Todos somos seres humanos
16 Mayo, 2017 9:14 pm por Eduardo Martínez Rodríguez
El Cerro, La Habana, Emaro (PD) Suelo ver en Telesur el programa
Congénero, un espacio dedicado a la sexo-diversidad, es decir, a la
comunidad LGTB, o más claro, a los homosexuales de ambos sexos y otros
"raros". El animador del programa pertenece a esta tribu mundial, pero
se comporta muy educado frente a las cámaras, nada de exageraciones.
Debo aclarar que quien escribe estas líneas no pertenece a la iglesia.
Me considero un ateo recalcitrante, tal vez debido a la furibunda
educación marxista que me regalaron y a lo que la vida me ha mostrado,
aunque dejo establecido que para mi criterio las religiones,
supersticiones y todo cuanto gira en torno a ellas son el relleno
sicológico y espiritual que ponemos a nuestras cortedades humanas.
Aclaro que tampoco soy homosexual y he aprendido a duras penas a no ser
homofóbico.
Escribir este artículo se hace muy difícil si pretendemos no herir
susceptibilidades de todo tipo, pero por comportamiento adoptado, no me
detengo ante barreras si trato de hablar claro.
Los homosexuales y demás componentes de este grupo humano son especiales
en relación a lo que siempre se ha tenido por comportamiento regular de
los hombres y las mujeres.
¿Desde cuándo existe el homosexualismo? ¿Existe tal fenómeno en los
animales o es esto exclusivo producto de los pensantes?
Probablemente, el homosexualismo surgió con el pensamiento en los seres
humanos, inicialmente con pequeños accidentes de hombres con hombres y
en muchísimo menor escala de mujeres con mujeres, pues no creo que en la
época de las cavernas existiera mucho la ternura que tanto atrae a las
féminas y a los afeminados, aunque a los machos también nos agrada
mostrar afecto profundo en ciertos momentos de intimidad o regocijo,
generalmente familiar.
Tampoco había mucho que indicara entonces qué era correcto o no, nadie
que criticara, pues no existían parámetros de medida o referencias de
escarnio social.
A algunos les fue gustando, buscando una tendencia más que otra hasta
cuando comenzaron las ya más actuales especializaciones como amanerados,
sadomasoquistas, travestis, bisexual, y últimamente transexual, etc.
Ningún animal, que este autor conozca, es homosexual por decisión o por
elección. Los animales no buscan el placer, actúan por instintos que
genera su química interna y las órdenes en sus genes, hacen su rápida
tarea y a otra cosa.
Y aún estoy por ver el primer vegetal amanerado u homosexual, aunque sí
existen plantas hermafroditas. La literatura lésbica de Safo (650-580
antes de Cristo) indica que ya por aquella remota época el tema era muy
común.
En ocasiones intento calibrar el nivel de relajo en las entonces
relativamente muy cultas sociedades egipcias, griegas y romanas, cuando
no existía la policía, la iglesia católica, no existía el matrimonio ni
los sagaces políticos de hoy quienes aprovechan cualquier cosa para
proyectarse y aparentan lo que no son. ¿Qué impedía entonces que por
ejemplo en las termas de Caracalla o en las saunas donde asistían los
dos sexos y se bañaban juntos, desnudos, alguno se fijara en otro y
fuera a obtener lo que le interesaba, tal vez allí mismo, puede que más
privadamente?
Ya con el arribo de la iglesia, comenzaron a generarse tabúes que
llegaron a su máxima expresión en el Medioevo, a tal punto que se genera
la historieta de Sodoma y Gomorra.
¿Qué llevó al ser humano ya con cierta conciencia social comenzar a
rechazar comportamientos que no le parecían adecuados, o normales, si no
había mucho que definiera cuál era la normalidad?
¿Por qué había conciencia de los homosexuales ya desde los egipcios,
hace más de tres mil años, y se señalaban como "distintos"?
Personalmente guardo recuerdos muy desagradables de homosexuales que se
me acercaron con mucha lascivia cuando era un niño y después mientras
fui creciendo. Esas experiencias hoy las recuerdo como abominables y
observo desde la distancia del tiempo a aquellos seres humanos como
totalmente aberrados.
