miércoles, 1 de marzo de 2017

La ‘justicia’ revolucionaria

La 'justicia' revolucionaria
YOANI SÁNCHEZ, La Habana | 28/02/2017

La distancia entre el Capitolio habanero y la Ciudad Deportiva sigue
siendo la misma y, sin embargo, parece haber cambiado. Con los precios
topados que impuso el Gobierno local a los recorridos de los taxis
privados, ese trayecto se ha vuelto inmenso y difícil de sortear. Donde
antes se necesitaban entre 5 y 15 minutos de espera, ahora hace falta
aguardar hasta una hora para subir a un almendrón.

A estas alturas, quienes se frotaban las manos por la rebaja en el
transporte por cuenta propia deben haber caído en la cuenta de que la
mano del Estado ha quebrado un frágil entramado donde regía la oferta y
la demanda. Los boteros recortan sus viajes en señal de protesta y
muchos se mantienen en sus casas sopesando si vale la pena pasar tantas
horas frente a un timón para obtener ganancias cada vez más reducidas.

Los damnificados con esta disminución somos todos. El nuevo rico que
gestiona un restaurante, la doctora que debe trasladarse hasta un
hospital, el anciano que va a un turno médico o el estudiante que cuenta
los centavos para llegar a fin de mes. No ha sido un golpe a una clase
social que puede pagar entre 10 y 20 pesos cubanos por un recorrido,
sino un mazazo a todos los que en alguna ocasión, aunque de manera
esporádica, usan este tipo de transporte.

Como muchas medidas restrictivas de este proceso "revolucionario", ésta
también se ha rodeado de un tufillo de falsa justicia, de una aureola de
pretendido igualitarismo. La propaganda oficial la emprende ahora contra
los trabajadores del sector privado que cobran por un viaje la mitad de
un salario diario, pero guarda silencio ante el Estado expoliador que
paga tal miseria.

Los reportajes televisivos abordan a los pasajeros para captar el
momento en que dicen que "aquello era un abuso que no podía seguir" o
que "ahora sí que los precios están más cercanos a los bolsillos". Pero
callan sobre esos anaqueles de las tiendas estatales donde un litro de
aceite se lleva el sueldo de dos jornadas y un kilogramo de pollo puede
significar una semana de dura tarea.

¿Toparán los precios también en esos mercados? ¿La emprenderá el Consejo
de la Administración de La Habana contra esa red de comercio minorista
donde un padre debe abonar una quincena salarial para comprarle a su
hijo un par de zapatos? La justicia revolucionaria es tuerta en estos
casos, solo ve en la dirección que le conviene.

Source: La 'justicia' revolucionaria -
http://www.14ymedio.com/blogs/generacion_y/justicia-revolucionaria-Yoani_Sanchez-Cuba-cubanos-boteros-transporte_7_2172452735.html

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