jueves, 23 de febrero de 2017

Una movida que pone en jaque al régimen

Una movida que pone en jaque al régimen
JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ | La Habana | 23 de Febrero de 2017 - 14:11 CET.

Cuando Rosa María Payá —líder de la organización civil Cuba Decide y
presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia—dijo
hace apenas una semana que había que mudar el escenario a Cuba, no
alcancé a medir la trascendencia de sus palabras. Tampoco supuse que un
acto sencillo —como la organización y entrega de un premio— pondría en
posición de jaque al régimen de Raúl Castro.

Le confesé ambos detalles a Boris González Arenas, uno de los dos únicos
periodistas independientes cubanos que logramos "burlar el cerco"
establecido por la Seguridad del Estado en torno a la casa de la familia
Payá-Acevedo, donde tuvo lugar la entrega, en la mañana del 22 de
febrero, del Premio Oswaldo Payá Libertad y Vida.

Sin embargo sería justo señalar que el propio régimen también
contribuyó, con nota de sobresaliente, a este jaque, al cometer tres
jugadas suicidas al hilo: negar la entrada al país, para asistir a la
entrega del galardón, a Luis Almagro, secretario general de la OEA; a
Mariana Aylwin, exministra de Chile; y a Felipe Calderón, expresidente
de México.

Quizás para la opinión pública internacional podrían pasar inadvertidos
el conjunto de arrestos y de actos represivos por parte del régimen que
lograron impedir que activistas, promotores de organizaciones civiles y
periodistas independientes —como Iván García y Manuel Guerra— acudieran
a la ceremonia.

Incluso también podría pasar desapercibido que el régimen detuviera en
el mismo aeropuerto y expulsara del país al chileno Juan Carlos Vargas,
miembro de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia, junto a
otros invitados extranjeros.

Pero es sin duda en aquella torpe faena de negar tres visados donde se
destaca el desgaste del régimen en la Isla, que no ha podido calcular el
agravio de haber impedido la entrada al país a tres influyentes
personalidades políticas latinoamericanas. Un desgaste que también ha
estado signado por una zona del contexto nacional poco atendida por la
prensa independiente en la Isla: cada día más ciudadanos deciden
integrar o colaborar con organizaciones civiles opositoras; cada día más
ciudadanos deciden acudir a los periodistas y medios independientes para
poner voz y rostro a sus tragedias y dolores; cada día más ciudadanos
optan por no participar del "drama revolucionario".

Es decir, cada día crece la sociedad civil cubana en conciencia de sí
misma, y a un mismo tiempo nos toca más cerca aquel vaticinio de Oswaldo
Payá "que se le dé la palabra a los cubanos […] y verán como hasta esa
parte del pueblo que desfila con uniforme y grita en la Plaza, votará
por nuevas leyes, votará por la verdad, votará por la libertad".

Durante la entrega del Premio Oswaldo Payá —en ausencia de sus
ganadores— se leyeron las palabras que desde Miami enviara Ofelia
Acevedo, viuda de Oswaldo Payá Sardiñas. También se trasmitió el video
del expresidente mexicano Felipe Calderón con su mensaje de solidaridad
hacia la causa de la sociedad civil cubana en su camino de transición
hacia la democracia.

Los presentes ya teníamos conocimiento previo de las declaraciones que,
por su parte, habían ofrecido tanto Luis Almagro como Mariana Aylwin,
respecto al desaire del régimen que impidió sus participaciones en el
evento. Este conjunto de declaraciones, emotivas, abiertas y sinceras
todas, me hicieron comprender finalmente el alcance de la expresión "hay
que mudar el escenario a Cuba".

Y las palabras de apertura de Rosa María Payá, podrían dar idea del
próximo jaque: "por mucho tiempo el pueblo cubano se ha sentido solo
[…]. El día de hoy marca un antes y un después en ese sentimiento de
soledad del pueblo cubano".

Source: Una movida que pone en jaque al régimen | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1487855508_29175.html

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