Hoy encontramos pederastas hasta entre los ministros de Dios. ¡Por Dios!
En la actualidad, los miembros de estos grupos gays tienen sus esferas
de influencia donde prefieren desempeñarse como lo son las artes
escénicas, la medicina en ciertas especialidades, la enfermería, el
cine, los servicios gastronómicos, hoteleros, de entretenimientos y
animación etc.
En nuestra sociedad que se retracta del machismo cada vez más, estas
personas adquieren mayor poder y más elevado nivel de decisión en la
medida que acceden a puestos de mando, aunque hasta hoy me parece muy
improbable que un furibundo amanerado llegue a gobernante en nuestros
países, debido a las características carnavalescas o teatrales de
pasarela que les acompañan, harto visibles y no agradables para todos.
Asimismo, cada vez más homos de ambos sexos se comportan como sus genes
le indican de acuerdo a su sexo de nacimiento. Ya muchos saben guardar
la intimidad para la intimidad…
Estos nuevos centros de poder han presionado y lo continuarán haciendo
mucho más por equipararse con la sociedad "normal", o con quienes no nos
consideramos diferentes a la mayoría o a la ortodoxia.
Luchan por sus espacios y su reconocimiento, pero les tomará décadas
cuando se autotitulan como pertenecientes al Sexodiverso: es decir,
ellos mismos se califican de diferentes, cuando quienes primero tienen
que comenzar a asumir la total autenticidad de sus comportamientos son
ellos mismos y no auto-segregarse.
Yo no tengo la necesidad de saber que una persona es gay por cómo se
comporta públicamente, si lo hace es porque le interesa que los demás
sepan. Yo no me veo en la urgencia de estar demostrando mi masculinidad
a cada momento. No lo veo necesario por lo seguro que estoy de ella.
Estas personas en los medios proyectan sus exigencias y tratan de
acomodarlas como legítimas a nivel de toda la sociedad y esto las
afecta, pues se intenta pasar como bueno algo que hasta ahora no lo era.
Puede que esto sea genuino, pero van a encontrar mucha resistencia,
debido a siglos de educación machista.
Tampoco conocemos hasta dónde se podrán empujar los límites.
Las prostitutas, hoy llamadas trabajadoras del sexo, reclaman sus
derechos de protección, asociación, sindicalismo, un salario o pago
justo, y hasta pensiones de retiro. Eso tal vez esté bien también. Me
pregunto cuántas o cuántos (pienso también en los proxenetas) se
moverían a un trabajo más normal, bien remunerado y menos peligroso si
se les ofreciera y garantizara a largo plazo.
No dudo que en poco tiempo, en la medida que triunfen las nuevas
tendencias, se expandan las fronteras de lo legal, normal o aceptable,
veremos en los shows televisivos y en otros medios del cercano futuro a
asesinos a sueldo, narcotraficantes o terroristas, reclamando sus
derechos gremiales. A fin de cuentas, también son seres humanos.
Probablemente, la profesión de sicario surgió al mismo tiempo que la
nunca aceptada pero siempre vigente prostitución.
Ya hay varias naciones que han legalizado el uso de ciertas drogas
cuando eso sonaba muy improbable hace tan solo una década.
En mi país, una sociedad hipermachista, yo pensé ver primero a los
disidentes en el poder -cosa totalmente inaudita aún hoy- a presenciar
los desfiles del orgullo gay por las principales avenidas de nuestras
ciudades sin que existiera violenta represión policial. Me equivoqué.
Hoy tengo un amigo quien es líder de una de las organizaciones LGTB y lo
estimo.
Como me enseñaron, la vida es dialéctica y nos vamos a seguir
sorprendiendo o escandalizando mientras no seamos lo suficiente ágiles
de mente y aceptemos que a fin de cuentas, es verdad, todos somos seres
humanos.
eduardom57@nauta.cu; Eduardo Maro
Source: Todos somos seres humanos | Primavera Digital -
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