Lo difícil de cultivar tabaco en Mayarí
OSMEL RAMÍREZ ÁLVAREZ | Holguín | 15 de Octubre de 2016 - 09:59 CEST.
Los productores de tabaco en Mayarí, en la provincia de Holguín, están
muy disgustados por tantas dificultades. Para entender bien el asunto es
necesario contar su génesis. Esta es una tierra de tradición centenaria
en ese cultivo y se había perdido el incentivo por los precios de
miseria. Toda la década de los 90 y más acá se arrastraron los mismos
precios que en los años 80, cuando era otra la situación económica y el
poder adquisitivo del peso cubano.
Parece que la política económica de Fidel Castro seguía estando basada
en "producir por conciencia". Pero sucede que la conciencia es reflejo
de la realidad y esta era mucho más triste en esos años críticos del
Periodo Especial. La gente terminó desistiendo del tabaco o sembrando
poco, sin importarle a nadie de arriba; a pesar de que el tabaco cubano
se vende bien en el mercado mundial por su calidad y prestigio.
Es cierto que hubo un aumento de precio antes del declive de Carlos
Lage, de 220 dólares la tonelada a 750 (al cambio actual y tomando como
base el de mayor calidad). Aunque matemáticamente es 3,4 veces el
incremento, en la práctica no estimulaba mucho, porque seguía siendo
irrisorio.
Con la llegada de Raúl Castro llegó al poder, se priorizaron los
sectores exportables. Las autoridades parecieron percatarse de que el
tabaco es una gran inversión y que depende de los productores privados.
Volvió a incrementares el precio, esta vez significativamente, hasta
alcanzar los 2.000 dólares la tonelada del tabaco al sol, y las capas de
exportación en cultivos protegidos y controlados promedian los 10.000
dólares por tonelada.
Sabemos que aún es abusivo comparado con lo que gana el monopolio
estatal Cubatabaco al venderlo. Tiene un inmenso valor agregado que no
se hace público, ni se sabe el precio en el mercado mundial. Se guarda
un gran secreto al respecto y, como hay poco acceso a internet o medios
alternativos, los productores ni se enteran.
Sin embargo, la situación podría hasta considerarse buena si no viniera
acompañada de numerosos problemas, propios de un sistema económico
planificado e ineficaz. En primer lugar, lo que ganan los productores
cada vez se hace menor por el exponencial incremento en el valor de los
insumos. Todos los años, dos o tres veces, llegan aumentos de precios
del nivel central y son obligatorios. Los contratos son puro formalismo,
sin posibilidades reales de demanda.
El productor firma un contrato y se le otorga un crédito que cubre el
100% de los gastos, pero al final de la cosecha vende y no tiene casi
ganancias porque le ha llegado un incremento de precios de un 50% o del
100%, que lo deja con una miseria. La cooperativa no defiende al
productor porque este no pertenece a ella voluntariamente: es
obligatoria la pertenencia y el contrato y toda la gestión financiera se
hace por su intermedio. Hay que contar, adem´s, con las decisiones
llegadas de arriba, inapelables por absurdas que sean.
En cinco años la empresa de tabaco de Mayarí ha crecido enormemente: de
20 hectáreas a 120 héctareas la campaña anterior; y en esta campaña está
previsto llegar a 210 hectáreas. De ningún tabaco tapadero para la
exportación, se comenzó con una hectárea el año antepasado, el pasado
fueron 10 y este serán 20 hectáreas. Un gran crecimiento que podría
tomarse por excelente si viniera acompañado del lógico incremento de la
infraestructura.
Pero cuando eran 20 hectáreas las cultivadas, se contaba con dos
tractores, un camión y un motor para el director. Y así sigue siendo.
Los técnicos y administrativos subordinados andan hasta hoy a pie y por
ello no hacen bien su trabajo. Los atrasos son endémicos. En octubre
próximo se comenzará a sembrar y decenas de campesinos que se inician en
este trabajo aún no han comenzado a construir su casa de cura, por falta
de transporte en la empresa para cargar los materiales.
Los créditos debían salir desde agosto y todavía no se han impreso por
falta de tóner para la impresora. En la empresa, que realiza semejante
actividad económica y genera millones de dólares por concepto de
exportación (amén de pesos cubanos produciendo tabacos y cigarros), solo
tienen una computadora.
Sin embargo, en la sede provincial o nacional de la empresa hay decenas
de autos modernos, uno para cada jefe; y en cada oficina, una computadora.
Ante tantas dificultades fue planificada una reunión en la cooperativa
entre los productores y los directivos de Cubatabaco, que debió
celebrarse el pasado día 26 de septiembre, pero no asistieron. La
Delegada del Poder Popular y la Presidenta de la Cooperativa los
volverán a citar a través del PCC, una vía según ellos más
comprometedora. Es de esperar que asistan, aunque con seguridad todo
continuará como siempre. Ya veremos.
Source: Lo difícil de cultivar tabaco en Mayarí | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1475882745_25869.html
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