Balseros cubanos más renuentes a ser interceptados en el mar
Guardacostas confirma que se han incrementado incidentes en los que
inmigrantes cubanos no acatan ordenes y son hostiles
La causa puede ser percepción que política de pies secos/pies mojados
podría cambiar pronto
La raíz del problema es la decisión de devolver a cubanos a la isla sin
son interceptados
ALFONSO CHARDY
achardy@elnuevoherald.com
Recientes informes de prensa han dado cuenta de que inmigrantes cubanos
que llegan por mar se han vuelto cada vez más agresivos, resistiendo los
esfuerzos de la Guardia Costera para interceptarlos o luchando contra la
Patrulla Fronteriza o la policía para tocar tierra firme a toda costa.
Tal vez el incidente que más contribuyó a crear la imagen de balseros
enardecidos fue el que se produjo el último 25 de junio en Dania Beach,
en el Condado Broward, donde agentes de la policía utilizaron Tasers y
balas no letales para detener a 11 cubanos que trataban de tocar tierra
a pesar de los esfuerzos de la Guardia Costera para detenerlos en el mar.
Aunque los incidentes de balseros hostiles son más frecuentes, estos en
realidad comenzaron poco después de que Estados Unidos y Cuba firmaran
acuerdos migratorios que pusieron fin al éxodo de balseros de 1994. Esto
se debe a que los acuerdos produjeron un cambio dramático en la manera
en que las autoridades estadounidenses lidian con los inmigrantes
cubanos que llegan por mar sin visado.
Antes de los acuerdos, cualquier cubano encontrado en un bote o una
balsa con rumbo a Estados Unidos era traído a tierra en los escampavías
del Guardacostas y se le permitía permanecer en el país bajo la Ley de
Ajuste Cubano.
Después de que los acuerdos entraran en vigor, todo balsero cubano
interceptado en alta mar es devuelto a la isla o llevado a la base naval
de Guantánamo para reasentamiento en un tercer país si muestra que
podría ser victima de persecución en su país.
Sólo aquellos balseros cubanos que evitan ser interceptados por la
Guardia Costera en el mar y llegan a la costa, pueden quedarse en el
país bajo la Ley de Ajuste Cubano que les permite solicitar la
residencia permanente después de un año y un día.
Es precisamente esta política la que está detrás de las acciones
agresivas de los balseros, especialmente de los que ya están cerca de la
costa y que de pronto son interceptados. Ser devueltos a Cuba cuando la
costa está a la vista es frustrante para ellos, ya que a menudo se han
embarcado en viajes similares anteriormente, sólo para ser detenidos y
devueltos a Cuba repetidas veces.
"Traté de venir aquí 12 veces en los últimos tres años", dijo Raúl
Suniel, un inmigrante cubano recientemente entrevistado después de
llegar a Miami en un barco el 13 de agosto pasado pasado.
Funcionarios de la Guardia Costera dijeron que empezaron a ver más
episodios de resistencia por parte de los balseros a las intercepciones
en el mar después de que el presidente Barack Obama, en diciembre del
2014, ordenara el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.
"Los migrantes parecen menos dispuestos a acatar las órdenes del
Guardacostas", dijo Mark Gordon, jefe del cumplimiento de la ley en la
oficina del séptimo distrito del Guardacostas en Miami. "La política
hacia los migrantes cubanos no ha cambiado, pero hay una percepción de
que podría cambiar y esto puede estar detrás del cambio de actitud".
Uno de los primeros casos conocidos de este tipo de hostilidad tuvo
lugar unos cinco años después de la firma de los acuerdos que llevaron a
la actual política de pies secos/pies mojados.
El 1º de julio de 1999, seis balseros cubanos que llegaron cerca de la
costa frente a Surfside, blandieron remos con clavos cuando uno de los
escampavías se acercó al bote en el que venían.
Un funcionario de la Guardia Costera, el teniente Ron LaBrec, describió
la escena a los reporteros.
"Cuando nuestras embarcaciones llegaron al lugar, ordenaron al bote de
los inmigrantes que se detuviera", dijo LaBrec. "Estos se negaron a
detenerse y empezaron a empuñar los remos con clavos. Estaban
resistiéndose".
El episodio molestó profundamente a los exiliados cubanos en Miami,
porque los camarógrafos de la televisión llegaron y comenzaron a
transmitir en vivo desde la escena. Las imágenes que mostraron fueron
las tácticas agresivas de respuesta por parte de los agentes del orden
para prevenir que los balseros tocaran tierra, no las amenazas iniciales
contra los miembros de la Guardia Costera.
