Fantasías loca(l)mente intensas
Caibarién, como otros pueblos, ha sido minuciosamente demolido por la
revolución
Jueves, diciembre 22, 2016 | Pedro Manuel González Reinoso
VILLA CLARA, Cuba.- Este mes la Asamblea Nacional se volverá a reunir
para dirimir planes grandiosos, sobrecumplimientos sobrecogedores y
demás bisuterías típicas de la nación, ya sin la mirada enfadada del
gran aquel. Sin constitución ni leyes orgánicas que revisar.
En Caibarién, expuerto demolido minuciosamente por la revolución, el
empeño de sus representantes —en zona que antaño exhibió prosperidad
notable— nos mueve a dudar de estas iniciativas que el Poder ¿Popular?,
en voz de su presidente, Roger Hidalgo, anuncia como impostergables ¡Ay,
Caibarién! Aún aguardamos la millonaria inyección de capital…ismo, y no
nos acude a la garganta otra exclamación que las quejumbres de la mera
ficción.
Más que el entusiasmo natural ante unas diapositivas circuladas por la
magistratura que desbordan belleza virtual, y del anuncio desplegado
sobre el plan para el desarrollo del municipio, detenido en fabulante
miseria, nos embargan preguntas sobre la verdadera posibilidad de hacer
algo duradero, justo ahora, porque a lo largo de decenios mucho ha sido
lo derrumbado.
El camarada saliente —arrebatado— anda repartiendo esta información a
diestra y siniestra, y aunque constituya prolongación de un proyecto de
rescate bastante ancianito, reaparece justo cuando andamos abocados a
nueva crisis petrolera. Difícil imaginar quién, cómo y cuándo ha
desperezado estos bríos rescatistas. De cualquier modo, celebramos
felices la utópica ensoñación.
El inaudible parlamento regional que aún afina, el que hasta hoy poco ha
construido en este pueblito de pescadores sin visto bueno del supremo,
ha lanzado a la estratosfera —y entre adeptos, defensores y asambleístas
más—, un futurista proyecto donde despliegan esperanzas (¿ciertas?) de
rezurcir al municipio desguazado con inversiones a corto plazo (lo
máximo, en 2020), para ese mañana que parpadea (pues si nos siguen
quitando el agua y la luz, cada 10 minutos, nos quedaremos sin ningún
equipo o ente que sirva).
Una viejita católica y decimista que despotrica a menudo bajo los
efectos sequía-apagón, suele rimar en sus plegarias las palabras 'agua y
luz' con 'C-Ruz'.
Se precisa conocer que la edificación del muro del malecón (unos 900
metros) demoró en mal terminarse más que la pirámide de Guiza: 27 años,
y aún no se han comparado ambas "maravillas" de la ingeniería civil (¿o
militar?). Creemos que con el fin de no enrojecer a los azulados egipcios.
Se sabe que los castro-ilusionistas, quienes no pueden garantizar ningún
suministro estable porque traspapelan controles y grifos, cuentan con
que el petróleo que nos viene soplando del sur será eterno. ¿O ya tienen
amarrado al "mal" del norte? ¿Habrá barco pa' eso?
Este diciembre, una auditoría repentina a esa administración
entusiasmada arrojó que la ex vice económica traficaba con el
combustible de la reserva estatal y ha malversado nada menos que cinco
mil cocos en contubernio con particulares.
En otros anuncios, en los que el tema "turismo" se lleva el peso —y los
pesos— consigo, no vemos ni rastro de cimentar digno hospital, otra
policlínica, un hogar de ancianos (ya en el piso y con todos los
viejitos reubicados a millas de distancia), nuevo círculo infantil, otra
escuelita —orillera, como la "Carlos Coello" para niños diferenciados
que perdieron el techo— sin vanos alardes, porque la única que aquí
aparece en el programa es para "los herederos de militantes, militares o
civiles de las FAR" que enjuagan "las casitas del barrio alto"
(VanTroi#2) con consignas inefables y lo tienden rutilante al sol.
Vista además la escasísima propuesta de instalaciones para un sector tan
"saludable" como debe ser el MINSAP, que no aguanta el crecimiento de
esta exciudad en muletas, pretenden vender al imaginario primermundista
la zona antaño "inhabitable" con imágenes baldías. Solo los costes de la
futura terminal superan los 10 millones, como la utópica zafra.
