Descender al infierno sin escalones
14 Junio, 2017 8:10 am por Raúl Lázaro Fonseca
El Cerro, La Habana, Raúl L. Fonseca, (PD) Los más viejos recordamos
todos los procesos por los que han pasado los horarios de trabajo,
incluyendo el momento en que se tuvo "horario de conciencia" y no se
marcaba tarjeta en los centros laborales, hasta que después surgió el
extremo de descontar en la nómina los minutos de llegada tarde. Con
posterioridad se planteó la aplicación de los horarios escalonados, lo
que permitía disminuir un poco la cantidad de personas que salían a la
calle por diferentes motivos de una sola vez, pero igual que todo lo
demás, no duró lo suficiente, porque aquí nada tiene fijador.
En el salón de espera de un hospital del municipio Plaza, una señora le
daba el almuerzo a su mamá y al ver que todos la miraban, comentó:
"Nosotras salimos desde las 6 de la mañana de la Lisa en un carro que
nos costó 5 CUC (125 pesos), llegamos aquí sobre las 6:30 y mira la hora
que es y aún estamos esperando. Por eso yo le traigo desayuno, almuerzo
y merienda pues no sabemos a qué hora entraremos a la consulta". Por su
parte, la anciana madre, postrada en un sillón de ruedas, enfatizó:
"Cada vez que ella me trae, pierde el día de trabajo. Como pueden ver,
me falta un brazo y una pierna, soy diabética y por eso tengo que
asistir a consultarme con el angiólogo. Tenemos un gasto muy alto que no
podemos permitirnos, pues somos pobres. Solo por traerme y llevarme
tenemos que gastar 10 CUC (250 pesos), porque los almendrones (taxis
colectivos) no pasan por mi casa, y tampoco cargarían con el sillón de
ruedas".
Este es uno de los casos en que vendría muy bien aplicar el uso del
horario escalonado para los enfermos, y así se evitaría que se acumulen
en los salones de espera y además pierdan su tiempo y dejen de ser
pacientes para convertirse en impacientes.
Por su parte, el médico en cuestión, me explicó al respecto: "El horario
escalonado es muy cómodo porque no se acumulan los pacientes, pero
comienza a las 8:00 de la mañana y termina a las 4:30 de la tarde; se
supone que yo concluya la consulta al medio día. Cuando nos tenemos que
transportar desde nuestras casas a policlínicos lejanos, porque los
médicos especialistas que trabajamos en hospitales, atendemos también a
la toda la población que pertenece a ese centro médico. Para nosotros
también es una tortura".
Este mal no es solamente de la capital de todos los cubanos, es algo
generalizado en todo el país y si se repartieran los turnos por horas,
los salones de espera no estarían en las condiciones que se ven, llenos
de personas y sería también mucho más fácil el transporte y las personas
accederían a los servicios sin perder tanto tiempo.
A veces, es incluso un problema de la empleada que otorga el turno, que
le dice al paciente por ejemplo: "Le toca a las 11 de la mañana, pero le
recomiendo que venga temprano".
No hay ni que explicar que por esta mala organización, los trabajadores
pierden el día completo cuando tienen una consulta médica, lo que sin
lugar a dudas es otro aspecto más que se añade a los graves problemas
que hay en la economía.
Todo esto forma parte del desorden que existe en la economía, y en
particular, en los servicios médicos. Es el círculo vicioso en que
comienza y termina todo en Cuba.
comuni.red.comunitaria@gmail.com; Raúl Lázaro Fonseca; Teléfono: 53452139
*Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
Source: Descender al infierno sin escalones | Primavera Digital -
https://primaveradigital.org/cubaprimaveradigital/descender-al-infierno-sin-escalones/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario