viernes, 5 de octubre de 2012

La política del ridículo

La política del ridículo
Jueves, 04 de Octubre de 2012 12:10
Escrito por Julio César Álvarez

Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Nada le interesa más a
la Seguridad del Estado cubana que atrapar una buena ocasión para poner
en ridículo a los miembros de la oposición.

En política es vital evitar ponerse en ridículo. Los adversarios siempre
andarán a la caza de situaciones embarazosas que pongan contra la pared
a su rival.

La técnica no es nueva ni la inventaron los cubanos. La oposición
también la usa para mostrar a sus adversarios con los pantalones abajo.
Sin embargo, sus posibilidades son casi nulas en comparación con las del
gobierno. Dependen, por ejemplo, de descuidos en la censura para ver a
los jerarcas del estado en toda su dimensión humana, y no en la divina,
como los muestran siempre los medios oficiales. Sus deslices, sus
mentiras, jamás son mostradas al pueblo por la televisión ni la prensa.

Por el contrario, el gobierno prepara en escuelas a miles de hombres y
mujeres para que dirijan una vigilancia férrea a la oposición.
Presupuestos millonarios son destinados para ese fin. De ahí que en este
juego del ratón y el gato, le toque a la oposición siempre el papel de
roedor.

Y como al que velan no escapa, cada palabra y cada movimiento hechos por
un miembro activo de la oposición, son minuciosamente monitoreados por
la sección de la Contrainteligencia encargada de ese trabajo, siempre
con vistas a usarlos, entre otras cosas, para ridiculizarlos y ponerlos
contra la pared.

Los colegas que no crean que esto es así, que es una exageración, los
que no crean que a Seguridad del Estado le interesa saber todo acerca de
los miembros de la oposición, a dónde van, con quién van, lo que dicen y
cómo lo dicen, incluso lo que comen, ya tienen perdida de antemano la
partida con el gobierno.

Prueba de ello es el seguimiento que le dio la Contrainteligencia a la
huelga de hambre de Marta Beatriz Roque y otros opositores. Si alguien
dudó hasta ahora de que a estos señores les interesa saber todo para
después buscar cómo usarlo, ahí tienen las imágenes de un aguacate
supuestamente introducido de contrabando por la ventana de Marta Beatriz
por un vecino al servicio de la Seguridad del Estado. Lo usaron para
ridiculizar la huelga de hambre, para mostrar que supuestamente se comía
en dicha huelga. Lo usaron para mostrar que se mentía, que se engañaba a
la opinión pública.

La directora del policlínico "Luis Pasteur" fue a casa de Marta Beatriz
Roque con la misión precisa de observar cualquier indicio que condujera
a la conclusión de que los integrantes de la huelga se estaban
alimentando. Fue, a todas luces, en misión de espionaje.

Vivimos en un estado policial, y esta será siempre nuestra pesadilla: la
certeza de que un ojo siempre está pendiente de lo que hacemos, no sólo
para encarcelarnos, sino también para ridiculizarnos.

Para Cuba actualidad: ajuliocesar68@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/5373-la-politica-del-ridiculo.html

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