Si aconteciera este milagro, saldríamos entonces, neo norcoreanizados, a
ver pasar al líder de visita en tránsito fugaz por estos predios,
agradecidos y yertos, vistiendo los más lozanos ornamentos, a cantar y
bailar en la calle recién asfaltada. Habrá que cuidar de no manchar los
únicos zapatos con la brea.
No sé hacia donde correrán las autoridades —o a quienes toquen— con los
enfermos-heridos-desahuciados, cuando el calzón apriete y resurjan
floridas broncas.
Caibarién, una ciudad que crece gracias al recién colonizado cayerío, no
dispone de salas para puérperas ni de pediatría desde el siglo pasado.
Así seguirán nuestros nenes nacidos o por nacer yéndose a atender en
Remedios (a 7 kilómetros), al menos hasta el 2030, fecha rauda-raulista
para la gran eclosión del bienestar. ¡Con lo barato y bueno que está y
estará el trasporte en la Gran Terminal aquí esbozada, pero seguimos sin
guaguas ni tren a ningún lado!
A la pregunta de cómo curarán a los parranderos quemados sobre lo que
ocurre cada año cuando se incendia con voladores el municipio, responde
otra: ¿Van a poner botiquines y enfermeras con brochas y tanques de
desinfectante en cada punto pero por divisas?
Si la regulada estación Wi-Fi del parque era —según se propuso— para el
primer semestre del corriente y su rango flanquea la desconexión, muchas
veces intermitente, ¿cómo puede esperarse tanto de este bombo fatuo?
¿Qué creen Uds. de los cálculos que nos ofrecen estos plegables
complacientes?
El paseo marítimo de Río de Janeiro, el de Mónaco o la Riviera Francesa
no tendrán mínima oportunidad de competir con el que se planea estrenar
aquí, y Copacabana o Palma de Mallorca palidecerán de envidia ante la
playa azul del espejismo artificial que intentan rescatar del destrozo
coordinado en los años 90 por Carlos Lage. Kilómetros de blancas arenas,
lavadas grano a grano con champú clarificante, cada mata circundante
minuciosamente repintada, sombrillas de guano decoradas primorosamente,
descolle de arte.
Y el campismo popular "Cayo Conuco" ostentará una inoxidable marina, que
incluye un boardwalk de maderamen precioso, iluminadísimo, recibiendo
cruceros yanquis (si no se draga la bahía tan bien como el puertito
habanero usando a la malvada Odebretch, pues que vengan aquellos
invasores en panaderas y chalupas adjuntando regalías del mermado
cable). Más la ingente labor de la "Conaca & Comunales" que mantendrán
sepultadas apestosidades de las zanjas cuajadas de clarias, mosquitos
traidores y gusarapos infiltrados entre heces e inmundicias.
Porque para conseguirlo, llegaremos a hibridar peones diestros en
concurso nacional con los albañiles que aparezcan.
Sugiero que para la inauguración, por su parte, del campo de golf
inviten al consorcio "Rockefeller & Sons" y "McNamara & Cía", quienes
retarán a Tonito Castro, el campeón del patio, y a su hijo-modelo de
Chanel, consiguiendo para el vástago quizá la pasarela que le vetó el
abuelo en el Prado habanero el pasado junio, junto a su adorado Karl,
que no era Marx.
La hermana Mariela que traiga (en gigantografías) a la elástica
comunidad LGTBIHQYZ y aplaudan a rabiar viendo desempeñarse a Adela, la
pobre delegada (en ropa) interior, aspirantes en grupo al próximo
Victoria's Secret Fashion Show. Como reza la canción: "All happy together".
Luego podrán disponer de breve estancia en "Villa Zaida del Río",
favorita de la decoradora-sexóloga. Y alabar al municipio rescatado del
olvido.
Vivirlo, para (ni) verlo. U ojalá me equivoque y todo sea para bien de
nuestro pueblito cansado de esperar por el progreso, llegando a sostener
algo "concreto" realmente suyo antes de hacerse polvo (porque tierra ya
hemos devenido) y arreglen lo que, hace mucho, luce disuelto, roto
irreparablemente.
Source: Fantasías loca(l)mente intensas | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/fantasias-localmente-intensas/
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