Generales y escritores

Generales y escritores
LUNES, 12 DE AGOSTO DE 2013 02:36
ESCRITO POR FRANK CORREA

Cuba actualidad, Jaimanitas, La Habana, (PD) En la cadena de mando el
general es la cima de la pirámide. Desde soldado hasta la cúspide hay un
largo camino. Incluso en el generalato, hay todavía un trecho por
recorrer: brigadier, general de división, de cuerpo de ejército, mayor
general, general de ejército, mariscal.

La literatura universal hace gala de ellos en famosas victorias y
derrotas, pletóricas de romanticismo, idealismo, hazañas épicas,
licencias poéticas. Sin intentar orden cronológico, ni alfabético, ni
jerárquico, una lista aleatoria pudiera incluir a Aquiles, Alejandro,
Aníbal, Julio César, Escipión, Atila, Napoleón, Simón Bolívar,
Garibaldi, Custer, Máximo Gómez, De Gaulle, Zhukov... abanico de credos,
razas, ideologías, continentes.

Hombres erigidos sobre sus iguales en conocimientos, audacia, intuición
de una legendaria misión. Movidos por intereses personales y genuinos.
También por esperanzas de emancipar pueblos, combatir dinastías,
coloniajes, dictaduras.

Escritores de todas épocas y latitudes narraron sus vidas, de forma
directa o en sentido figurado. La recurrencia atribuye proezas a
algunos, cuando fueron en la acción meros soldados.

Mi experiencia con generales es mínima. A veces me pasa uno por delante
como un bólido en un auto de chapa verde, mientras espero botella en los
semáforos. Veo su uniforme de general. Sus estrellas. Sus ramos de
olivo. Una visión fugaz.

En el pasado, cuando era oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
(FAR), conocí a varios. Rogelio Avecedo, héroe de la Sierra, luego del
proceso Río Zaza, almorzaba en la mesa contigua cuando inspeccionaba la
división 40, donde yo era teniente de retaguardia. También Shueg Colás,
héroe legítimo de la guerra de Angola, jefe del cuerpo de ejército. Y
Tomasevich, Rosales del Toro, Casas Regueiro, que inspeccionaron mi
unidad por aquellos años.

Conocí al general Cuenca cuando era aún coronel y cortejábamos a unas
hermanas. En un banquete me gastó una broma pesada, que asumí con
marcialidad. Mientras anduve distraído, vertió ají picante en mi trago y
propuso un brindis. Me miró fijamente, esperando mi reacción para reír
la guasa, pero se llevó un chasco. Aunque por dentro estallaba como un
volcán, permanecí impasible. Cuando pude hablar pronuncié una palabra:
"Excelente".

Sobre Raúl es poco lo que puedo aportar. Lo vi una vez, junto a una
trinchera, cuando visitó la división. El mando reunió a los oficiales en
un recinto. Medida de seguridad. Televisor, agua y café. Haciendo caso
omiso salí por detrás. Bordeé la hilera de trincheras para verlo. No era
bajito, como lucía junto al comandante.

Hablaba con el jefe de la división y me miró una vez, al pasar por su
lado. Fui un teniente más, de los tantos que había visto en su vida.
Arriesgado en su círculo íntimo. Lejos de ser una amenaza. Menos aún
tema para la literatura.

Para Cuba actualidad: frankcorrea4@gmail.com

Source: "Generales y escritores | Cuba noticias actualidad.Periodismo
independiente." -
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