero los que reciben finanzas del exilio
cubano no están tan desprotegidos", indica un opositor que prefiere el
anonimato.
El Palacio de la Revolución en La Habana posiblemente sea el sitio que
con más impaciencia espera los pronunciamientos de Trump. La autocracia
verde olivo ha intentado ser prudente con el magnate neoyorquino.
Contrario a la estrategia de Fidel Castro, que a la primera de cambio,
montaba un show nacional y extensos discursos antiimperialistas, el
régimen del menor de los Castro ha bajado el tono lo más que ha podido.
En momentos puntuales le ha criticado. Pero sin ofensas y manteniendo el
ramo de olivo, pues el gobierno apuesta por continuar el diálogo con
EEUU, que se derogue el embargo, recibir a millones de turistas gringos
e iniciar negocios con empresas norteamericanas.
Los analistas oficiales esperan que Trump se decante por su vena
empresarial. La autocracia ofrece en bandeja de plata a los negocios.
Siempre que sea con empresas estatales.
Según una fuente que trabaja en Comercio Exterior, "lo ideal sería
seguir el camino trazado por Obama. Cómo están las cosas en Venezuela y
la crisis económica interna, el deseo oficial es que las relaciones con
EEUU se profundicen y comiencen las inversiones millonarias. El gobierno
va a ceder mientras no lo acorralen con el discurso de los Derechos
Humanos. Espero que Trump sea pragmático. Si abre fuego y se vuelve al
escenario del pasado, entonces los de acá volverán a meterse en la
trinchera. La confrontación no logró nada durante 55 años. En solo dos
años de la política de Obama, además del pánico entre muchos dirigentes,
hubo una gran aceptación popular", subraya el funcionario.
En las calles de La Habana, Trump no es muy bien apreciado. "Ese tipo es
un demente. Pesado y cretino a más no dar. Si echa pa'atrás la cosa a mí
me da igual. La mayoría de los cubanos comunes no nos beneficiamos para
nada con los acuerdos del 17 de diciembre [de 2014]. Claro, yo creo que
la culpa fue del gobierno", acota Rey Ángel, obrero.
Y es que el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la política de
distención de Obama para acercarse al sector de trabajadores privados en
la Isla, provocó más cintillos de prensas que hechos concretos.
Las personas consultadas no creen que Trump recorte el envío de remesas
o los viajes de cubanos radicados en EEUU. "Si lo hace jode a un montón
de gente que vive del dinerito y las cosas que te puede enviar la
familia desde el norte", apunta una señora en la cola de una oficina de
Western Union.
Una ruptura de la estrategia de Obama decididamente perjudicaría al
régimen militar. Y todo apunta a que la Casa Blanca lanzará sus torpedos
hacía esa línea de flotación. Aunque se puede esperar cualquier cosa.
Trump es Trump.
Source: La Habana aguarda en vilo las decisiones de Trump | Cuba, EEUU,
Gobierno de Trump -
http://www.diariolasamericas.com/america-latina/la-habana-aguarda-vilo-las-decisiones-trump-n4123722
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario