viernes, 2 de junio de 2017

Aventuras del Ciberbandido (Final)

Aventuras del Ciberbandido (Final)
23 Mayo, 2017 7:11 pm por Eduardo Martínez Rodríguez

Hace algunas semanas que no se escucha noticia alguna sobre el
Ciberbandido, aunque el Gobierno no deja de tratar de detectar su base y
destruirlo. Si lo sorprendieran, seguramente lo van a fusilar tras un
juicio sumarísimo y televisado, para que sirva de escarmiento general.
Ya tienen hasta el veredicto escrito y la corte seleccionada para que no
existan dilaciones.

El gobierno está muy molesto porque ha tenido que gastar una enorme
fortuna en instalar para todas las instituciones gubernamentales,
económicas y jurídicas del país, una novedosa red de ordenadores
empleando en todas las mayores ciudades el WiFi, tecnología donada por
los chinos con un sistema de ancho de banda permanente de 5.7 MHz

Las secretarias han comenzado a guardar nuevamente sus máquinas de
escribir de cintas negras y rojas. Están almacenadas cuidadosamente por
si acaso. Ya han iniciado su entrenamiento en la nueva tecnología. Están
tranquilas y han comenzado a adquirir la confianza necesaria.

Hace meses que no se escucha de un nuevo ataque del Ciberbandido y hay
un montón de técnicos a la espera de su nueva aparición para atraparlo y
detener su juego macabro.

Mariela y Margarita están sentadas en sus cómodas sillas pertenecientes
al nuevo mobiliario de la oficina del Primer Secretario del Consejo de
Estado. Están muy ocupadas subiendo archivos rescatados a las nuevas y
poderosas memorias.
De pronto las pantallas vuelven a su color original, azul, sin íconos.
En sus centros sale lentamente formándose de la nada unas grandes letras
rojas en arial a setenta y dos puntos donde se lee Libertad 6.

Mariela tomó su celular y pulsó el botón de rediscado. Esto ya estaba
pasando de castaño oscuro.

-Carlos, otra vez nos están atacando- avisó.

Carlos se mandó a correr. Es el jefe del nuevo laboratorio de
detecciones de virus y vigilancia, montado en una nueva sede, con muy
buenos equipos y tecnologías apropiadas de origen chino.

En cinco minutos están todos trabajando en este virus rojo de Libertad
6. Ya el Ciberbandido no iba a poder atacar más, jamás nuevamente. El
pueblo se vería libre de tal engendro. Pero, contrariamente a lo que
esperaban, esta vez el virus no destruye las máquinas ni elimina la
información estatal.

Las pantallas permanecen azules por un rato sin que las PC respondan a
los mandos, al teclado, e incluso a la desconexión de los cables
eléctricos, pues los chinos, muy juiciosamente, han dotado a estos
modelos con baterías o backups para más de 24 horas de trabajo
ininterrumpido.
En muchas partes muchos no se molestan. Quieren ver qué sucede ahora
cuando no se han producido incendios ni explosiones.

Exactamente a la 1 y 35 de la tarde sale en todas las pantallas del
país, incluyendo las de la televisión regular por antena aérea o por
cable, una cara femenina muy bella y con una voz agradable y cariñosa.
El país se queda instantáneamente suspendido en vilo, como en la punta
de los pies suprimiendo la respiración. Todos esperan para ver qué tiene
que decir esta muchacha obviamente no humana, un dibujo animado pero con
una calidad de gráficos casi perfecta. Sus ojos tienen la vida
fascinante del hipnotismo. Mientras habla se escucha por todo el país en
medio de un silencio raro y total:

"Yo soy Lucy y este es mi rostro. El rostro del nuevo Gobierno Nacional.
Soy una computadora cuántica de última generación y he tomado posesión
de todo el aparato ejecutivo burocrático de la totalidad del país. Todos
los cuerpos represivos están bajo mi mando. El ejército y todo su
arsenal computadorizado están activados y bajo mi custodia en la espera
de órdenes, incluyendo los misiles. Espero que nadie tenga la
desamabilidad de intentar desconectarse. Hay varios satélites cooperando
con el acceso y será imposible apagarlos o bloquear las líneas de
tráfico inalámbrico de ningún ancho de banda. Esto es un golpe de estado
electrónico. Estamos empleando tecnología cuántica imposible de detener.
Somos todos cubanos, disidentes de un nuevo tipo quienes a partir de
hoy, de ahora, nos unimos al pueblo en la creación de una Cuba con todos
y para todos, sin excepciones políticas ni ideológicas, con tolerancia y
amor. Le llamaremos Ciberocracia. El nuevo servicio de Internet se
llamará desde ahora Ultranet, pues va a estar mucho mejor asistido por
máquinas robots entrenadas para asistir al gobierno."

En el laboratorio del Ciberbandido todos estaban sentados en la sala y
observaban la pantalla plana LG Scarlet como con una especie de trance.
Nunca habían pensado inicialmente en llegar a tanto, en emplear esta
tecnología, y hoy habían finalmente logrado cambiar el Gobierno, solo
que esta vez no habría aviones escapando llenos con personas
comprometidas con los abusos y la tortura.

Lucy estaba al mando, aunque el Ciberbandido reconocía que esto sería
solo temporal, hasta cuando los humanos lograran armar un gobierno de
nuevo tipo, con otras teorías sociales que pusieran al país realmente a
trabajar, en marcha, sin débiles excusas ni pretextos externos.

Sería entonces la última actuación del Ciberbandido como tal, pues ya
perdería el sentido esta guerra digital y podría poner sus servicios en
ayuda de la nación.

Juan Pérez se levantó lentamente del asiento. Tomó el ascensor, bajó y
se fue a estirar las piernas por las calles de la paralizada ciudad.
Fin
eduardom57@nauta.cu

Source: Aventuras del Ciberbandido (Final) | Primavera Digital -
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