miércoles, 6 de julio de 2016

Los apagones están cerca

Los apagones están cerca
ELÍAS AMOR | Valencia | 5 de Julio de 2016 - 15:54 CEST.

Llegó lo que llevábamos algunos meses anunciando. La economía castrista
entra en una fase de máxima intervención muy similar a un "Periodo
Especial", cuyas consecuencias nadie es capaz de anticipar. La
dificultad del momento y el alcance de las medidas restrictivas fueron
objeto de la intervención de Marino Murillo Jorge, máximo responsable de
la economía, en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea
Nacional, que analizó, en su jornada inicial, el cumplimiento del Plan
de la Economía durante el primer semestre del 2016.

Un plan que ha entrado en crisis, como consecuencia de la paralización
de los "motores" en que se basaba el crecimiento de la economía
castrista, a saber, "la caída de los precios del petróleo y el níquel,
los incumplimientos de la producción azucarera y de los ingresos
previstos en plan". La coincidencia de estos fenómenos críticos,
internos y externos, condiciona la financiación de la economía y el que
tenga, una vez más, que enfrentarse el país "a una tensa situación de
liquidez, algo que no es nuevo, pero ello conlleva a la toma de un grupo
de medidas", señaló Murillo al respecto.

Para añadir, a continuación, que "se mantendrán asegurados los servicios
vitales a la población, el equilibrio monetario interno y lo que eso
implica en la circulación mercantil minorista, así como las normativas
diseñadas para aumentar la capacidad de compra del peso cubano y el
programa inversionista vinculado al desarrollo futuro de Cuba",
decisiones que van a acarrear un aumento del déficit público de
consecuencias irreparables sobre el equilibrio interno que necesita la
economía para mejorar su credibilidad internacional.

En tales condiciones, Murillo dijo que sería muy difícil alcanzar el 2%
de crecimiento del PIB previsto, lo que puede indicar que la economía
castrista ya se encuentre en recesión durante el primer semestre de este
año, y lo que es peor, esta situación coyuntural se pueda ver agravada
en los próximos meses.

Murillo culpa de la situación de falta de liquidez de la economía a "la
caída de los precios del petróleo y el níquel, los incumplimientos de la
producción azucarera y de los ingresos previstos en plan". Es
interesante la relevancia que el régimen castrista otorga a los precios
del petróleo. De hecho, es objeto del único comentario que suscita esta
noticia en el diario Granma, del que tomamos la información. Un usuario
con el identificador PP96 dice textualmente "No entiendo por qué la
disminución del precio del petróleo afecta la liquidez de nuestra
economía. Cuba es un país importador de petróleo, por lo que, a mi
juicio, si los precios disminuyen, eso debería ser beneficioso para la
economía. Esto me resulta confuso, no soy economista, por favor, que
alguien aclare mejor esta situación..."

El usuario tiene toda la razón. Los países que carecen de petróleo, como
por ejemplo España, que importa el 100% del crudo que se utiliza en la
economía, se están viendo beneficiados de unos precios más bajos en los
mercados mundiales que permiten obtener un superávit comercial porque
las exportaciones superan claramente a las importaciones y la mejora de
la relación real de intercambio. Por el contrario, en la economía
castrista, la bajada del precio del petróleo es perjudicial porque el
régimen ingresa de Venezuela, tras el vínculo Castro y Chávez, unas
subvenciones encubiertas ligadas a esos precios que permiten la reventa
de los derivados del petróleo en otros países.

El caso es que al régimen cubano le interesa, como si fuera un país
exportador de petróleo al uso, que los precios del crudo sean elevados
para poder generar más recursos de ese proceso de intercambio con
Venezuela y de reventa. Si los precios bajan, por el contrario, como
está ocurriendo, la recaudación disminuye. De ese modo, un factor
externo pasa a convertirse en uno interno de la economía.

En el caso del níquel, la explicación parece más evidente. Los problemas
en el sector del azúcar o los incumplimientos del plan son "clásicos" de
la economía castrista que se derivan del modelo existente, que anula la
libertad económica y los derechos de propiedad.

La receta del régimen para afrontar la tensión de liquidez pasa por
"disminuirlos gastos líquidos, al máximo de las posibilidades y explotar
las numerosas reservas existentes en los inventarios, pues la economía
dispone hoy de 1.200 millones de inventarios útiles por encima de lo
previsto en el plan". Esto lo que quiere decir es que los apagones están
cerca, que las inversiones en infraestructura tan necesarias y urgentes
para la economía nacional se paralizan o se postergan sine die, y que
los subsidios a los precios de los alimentos aumentarán más aún la
cuenta general del Estado, propiciando más déficit, sin que ello suponga
alcanzar el objetivo perseguido de mejora de la capacidad de consumo de
la población.

En tales condiciones, las remesas de las familias en el exterior o los
ingresos por turismo pasan a ocupar un papel fundamental en la obtención
de liquidez por la economía castrista y, sin embargo, Murillo no dedicó
a estas cuestiones ni una sola línea de su intervención. ¿Por qué será?

Este artículo apareció bajo otro título en el blog Cubaeconomía. Se
reproduce con autorización del autor.

Source: Los apagones están cerca | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1467726894_23611.html

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