lunes, 8 de mayo de 2017

Jaimainitas incluida en el mapa turístico

Jaimainitas incluida en el mapa turístico
FRANK CORREA | La Habana | 8 de Mayo de 2017 - 13:13 CEST.

Jaimanitas fue noticia por primera vez en 1950, cuando su equipo de
pesca submarina conquistó el campeonato del mundo. Dos años después su
nombre sonó de nuevo porque una embarcación del poblado capturó en sus
inmediaciones el pez dama más grande del que se tengan datos, llamado
por los científicos "El Monstruo Marino".

Con una playita de agua limpia y a pocos minutos de La Habana, en
Jaimanitas tenían sus residencias varios generales del ejército de
Batista, pero con el triunfo revolucionario el pueblo fue comprendido en
los grandes proyectos estratégicos y elegido como la residencia
permanente del Comandante en Jefe, con un batallón de seguridad
compuesto de varias unidades militares llamado Punto Cero.

La Marina Hemingway está enclavada en este pueblo costero del noroeste
habanero. Los extranjeros que llegaban en sus yates a participar en las
regatas y en los torneos de la pesca de la aguja, mayoritariamente
americanos y canadienses, caminaban por sus calles interactuando con
los vecinos y proporcionándole al poblado cierto colorido.

Pero a partir de 2000 dejaron de llegar los yates a la marina, que se
volvió un centro receptor de las misiones de salud latinoamericanas.
Desaparecieron los extranjeros, sustituidos por inválidos en sillas de
ruedas, empujados muchas veces por familiares, mutilados también por la
violencia callejera y la guerra.

Hoy nuevamente han regresado los turistas a Jaimanitas, al resultar
incluida en el mapa turístico de La Habana, para visitar la galería del
pintor y ceramista José Fuster, que tiene su casa-taller en la calle 226
y Tercera. La obra de Fuster ha salido de su galería y copado las
paredes de las fachadas de las casas y los muros de 226, que va desde
Quinta Avenida hasta la casa-taller, constituyendo un museo al aire
libre con las creaciones de este artista nacido en Caibarién, mudado a
Jaimanitas para apropiarse del espacio público con su arte, derivado de
mosaicos partidos, de diferentes colores, que van creando rostros,
siluetas y paisajes, una obra al estilo del catalán Gaudí.

Ómnibus repletos de turistas y un desfile constante de autos americanos
de los años 50 fungiendo de taxis, se ha convertido en una vista
habitual en la ruta y en la casa-taller, visitada diariamente para
admirar su arte y comprar sus cuadros. Alrededor de Fuster ha crecido
una vida comercial activa, que ha dado empleo a un buen número de
trabajadores.

No solo su equipo de constructores, cocteleros, gastronómicos, guías
turísticos, custodios y personal de mantenimiento; aledañas a la casa
taller han nacido dos galerías independientes de artistas menores, que
exponen sus cuadros aprovechando la avalancha de extranjeros. Una de
ellas comercializa cuadros de pintores de poco renombre, los cuadros
allí oscilan entre 200 y 700 CUC. La otra galería es más pequeña, de
artistas noveles de Jaimanitas, donde algunos han logrado vender cuadros
hasta en 60 euros, como Tito el Pelotero y el sereno José Díaz Santa
Cruz. También existen dos espacios de ventas de artesanías y de
atributos de la religión yoruba.

Algunos extranjeros se separan del tour y se pierden en las callejuelas
del pueblo, para observar cómo viven los cubanos y hacerles preguntas.
Los jaimanitenses siempre atentos se las arreglan para entenderlos,
informarlos y "multarlos por la atención prestada", dice Elida, que
según cuenta, a cada rato le saca diez CUC a alguno.

Cuca vende coquitos a peso, sentada en un banco que hizo Fuster en la
acera, llamado El rincón francés. Dice que algunos turistas le compran
su producto para probarlos, pero creen que un peso es un CUC y entonces
el coquito le sale en 25 pesos. Si los compran todos es mucha ganancia.

"Yo los dejo así porque mi letra de Ifá me prohíbe rectificar cuentas",
dice la vendedora.

Otro que con tantos extranjeros en la calle se ha agenciado de un
empleo, es el loco "Lupe", que se buscó una guitarra y parado frente al
bar "La Zorra y el Gato" canta una tonada sin fin. Los dedos de Lupe
están zanjados por las cuerdas, de tanto apretarlas, pero el trovador no
se calla un segundo. Dice: "Hay días que hago hasta 15 CUC… Creo que voy
a componer una segunda canción".

Toto vive en 228 y tiene un galápago hembra con una cría. Cuando los
pasea por la calle, los extraños quelonios de carapachos cuadrados y
andar cansino constituyen una atracción que no dejan de fotografiar los
turistas.

Pudiera seguir mencionando muchos otros surrealismos autóctonos de
Jaimanitas, pero el mayor de todos se guarda a la sombra y es su obra
cumbre: Punto Cero, donde se atesora el paso de Fidel en su vida íntima.
Un museo que constituirá sin dudas el punto turístico más visitado de
la geografía de Cuba, si algún día deciden abrirlo.

Source: Jaimainitas incluida en el mapa turístico | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1493660019_30787.html

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