martes, 5 de julio de 2016

Fidel Castro, hasta en la sopa en Cuba

Fidel Castro, hasta en la sopa en Cuba
El mismo hombre que auguró hecatombes nucleares, el fin del capitalismo
o vaticinó que Cuba exportaría carne de res y malangas, regresó de nuevo
al plató
LA HABANA.-IVÁN GARCÍA
Especial

El barbudo Castro, célebre por sus extensos discursos, patrocinador de
focos guerrilleros en América Latina o África y promesas utópicas, se
jubiló por enfermedad tras 47 años en el poder. Pero como un fantasma
incorpóreo aparece a cualquier hora en la vida de los cubanos.

"Hace unos días escuchaba un juego de béisbol por la radio y en los
entre innings, como cortina, utilizaban trechos de discursos de Fidel.
En la televisión sucede lo mismo. No hay presupuesto para publicarle a
escritores jóvenes, pero este año las editoriales del libro van a
divulgar 25 textos de Fidel o sobre su vida. De tranca, mi hermano, si
pudiera me fuera para la luna", indica Renato, quien vende DVDs
pirateados en la calzada de Monte, en el centro de La Habana.

Es una ofensiva 'revolucionaria' para recordar y agasajar al 'invicto
comandante'. En una tarima empercudida de un agromercado en el municipio
Diez de Octubre, en el sur de la capital, mientras pregona 'Vamos, se
acabó el abuso, compra tu piña a ocho pesos aquí', un dependiente,
rodeado de mangos verdes y guayabas maduras, con un trozo de cartón
espanta las moscas y lo usa como abanico para echarse fresco. Detrás,
una pintura de Fidel Castro y una consigna que se antoja redundante:
Socialismo o Muerte.

"Ya las frases de Fidel, el Che o Martí en cualquier valla publicitaria
se han convertido en una rutina que la gente ni caso le hace. No sé las
personas más viejas, pero los más jóvenes ni se acuerdan de Fidel. Es
como si estuviera muerto. Y que me perdone Dios, pero para mí ya él es
algo lejano en el tiempo", confiesa el vendedor.

Las costumbres se convierten en leyes no escritas. Para el gobernante
partido comunista, en el preámbulo de una ceremonia patriótica,
inauguración de una industria o simplemente por manía, es de buen gusto
citar a Fidel Castro de carretilla.

Hay citas para todos los gustos. A la carta. Igual se recuerdan sus
hazañas durante la invasión de Bahía de Cochinos, que su pronóstico
exacto para predecir la trayectoria de un huracán o aquella semana de la
primavera de 1999 cuando el 'infalible' Castro adiestró, menú de comida
incluido, a la selección nacional de béisbol que topó frente a los
Orioles de Baltimore.

En los murales de centros de trabajo, escuelas o instituciones estatales
no faltan frases suyas. El mismo hombre que auguró hecatombes nucleares,
el fin del capitalismo o vaticinó que Cuba exportaría carne de res y
malangas, regresó de nuevo al plató.

Los delirios y mitomanías de Castro necesitan varios tomos para
compilarse. Siempre nos vendió la imagen del chico más adelantado de su
clase. El que vislumbró el peligro antes que cualquier otro. El mariscal
más inteligente. Genetista en jefe. Ganadero de calibre. Pívot
excepcional de basket. El que pudo escapar a más de 600 planes de
atentados de la CIA. El hombre que estaba por encima del bien o el mal.

Diez años después de jubilarse del poder, parecía que disminuiría el
culto a su personalidad fabricado por el departamento de orientación y
propaganda del comité central del partido. Y ciertamente disminuyó.

En el tiempo se desdibujaban aquellos lemas al mejor estilo de la etapa
estalinista: Esta es tu casa, Fidel; Pa'lo que sea Fidel, pa'lo que sea;
Comandante en Jefe, ordene; Que tiene Fidel que los americanos no pueden
con él; La suerte de Cuba es tener a Fidel o El mejor estadista del
siglo XX.

Pero la cercanía de su 90 cumpleaños, el 13 de agosto, ha servido de
pretexto para retomar y aumentar, la propaganda frenética con leves
tintes de misticismo y superchería barata. Los paleros hacen sacrificios
en su nombre. Los santeros nuevos resguardos. Ñáñigos, masones y
espiritistas oran para que dure cien años.

La idolatría exagerada, que desató llantos y gritos histéricos en la
sala plenaria del último congreso partidista, el pasado mes de abril,
rebasó el sentido común cuando en una conferencia efectuada en Bayamo,
titulada Nada tengo mientras no tenga Patria, Reynaldo Suárez, máster en
Estudios Cubanos y Caribeños y doctor en Ciencias Jurídicas por la
Universidad de Oriente, aseguró que Fidel Castro está 'protegido': "Su
liderazgo tiene que ver con su capacidad de supervivencia, con la
suerte, el azahar. Es algo que traspasa la dialéctica. Es un tipo que
está unta'o, que tiene capacidad de convertir los fracasos en victorias
y que fue capaz de construir la revolución más profunda y radical que se
haya conocido".

Como si se tratase de un tipo dotado de protecciones esotéricas y de
buena fortuna, algo así como un ser ungido que debe ser declarado
'patrimonio de la nación cubana'.

Y las conmemoraciones no paran. Hasta que termine el año se anuncian
conferencias, charlas y cantatas por el onomástico noventa del viejo líder.

Más adulación imposible. Aún no estamos al nivel del manicomio
norcoreano. Pero casi.

Source: Fidel Castro, hasta en la sopa en Cuba :: Diario las Americas ::
Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3915784_fidel-castro-hasta-en-la-sopa-en-cuba.html

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