Garroteros en las "shoppings"
Martes, Agosto 6, 2013 | Por Frank Correa
LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org - Garrotero, usurero,
prestamista, agiotista… son apelativos utilizados en diferentes
latitudes para denominar al individuo que presta dinero con interés, por
un plazo determinado, y al que debe dejarse alguna prenda como garantía.
En los últimos tiempos, estas personas sin escrúpulos han proliferado en
la Isla. Se aprovechan de la crisis y de la premura de la gente por
sobrevivir.
Abundan en Jaimanitas, al oeste habanero. Como garantía de los
préstamos, exigen joyas de oro, teléfonos celulares, equipos de música,
DVD… en dependencia de la suma pactada. Si el cliente (o la víctima) no
puede cumplir con el plazo previsto para recuperar lo empeñado, lo
pierde. Entonces el garrotero lo vende al doble o al triple, y obtiene
jugosos dividendos.
El colmo del relajo imperante es ver a muchos dependientes de las
tiendas recaudadoras de divisas, que además de robar a la población, en
los precios y en el cambio, y al Estado, en la comercialización de
productos fuera de inventario, también han comenzado a incursionar como
garroteros.
Con la mayor impunidad del mundo, extraen dinero de la caja registradora
del establecimiento y lo entregan al cliente, mientras guardan los
objetos garantes dentro de la misma tienda. A diferencia de los
garroteros tradicionales, sus tasas de interés son realmente leoninas.
El 26 de julio, una anciana que recibe remesas de su hijo, radicado en
Miami, estaba necesitada de comprar con urgencia los alimentos de su
dieta, y pidió un préstamo, de 10 cuc para pagar 15, en el transcurso de
una semana. El dependiente manifestó que "lo más que podía hacer por
ella era un préstamo de 7 cuc para pagar 15, pero en el transcurso de
tres días". La anciana contó después que "tuvo que morder el anzuelo y
conformarse, porque su dieta consiste estrictamente en frutas y
vegetales, y no podía esperar hasta el sábado por la llegada de la remesa".
Tito, padre de cuatro niños y residente en el reparto Mañanima, anduvo
loco, el domingo, buscando a un garrotero que le prestara dinero hasta
el día del cobro. Todos le dijeron lo mismo, que "tenían el dinero en
la calle". Cuenta Tito que al final "tuvo que morir con los dependientes
de la tienda en divisas, en un préstamo de 10 cuc a pagar 20 en cuatro
días, dejándoles la cámara fotográfica como garantía".
La necesidad de comer cierra las entendederas de los hambrientos, sobre
todo cuando hay niños, que esperan ansiosos la hora de sentarse a la
mesa, sin imaginar el esfuerzo de sus padres para conseguir la comida,
ni las triquiñuelas de algunos empleados estatales, que viven como
gusanos de la necesidad ajena.
Source: "Garroteros en las "shoppings" | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/garroteros-en-las-%e2%80%9cshoppings%e2%80%9d/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario