martes, 12 de julio de 2016

Lecciones del proceso político cubano

Lecciones del proceso político cubano

Cuba posee un rico historial en su proceso político
El médico y opositor cubano Oscar Elías Biscet preside el Proyecto Emilia
Las organizaciones opositoras pacíficas son víctimas de golpizas
ORESTES RODRÍGUEZ

Cuba posee un rico historial en su proceso político que sirve de
lecciones para tener en cuenta cuando acontezca lo inevitable: un cambio
substancial en la vida política. La historia política de Cuba transita
por cuatro periodos: desde el nacimiento de la República el 20 de mayo
de 1902 hasta el 12 de agosto de 1933, desde esta última hasta el 10 de
octubre de 1940, en que entró en vigor la Carta Magna de esa fecha,
hasta el fatídico 10 de marzo de 1952, desde este último hasta 1959,
cuando una promisoria revolución tomó el poder, convirtiéndose en la
dictadura más longeva y destructiva que ha padecido la nación cubana.

Hay que resaltar que durante la etapa de la Cuba republicana dos
partidos orientaron la vida política nacional: el Liberal y el
Conservador, pero estos partidos no rebasaron la etapa del grupo. Grupos
personales, inestables y friables, a veces con inclinaciones al
faccionismo, fueron tales partidos, porque tuvieron más vinculación con
el partido grupal que con el Estado, de ahí que los partidos políticos
mencionados no se diferenciaron por ideas y programas, adversidad
fenoménica que dio motivo a la célebre expresión: "En Cuba no hay nada
que se parezca más a un conservador que un liberal y viceversa".

Como es conocido, las dictaduras de Machado y de Batista tuvieron una
existencia de pocos años, mientras que la castrista ha perdurado más de
57 años, y ha generado las inquietudes de los cubanos que salieron a la
palestra utilizando, al principio, la vía armada y fracasada esta última
–por motivos que no es posible dejarlos expuestos en esta columna, por
razones de espacio– y la que se apoya actualmente en la oposición
pacífica, que integran diversas organizaciones dentro de la isla.

El médico y opositor cubano Oscar Elías Biscet preside el Proyecto
Emilia, que postula un cambio desde la base, con el fin de tender
puentes a otras organizaciones como la Mesa de la Unidad Democrática,
que aspiran a la unión en la calle.

Las organizaciones que en la isla se enfrentan al régimen de manera
pacífica, entre ellas los jóvenes que integran Somos+ y la Unión
Patriótica de Cuba (UNPACU), las Damas de Blanco, son víctimas de las
golpizas que les propinan los agentes castristas cuando ejercen el
derecho de manifestación que, en ocasiones, han culminado con una ola de
detenciones, en franca violación de los derechos humanos y,
especialmente, el articulo 20.1 de la Declaración Universal de los
Derechos del Hombre, según el cual "toda persona tiene derecho a la
libertad de reunión y de asociación pacífica".

El pacifismo que hoy preside el movimiento opositor en Cuba, nos
recuerda el apotegma de Mahatma Gandhi: "En cuanto alguien comprende que
obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna
tiranía puede dominarle". Es evidente que la oposición al régimen
castrista se desenvuelve en un medio hostil y cargado de amenazas,
atropellos y cárcel, pero más tarde que nunca, se verá la luz al final
del túnel.

Abogado cubano. Reside en Miami.

Source: Lecciones del proceso político cubano | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article88886137.html

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