jueves, 7 de julio de 2016

Cuba no es una Corea del Norte con playas

Cuba no es una Corea del Norte con playas
¿La gente es feliz en la Isla? Esa es la imagen que se llevan los
jóvenes cubanoamericanos por la propaganda del régimen
Jueves, julio 7, 2016 | Luis Cino Álvarez

LA HABANA, Cuba.- El artículo de Michael Weisenstein, de Associated
Press, "Cubanoamericanos jóvenes regresan impresionados de visita a la
isla", publicado el pasado 4 de julio en El Nuevo Herald, nos hace
preguntarnos a muchos hasta dónde puede llegar la capacidad de
autoengañarse a gusto y condicionarse para creerse –o inventarse– lo que
a uno le conviene.

Nos cuenta el periodista que una de las viajeras impresionadas del
programa CubaOne, Miranda Hernández, de 20 años, estudiante de la
Universidad de Berkeley, dijo que "aquello no es tan malo", un lugar tan
terrible como mucha gente piensa. Explica que ella creció pensando que
Cuba era "una Corea del Norte con playas bonitas".

¡Vaya historias truculentas que le habrán hecho a la muchachita,
pobrecita, tan crédula como ha demostrado ser!

Aunque en ambos países haya viejas dictaduras dinásticas y payasescas
que no ocultan sus lazos de amistad –recuerden el incidente del barco
cargado de armamentos que atraparon en el Canal de Panamá, y más
recientemente, hace solo unos días, los besos y abrazos que le prodigó
el tirano Kim Jong-un al enviado castrista Salvador Valdés Mesa–, Cuba
es un baluarte de la democracia si se compara con Corea del Norte, tan
siniestra y con un clima que no acompaña. En Cuba, el trópico, el verdor
de la vegetación, el mar, la idiosincrasia de la gente, ayudan mucho,
especialmente para tupir a los visitantes ingenuos. Y no fusilan con
antiaéreas a los que se quedan dormidos en un discurso del Jefe, que si
lo hicieran, ocurriría una masacre ministerial y de diputados.

En Cuba no solo hay playas bonitas. También hay hoteles y paladares de
lujo para el que tenga mucho dinero. Y chusmería, cochambre, alcohol y
reguetón para el resto, que es la mayoría. Pero supongo que sea
precisamente a eso a lo que se refiere Miranda cuando dice –cual si
fuera una valla propagandística de las que pone el régimen en las
orillas de las carreteras– que la gente es feliz en Cuba.

Todo tiene matices. Que no haya visto a los cubanos ahorcándose y
cortándose las venas en las calles no quiere decir exactamente que sean
felices. Si lo fueran, no existiría esa manía nacional de largarse del
país, a cualquier sitio y a como dé lugar, aun a riesgo de sus vidas.

Miranda parece no estar enterada de los que se lanzan al mar a diario,
de los miles que estuvieron varados en Centroamérica, de los que ahora
mismo quieren deportar de Ecuador y que han hecho una carta donde
explican muy detalladamente por qué se fueron de Cuba. Pero supongo que
Miranda sea de los que culpe de esa situación a la Ley de Ajuste Cubano.
¡Como si la gente se lanzara por las ventanas, no porque el edificio
esté ardiendo, sino porque los bomberos han colocado una malla de lo más
bonita para recogerlos!

¿Habrá conversado Miranda con muchos cubanos de su edad, les habrá
preguntado sobre sus planes para el futuro? Me temo que no.

Como único me convencería de la sinceridad de Miranda y los demás chicos
fascinados de CubaOne por su viaje de seis días a La Habana, sería si se
decidieran a establecerse definitivamente en la patria de sus mayores, a
compartir nuestra felicidad.

Cada vez se evidencia más el éxito que ha tenido el régimen castrista en
mangar y engatusar a medio mundo, lo mismo a congresistas y gobernadores
norteamericanos que al mismísimo presidente Obama, a Federica Mogherini,
François Hollande, Bon Jovi o el papa Francisco, con sólo dar unos
retoques a su fachada; como se las arregla para hacer que la dictadura
no lo parezca tanto, manteniéndola fotogénica, a pesar de la decrepitud,
las ruinas y la mugre.

Aunque no hay que creer demasiado en ingenuidades ni sentimentalismos.
Nos explica Weisenstein en su artículo que los fundadores de CubaOne
"esperan recaudar fondos suficientes para el futuro de manos de donantes
individuales, así como aerolíneas, empresas hoteleras y otras compañías
norteamericanas que comienzan a entrar al mercado cubano".

¡Hubiera empezado por ahí, porque tanta emoción y entusiasmo resultaban
sospechosos!

luicino2014@gmail.com

Source: Cuba no es una Corea del Norte con playas | Cubanet -
https://www.cubanet.org/destacados/cuba-no-es-una-corea-del-norte-con-playas/

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