Después de que los seis balseros saltaron al agua desde su pequeño bote,
a sólo metros de la playa de Surfside, trataron de evadir la Guardia
Costera y los botes de la policía que bloqueaban su paso a tierra firme.
El personal de la Guardia Costera utilizó una manguera de alta presión
contra los inmigrantes y una vez que estos empezaron a tener
dificultades en llegar a la playa, trataron más agresivamente de evitar
que los cubanos tocaran tierra. Uno de los cubanos fue esposado por un
agente de la policía de North Miami Beach. mientras que otro sufrió un
ataque con aerosol de pimienta disparado por un tripulante del guardacostas.
Mientras que dos cubanos lograron llegar a la costa, otros cuatro fueron
detenidos en el agua y llevados a un escampavías de la Guardia Costera
para su posible repatriación.
En última instancia, sin embargo, los cuatro fueron traídos a tierra y
se les permitió quedarse debido a la enorme presión pública.
Aunque separados en el tiempo por 17 años, el incidente de Surfside se
asemeja a lo que ocurrió justo al sur del muelle de Dania Beach el 25 de
junio pasado cuando 11 cubanos aparecieron cerca de la playa en un
pequeño bote.
Según testigos, los balseros primero amenazaron a las autoridades con
cuchillos si trataban de bloquear su intento de llegar a tierra. Los
inmigrantes también tenían machetes, según los testigos.
Uno de los 11 inmigrantes, identificado más tarde como Lázaro Mora
Gutiérrez, fue acusado de agredir a un agente federal con "un arma
mortal", un machete, así como "resistir, impedir, intimidar o interferir
con las funciones de un empleado de una agencia del gobierno de EEUU".
Mora Gutiérrez, de 41 años, está en espera de ser procesado penalmente
en la Corte Federal de Fort Lauderdale.
Una denuncia penal contra Mora Gutiérrez, presentada por un agente
especial de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), una unidad de
la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE), añade detalles sobre la
presunta hostilidad de los cubanos.
Cuando un agente federal se acercó al bote de los cubanos, dice la
denuncia penal, el individuo identificado posteriormente como Gutiérrez,
trató de atacar al oficial con un machete.
"Como resultado, los agentes se vieron obligados a emplear medios de
fuerza no letales contra Gutiérrez para lograr ponerlo bajo custodia",
de acuerdo con la denuncia penal.
La resistencia a la Guardia Costera puede haber jugado un papel
preponderante en la orden del 28 de junio de un juez federal que negó la
solicitud de 21 balseros de permanecer en los Estados Unidos después de
que algunos de ellos treparan a bordo del faro conocido como American
Shoal a unas siete millas al sur de Sugarloaf Key.
El 20 de mayo, cuando el guardacostas avistó por primera vez el bote en
el que los cubanos viajaban hacia la costa, estos parecían dispuestos a
ignorar y resistir a la Guardia Costera, según la orden del juez.
"La Guardia Costera siguió al bote de 15 pies, de color azul y amarillo,
sin registro", según el orden de juez Darrin Gayles. "A pesar de la
persecución por parte de la Guardia Costera, el barco no se detuvo hasta
que experimentó problemas con el motor. Dos de los ocupantes acataron
las órdenes de la Guardia Costera de rendirse y fueron puestos bajo
custodia. El resto de los ocupantes, sin embargo, se armaron con tubos
de metal, se lanzaron al mar y nadaron hasta el faro".
En los últimos meses, también ha habido episodios en los que los cubanos
se han herido a sí mismos para tratar de obligar a la Guardia Costera a
traerlos a tierra para recibir atención médica y garantizar entrada al país.
Aunque los propios cubanos lo negaron, un funcionaro federal
familiarizado con el caso especuló recientemente que siete de los
balseros inmigrantes que sufrieron heridas de bala probablemente se
hirieron a sí mismos con el fin de obligar a las autoridades a trarelos
a tierra para darles atención médica y poder quedarse.
Dos de los inmigrantes heridos dijeron a los periodistas en Miami
después, que un grupo de hombres armados fue el que abrió fuego sobre
ellos en Cuba tratando infrutuosamente de robarles el bote.
En otro caso, detallado por el diario Sun Sentinel, un cubano cogió una
pistola y se disparó en el hombro cuando un escampavías de la Guardia
Costera se acercó a su pequeño bote al norte de La Habana el 22 de junio
pasado.
Siga a Alfonso Chardy en Twitter: @AlfonsoChardy
Source: El problema se deriva del temor de los balseros a ser devueltos
a Cuba si son interceptados en alta mar | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/noticias/sur-de-la-florida/article88671687.html
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