martes, 13 de agosto de 2013

Arturo Arango - un discurso ambiguo

Arturo Arango: un discurso ambiguo
Martes, Agosto 13, 2013 | Por Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba, agosto, www.cubanet.org -Debido al anacronismo que
exhibe el sistema político imperante en Cuba, es difícil encontrar,
incluso entre los denominados "intelectuales orgánicos de la
revolución", a algunos que profesen una ciega adhesión al gobierno. La
mayoría de ellos escogen algún que otro resquicio vulnerable -de los
tantos que muestra el castrismo-, y sobre él emiten determinada crítica.
Entonces, al practicar un discurso menos comprometido con la ortodoxia
oficial, o afiliarse a tendencias como "la nueva izquierda cubana",
creen dotar de mayor credibilidad a sus puntos de vista.

Sin embargo, si esos escritores y artistas pertenecen a la Unión
Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), o necesitan de los
favores de la cultura oficialista para promover sus obras, viajar al
exterior o recibir otras prebendas, es casi seguro que complementen la
actitud anterior con otras declaraciones que, en general, no incomoden a
la cúpula castrista. Y los intelectuales cubanos han hallado una manera
muy curiosa de danzar en esa cuerda floja: mediante la indefinición
política.

Un ejemplo de lo antes expuesto lo tenemos en un dossier incluido en el
no. 2 de la revista Espacio Laical, correspondiente a los meses de abril
a junio del actual año. Se trata de un diálogo "sobre la marcha del
proceso de reformas y los vínculos entre intelectualidad, debate
político y servicio a la nación". Uno de los intelectuales convocados,
el novelista y guionista de cine Arturo Arango, al referirse a las
reformas políticas que podrían implementarse para apoyar los cambios
económicos, expresó: "Hay que refundar la democracia. No creo que, fuera
del discurso oficial, haya en Cuba alguien conforme con nuestra presunta
democracia. Pero cada vez más es evidente que el sistema de partidos
políticos es obsoleto y que ya no funciona en país alguno, llámese
Italia, México, España, Estados Unidos, Venezuela… La politiquería es la
peor manifestación de la política, y se debe huir de ella a toda costa".

Un auténtico modelo de indefinición. El señor Arango reconoce que la
"democracia participativa" que existe en Cuba es un fraude, y que más
allá del ámbito de los Esteban Lazo y su comparsa, nadie en la isla se
cree el cuento de que los órganos del Poder Popular garantizan el
gobierno del pueblo y para el pueblo. Y aunque no lo dijo
explícitamente, deja entrever que el sistema de partido único resulta
incompatible con la democracia a la que aspiramos. Hasta ahí, muy bien
todo. Mas, y para tranquilizar a sus patrocinadores, el escritor
arremete -tal y como lo hace la propaganda oficial- contra el sistema
multipartidista, que constituye uno de los reclamos de la mayoría de los
que abogan por la democracia en Cuba. El novelista critica, pero no
brinda posibles soluciones. Posiciones como esta de Arturo Arango, que a
la postre constituye un visto bueno para que todo permanezca igual en el
panorama político cubano, le son muy beneficiosas al castrismo. Porque
les permite a los gobernantes ganar tiempo, y continuar aplastando las
ansias de libertad de nuestro pueblo.

A veces pienso que, en un caso como este, lo que separa a estos
intelectuales de los verdaderos opositores al gobierno cubano, es
precisamente el hecho de estar definidos. Mientras que los primeros
prefieren el limbo de lo impreciso, los segundos, aun reconociendo que
el multipartidismo por sí solo no es la panacea para todos nuestros
males, claman abiertamente por la legalización de varios partidos, como
vía para acercarnos a un sistema político más justo e inclusivo.

Source: "Arturo Arango: un discurso ambiguo | Cubanet" -
http://www.cubanet.org/articulos/arturo-arango-un-discurso-ambiguo/

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