El hábito de mentir - una adicción peligrosa

El hábito de mentir: una adicción peligrosa
junio 28, 2016 3:33 pm por Oscar Sánchez Madan

Cidra, Matanzas, Oscar Sánchez, (PD) A lo largo de la historia, el
engaño se ha constituido en una arraigada costumbre en no pocos seres
humanos, que por falta de argumentos para justificar sus actuaciones,
apelan a la distorsión de la realidad, sin pensar en sus nocivas
consecuencias.

Quién miente expresa lo contrario a lo que piensa y así, daña a los
receptores de la desinformación que propalan.

También se perjudican a sí mismos, porque tras difundir una mentira, en
su conciencia nunca más habrá paz.

Es casi imposible encontrar a alguien que no haya mentido, al menos una
vez en su vida, ya sea para evadir el engaño a un jefe, el castigo de
sus padres, la reprimenda de la maestra o con el fin de proteger a un
familiar, colega o amigo que haya cometido alguna falta no muy grave (en
estos casos, el embuste no es tan perjudicial).

Es muy pernicioso cuando se convierte en hábito que atrapa y asfixia a
sus artífices y contribuye a masificar la desinformación.

Hay que lamentar que existan insensatos que desde los medios de
información utilizan la mentira como estrategia para favorecer a las
oligarquías y a los partidos que luchan por imponer sus ideologías anti
populares. Estos comprometen el derecho fundamental de millones de
ciudadanos a recibir una información veraz.

Medios de prensa como Cubavisión y Telesur al informar sobre la actual
situación de Venezuela, regularmente se basan en fuentes gubernamentales
de dudosa reputación. Dichas televisoras, en escasas ocasiones, se
apoyan en opiniones de venezolanos que critican al oficialismo y así,
distorsionan la información.

Nada mejor que el tiempo y la verdad para desenmascarar a estos
embusteros patológicos que no se avergüenzan de sus irresponsables
actos. Por mucho que se presenten como abanderados de lo veraz, sus
máscaras caerán.

En el mundo de hoy, la mentira es utilizada con frecuencia por muchos
líderes populistas. Es empleada además por guerrilleros, paramilitares,
narcotraficantes, terroristas y supuestos demócratas, cuyos actos
irracionales han cobrado a la humanidad millones de vidas.

Por suerte, en la difícil y hermosa carrera de la vida, mil mentiras
pueden ser alcanzadas e incluso superadas, por una sola verdad. Aunque
corran a gran velocidad, la verdad alcanzará antes la meta.

Es necesario ser como los niños: tiernos, indagadores y rebeldes. Se
dice que nunca mienten y que no se cansan de escudriñar la realidad.

No existe mejor opción que el apego a la verdad para trabajar por el
bienestar de la especie humana.

La autenticidad en lo que se expresa genera confianza y es una clara
demostración de responsabilidad.

Urge enfrentar a los habituales mentirosos que desde la política dañan a
los pueblos. Apremia exigirles que expresen la verdad sobre las
verdaderas causas de las guerras y el asesinato de disidentes, negros,
creyentes, homosexuales y otros diferentes.
insurrecto61@gmail.com; Osar Sánchez Madan

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