lunes, 12 de agosto de 2013

Concierto rompehuesos

Concierto rompehuesos
Lunes, Agosto 12, 2013 | Por Camilo Ernesto Olivera Peidro

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Era la noche del miércoles 10
de agosto de 1994. El grupo de rock Havana, seguido por muchos jóvenes
en aquel momento, ofrecía un concierto en el Teatro Payret. El viernes
anterior, cientos de personas de varios barrios de Centro Habana se
habían lanzado a protestar a las calles. Aquel Maleconazo, y la
posterior apertura por parte del gobierno cubano de las costas para
permitir el éxodo, eran la constante de esos días.

Cuando llegamos, vimos a una impresionante y mal encarada red de
policías. Según me contaron amigos cercanos, que llegaron más tarde, se
sumaron efectivos de la Brigada Especial. En la entrada del recinto, uno
de los guardias decomisaba todas las botellas de bebida. Otro
uniformado, un gordo descomunal, las guardaba en una de las taquillas.
Te decían que luego, al final del concierto, las devolverían. Dentro del
teatro, los policías se movían obligando al público a sentarse. Una vez
que se dieron cuenta de que nadie les haría caso, comenzaron a provocar
varios incidentes. Muy cerca de donde estábamos, le pidieron su Carnet
de Identidad a un muchacho.

En esa época, los documentos de identificación tenían formato de libro.
Uno de los uniformados tomo el del joven y a espaldas de este le puso
dentro una cuchilla de mediano tamaño. Luego le mostró el documento al
otro policía y se lanzaron sobre el chico, inmovilizándolo y
llevándoselo. Mientras esto sucedía, el grupo Havana tocaba sus temas.
Entre uno y otro unas personas, que parecían chicas, salían a escena
vestidas a la manera de las animadoras de las peleas de Boxeo
Profesional. Cada una mostraba un cartel con el número de la canción
como anunciando el próximo round entre la banda y el escenario.

Por unos momentos logré moverme del lugar donde estaba, e intenté salir
al vestíbulo. Lo que vi afuera me impresionó. Si bien el teatro estaba a
tope, en la calle quedaba la misma cantidad de personas. La policía
había decidido arremeter con violencia contra ellos.

Los guardias pegaban porrazos sin mirar si la persona era hombre o
mujer. Bajo la arremetida cayeron, incluso, niñas menores de edad que
fueron golpeadas sin límite con los bastones y a patadas por varios de
ellos. Los policías que estaban dentro del teatro coaccionaron a quienes
estábamos en el vestíbulo. Nos obligaron a regresar adentro
amenazándonos con los bastones y los sprays de gas pimienta.

Aunque afuera parecía que se acababa el mundo, adentro Havana seguía
tocando y el rugir de cientos de gargantas era un reflejo del momento de
extrema tensión que vivíamos. Allí se despidieron amigos que decían que
se iban de acampada para la zona de Canasí. Dos días después, llegaba la
noticia de que la acampada había llegado lejos, digamos que hasta Miami.
Según me contó luego uno de los que detuvieron afuera del teatro, los de
la Brigada Especial habían reprimido un concierto parecido a ese pero en
la zona del municipio Playa. El concierto al cual se refería había
ocurrido años antes. Esta vez los genízaros venían a la revancha.
Llegaron a golpear a los detenidos en la calle, y luego dentro del
camión mientras los llevaban a la estación. Debido a la cantidad de
personas que permanecían arrestadas, en esos días posteriores al cinco
de agosto, los calabozos estaban repletos y las condiciones eran poco
menos que infrahumanas. Mientras tanto, esa noche del 10 de agosto, los
que pudimos escapar a la represión, logramos estar en uno de los
conciertos más impactantes que dio Havana.

Source: "Concierto rompehuesos | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/concierto-rompehuesos/

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