¡Cómo se preocupa por sus súbditos!
El régimen afirma que el nuevo acuerdo migratorio busca "impedir las
salidas riesgosas que ponen en peligro la vida humana"
Lunes, enero 16, 2017 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba.- Este jueves, los ciudadanos cubanos residentes en la
Isla, entre dudas y tribulaciones, empezaron a hacer comentarios sobre
un tema que despierta su mayor interés: "Dicen que quitaron la Ley de
Ajuste Cubano". La afirmación, aunque inexacta, resultó ser cierta en lo
esencial.
Desde un punto de vista estrictamente técnico, no es verdad eso que se
afirma. Dado el carácter que tiene el cuerpo legal mencionado, él sólo
podría ser derogado mediante una nueva ley del Congreso Federal de
Estados Unidos. Pero, pese a ello, sí es verdad que, por medio de la
Declaración Conjunta suscrita por los representantes de La Habana y
Washington, ha desaparecido el principal efecto práctico que tiene esa
disposición para los cubanos de la Isla: la de ser admitidos en el gran
país del Norte con sólo pisar su territorio.
La firma del documento ha resultado ser una ocasión propicia para que el
gobierno de la Isla haga una formidable exhibición de cinismo.
Recordemos que los representantes del régimen jamás enviaron a sus
diplomáticos a entrevistarse con sus compatriotas varados en
Centroamérica; que nunca prestaron a éstos la menor ayuda, ni dieron
muestras de una preocupación siquiera mínima por su destino.
Pero ahora sus portavoces, muy orondos, afirman que sus actos
encaminados a lograr la firma del flamante acuerdo fueron presididos por
sus deseos de "impedir las salidas riesgosas que ponen en peligro la
vida humana y de luchar contra los actos de violencia asociados a este
fenómeno y los delitos conexos". ¡Cómo se preocupan por sus súbditos!
Al mismo tiempo, las autoridades castristas ponen de manifiesto la
peculiar manera que tienen de interpretar los intereses de sus
ciudadanos y defenderlos. La Declaración del Gobierno Revolucionario
publicada por Granma este viernes, se ufana de que, a partir de ahora,
los Estados Unidos aplicarán a los cubanos "los mismos procedimientos y
normas migratorias que al resto de los migrantes de otros países, sin un
criterio de selectividad".
El órgano oficial de los comunistas criollos califica esta eliminación
de preferencias como "una señal positiva en el propósito de eliminar las
exclusividades en el caso de los cubanos". Según el documento oficial
emitido en La Habana, la justificación esgrimida por el régimen para
respaldar este perjuicio ocasionado a sus súbditos es que esos
privilegios concedidos a nuestros connacionales "tienen un marcado matiz
político".
Por su parte, el presidente Barack Obama, en las declaraciones que
formuló al respecto, plantea que la política de "pies secos-pies
mojados" había sido "diseñada para una era diferente", supuestamente.
Aquí nos asalta una duda lógica: ¿Quiere esto decir que, para las
actuales autoridades de Washington, ya terminó la era de Castro?
La firma de la Declaración Conjunta ofrece otro aspecto muy lamentable.
Por la Parte Cubana ese trámite fue evacuado por el general Julio César
Gandarilla, el flamante ministro del Interior recién nombrado. En virtud
de esa condición que ostenta, ese señor es el jefe superior de la feroz
oleada represiva desatada ahora mismo contra los luchadores
prodemocráticos de la Isla.
Quiere decir: que el gobierno de Washington ha admitido, como su
contraparte en este caso, al mismo oficial que ha estado al frente del
aparato represor castrista durante las detenciones que impidieron que
los familiares y amigos de Félix Antonio Bonne diéramos a sus cenizas el
destino querido por el ex profesor universitario lamentablemente
fallecido el pasado Día de Reyes.
Al mismo militar que ordenó, autorizó o toleró —que para el caso viene a
ser más o menos lo mismo— el encarcelamiento de numerosos activistas de
la aguerrida UNPACU, las golpizas propinadas en prisión al doctor
Eduardo Cardet y el aparatoso registro en casa de Karina Gálvez, que
culminó con el arresto de ésta y el sellado —aparente prólogo del
posible comiso— de la casa comprada por ella después de cumplir con
todos los trámites legales establecidos.
Es lamentable que el actual líder de la nación más poderosa del mundo,
que a lo largo de más de medio siglo ha sido la gran aliada del pueblo
cubano en su lucha contra el totalitarismo y por la libertad, caiga
ahora en ese vacío. Máxime cuando existía, como es obvio, la opción de
suscribir el acuerdo en Washington, con lo cual la parte cubana habría
estado representada —con toda seguridad— por un funcionario mucho menos
polémico: el embajador castrista en esa capital.
Source: ¡Cómo se preocupa por sus súbditos! | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/como-se-preocupa-por-sus-subditos/
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