miércoles, 6 de julio de 2016

Cien por ciento Clandestina: una tienda, una galería, un laboratorio

Cien por ciento Clandestina: una tienda, una galería, un laboratorio
ANA PAULA DÍAZ | La Habana | 6 de Julio de 2016 - 08:20 CEST.

Clandestina es una tienda diferente. Aunque está ubicada en la Habana
Vieja, sus productos nada tienen que ver con los típicos suvenires
ofrecidos en masa a los turistas. Y mucho menos se parece este local a
los establecimientos estatales.

Bajo el sello se ofrecen originales diseños, desde bolsos y camisetas,
hasta sombreros y cojines. A ello se suman carteles y serigrafías. Todo
es concebido y realizado en el mismo local, en un taller habilitado al
fondo.

Allí es casi seguro encontrar a Idania del Río y Leire Fernández, las
creadoras de esta tienda, galería, laboratorio, donde el diseño
industrial cubano, una de las ramas de menor desarrollo en el país,
cobra vida a la pequeña escala.

"La clave en Clandestina fue crear algo desde cero, que fuera nuestro,
donde pudiéramos controlar todo: la producción, el discurso, el diseño,
la visualidad, la experiencia de venta", comenta Leire, española
especialista en industrias creativas.

"Clandestina, el nombre, fue sugerencia de una amiga, a propósito de la
película, pero además tiene mucho que ver con la manera en que nos
aproximarnos al mundo de la moda y el diseño: en clandestinaje, con
nuestros procesos y enfoques propios. Además, de alguna manera el
discurso también es irónico, chistoso", comenta Idania, graduada del
Instituto Superior de Diseño.

99% diseño cubano

Con las tímidas medidas económicas puestas en marcha por le Gobierno,
Idania y Leire vieron la oportunidad de llevar a la realidad un proyecto
del que mucho habían hablado y antes parecía imposible realizar.

"La posibilidad de comprar y vender casas fue fundamental. Además, los
artistas que forman parte del Registro del Creador, tienen la
posibilidad de convertir las casas en galerías. Ese fue el camino legal
que seguimos", explica Idania.

"La condición de creador independiente es muy importante —añade—. Puedes
presentar un proyecto al Fondo de Bienes Culturales y te permite
importar, operar comercialmente".

"También soy parte de la UNEAC (Unión de Escritores y Artistas de Cuba,
oficialista), que me ampara legalmente para tener la licencia de artista
independiente en la ONAT (Oficina Nacional de la Administración
Tributaria)", agrega la joven diseñadora.

A un entramado jurídico complejo se suman las trabas que supone la
situación económica del país. Concebir un diseño y llevarlo a la
práctica no es tarea sencilla en Cuba.

"Uno puede tener muchas ideas, pero realizarlas es lo más difícil. A la
hora de empezar a producir se enreda todo mucho. Nosotros vamos poco a
poco. Llevamos un año y medio funcionando, pero el primer año fue
exclusivamente para ver cómo lográbamos hacer un producto", enfatiza Idania.

Para las gestoras de Clandestina la filosofía es adaptarse a los
materiales y recursos que encuentran. Así nació la línea "vintatrashe".
A partir de ropa reciclada se diseñan pullovers, sayas, shorts, siempre
sobre la base de un estilo bohemio informal.

Clandestina funciona como una pequeña mini industria, aunque no le temen
a la gran escala. "Soy diseñadora y lo veo de esa manera. Todos nuestros
procesos son susceptibles de ser reproducibles a escala industrial",
asegura Idania.

'Soy mamey y sirvo para hacer batido'

Enclavada en Villegas entre Teniente Rey y Muralla, Clandestina tiene
entre su público muchos turistas. Sin embargo, a la hora de concebir sus
productos las creadoras piensan también en la realidad inmediata y las
necesidades de los cubanos.

"No creemos que haya que diseñar un producto para turistas y otro para
cubanos. En realidad, aprovechamos la globalización y el concepto global
que tiene la gente de Cuba. Entonces, diseñamos algo que nos guste a
nosotros, y que quienes no son como nosotros puedan entender. Buscamos
el punto medio", opina Idania.

Es así que las camisetas, por ejemplo, pueden tener impresas frases que
aluden a lo cubano, como "Soy mamey y sirvo para ser batido", o más
globales: "La fibra óptica es carne de mentirita?".

"Hay que pensar en lo que el cliente quiere y lo que yo quiero contarle,
que entienda sobre Cuba y mucho más. Clandestina es Cuba, pero también
es una forma de entender el mundo", concluye Leire.

Video:
https://www.youtube.com/watch?v=hr8LbbbaIrc

Source: Cien por ciento Clandestina: una tienda, una galería, un
laboratorio | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cultura/1467321658_23512.html

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