jueves, 9 de marzo de 2017

Quieren ser libres?

¿Quieren ser libres?
JOSÉ AZEL, Miami | Marzo 09, 2017

Damos por sentado que todas las personas aspiran a ser libres, pero la
idea de libertades individuales no se acepta universalmente.

Defensores de regímenes totalitarios y autoritarios sostienen que un
enfoque dictatorial de gobierno es moral, justo y necesario. Algunos
preconizan que una nación en desarrollo necesita un hombre fuerte para
promover efectivamente el crecimiento económico sin las complicaciones
de la democracia. Otros sienten que un gobierno autoritario es necesario
para garantizar la ley y el orden. Otros prefieren monarquías y otras
formas hereditarias de gobierno para proteger las tradiciones y
costumbres de su pueblo. Otros creen que su iglesia y gobierno son uno y
lo mismo, y que sus creencias religiosas están sobre egoístas deseos de
libertad. Los marxistas sacrifican las libertades individuales en el
altar del colectivismo.

Si esa es su decisión, esos creyentes en el dominio permanente de un
partido único deberían tener libertad para no ser libres,
preferiblemente en otro planeta. Pero esto implica la pregunta de cómo
debe decidir una sociedad su forma de gobierno. La respuesta dictatorial
es mantenerse en el poder indefinidamente, como podemos ver en Estados
totalitarios como Corea del Norte y Cuba. La respuesta democrática es
realizar elecciones libres, justas, competitivas, multipartidistas y
frecuentes.

Por eso el proyecto de plebiscito Cuba Decide, encabezado por Rosa María
Payá Acevedo, me parece una propuesta refrescante después de casi seis
décadas de gobierno castrista en Cuba. Rosa María es la joven y
elocuente hija del difunto activista democrático Oswaldo Payá, ganador
del prestigioso Premio Sajárov del Parlamento Europeo. Ella, como
presidenta de la Red de Jóvenes Latinoamericanos por la Democracia,
continúa la obra de su padre para promover la democracia en la isla trágica.

La iniciativa de Cuba Decide propone responder votando con un simple
"Sí" o "No" una pregunta básica, pero trascendental:

¿Está usted de acuerdo con que se convoque a elecciones libres, justas y
plurales, ejerciendo la libertad de expresión y de prensa; y
organizándose libremente en partidos políticos y organizaciones sociales
con total pluralidad? ¿Sí o No?

Sería ingenuo esperar que el régimen castrista aceptara realizar tal
plebiscito. Pero, al menos, promover el plebiscito aporta una
herramienta estratégica para estimular en Cuba y en foros
internacionales un debate político y diálogo público sólidamente
enfocado. El plebiscito centra la atención en el hecho de que decidir
cómo ser gobernado es prerrogativa del pueblo, y de nadie más.

Pocos rechazarían el postulado central del plebiscito de que los cubanos
deben ser libres para decidir su futuro. Incluso los simpatizantes del
régimen castrista encontrarían ideológicamente difícil rechazar que se
plantee esa simple pregunta al pueblo cubano. La única manera
intelectualmente honesta de oponerse a un plebiscito que empodere al
pueblo de esa manera sería argumentar que el pueblo no tiene nada que
decir sobre su futuro, y que las dictaduras son las formas preferibles
de gobierno. No muchos líderes internacionales estarían dispuestos a
proclamar públicamente esa preferencia.

El Plebiscito Cuba Decide no es una plataforma política, sino más bien
una herramienta para comenzar el cambio que se justificaría si el pueblo
cubano decide por un voto "Sí" que ofrece la posibilidad de
alternativas. El voto "No" legitimaría el mandato permanente de partido
único. En alguna medida la idea del plebiscito ofrece a la cúpula de los
sucesores de Raúl Castro una vía elegante y aceptada de cambiar el rumbo
o, alternativamente, legitimar su dominio de partido único. En Cuba
post-Castro, la iniciativa del plebiscito Cuba Decide promovida por los
jóvenes puede convertirse en un componente clave de una legítima transición.

La libertad tiene consecuencias, no todas útiles, pero es inmoral privar
al pueblo de sus libertades, como hacen los dictadores. Nuestro criterio
racional es nuestra manera básica de vivir. Si no podemos actuar de
acuerdo con nuestros libres criterios no podemos vivir plenamente como
seres humanos. Y necesitamos libertad para actuar según nuestras razones.

Después de décadas viviendo sin libertad bajo un gobierno totalitario,
el Plebiscito Cuba Decide es una iniciativa promovida por ciudadanos
presentando al pueblo cubano una pregunta con criterio racional:
¿Quieres ser libre? "Sí" o "No". ¿Quién podría oponerse a tal pregunta?
La respuesta debería iluminarnos a todos.

Video:
https://youtu.be/Lns3M0dxFoc

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Nota de la Redacción: José Azel es investigador senior en el Instituto
de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami y
autor del libro Mañana in Cuba.

Source: ¿Quieren ser libres? -
http://www.14ymedio.com/opinion/Quieren-libres_0_2177782206.html

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