jueves, 4 de octubre de 2012

El show del aguacate y las habichuelas

El show del aguacate y las habichuelas
Jueves, Octubre 4, 2012 | Por Pablo Pascual Méndez Piña

Martha Beatriz RoqueLA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -La
mentira es la principal arma que utilizan los regímenes totalitarios
contra sus opositores pacíficos. Un trágico ejemplo fue el de Jan
Palach, un joven checo, luchador contra la agresión soviética de 1968,
quien se prendió fuego y ardió como una antorcha humana en la Plaza de
Wenceslao, en protesta por el aplastamiento del proceso democrático de
la Primavera de Praga, por los tanques rusos.

Como respuesta, el partido comunista hizo circular un panfleto para
tratar de escamotear el sentido político de su sacrificio. Según la
versión falseada el joven disidente checo pretendía usar un líquido
especial que originara una llama fría, pero alguien se lo cambió por
gasolina, así se produjo la auto incineración por accidente.

Cuarenta y tres años después, en Cuba, la disidente Martha Beatriz Roque
se convierte en otra víctima de estas argucias. A través de un video,
mostrado en el noticiero estelar de la televisión, y según la versión de
un soplón de la cuadra, se dejó entrever que la conocida opositora,
quien encabezaba una huelga de hambre, junto a otros opositores, en
reclamo de la excarcelación del disidente Jorge Vázquez Chaviano, se
alimentó con aguacates y habichuelas durante el ayuno de protesta.

El montaje escenográfico ante la ventana del supuesto apartamento de
Martha Beatriz, por donde el chivato, traspasando los balaustres,
introdujo un aguacate, un mazo de habichuelas y otras pitanzas, no
resultaba creíble, a ojos vista, sencillamente porque la ventana pudo
ser cualquiera de las miles y miles que hay en La Habana. Además,
tampoco presentaron los rostros de las personas que intervinieron en la
escenificación, algo que deja más dudas que certezas sobre la veracidad
del hecho.

La única verdad apreciable en el vídeo es que Martha Beatriz -acusada
por el régimen de truhana, mercenaria y de "tener un signo de peso en
los ojos"- vive en un barrio pobre de La Habana y para acceder a su
humilde apartamento hay que atravesar un angosto pasillo, donde se
aprecian los ladrillos desnudos por falta de pintura, un sello que
identifica las arruinadas construcciones donde vive la mayor parte del
pueblo en la capital. Las imágenes que la dictadura puede mostrar al
pueblo sobre cómo viven los "mercenarios del imperio", distan mucho del
panorama de las mansiones del Nuevo Vedado, Miramar, Siboney o el
Country Club, en su mayoría usurpadas a sus legítimos dueños, donde se
asienta la nueva clase, la nomenclatura que oprime a la nación, la misma
que ordenó la fabricación del video para desprestigiar a Roque Cabello y
sus compañeros.

El mensaje que recibió el pueblo al ver el video, y ahora comenta por
las calles, es que Martha Beatriz, una economista de 63 años de edad,
quien padece de diabetes severa y vive muy humildemente, estuvo
dispuesta a inmolarse en solidaridad con un compañero de lucha. Y esta
además es una acción que contrasta diametralmente con las actitudes de
las esposas de los 4 espías cubanos presos en las cárceles
norteamericanas, cuyos "supremos sacrificios" para lograr la libertad de
sus maridos consisten en viajar constantemente por el mundo para asistir
a actos y conferencias, disfrutando del confort de buenos hoteles y
buenas cenas, todo financiado por el menesteroso pueblo cubano que
apenas puede conseguir un aguacate.

Esta vez el vídeo no fue repetido hasta el cansancio, como acostumbran
hacer con estos materiales. Tampoco realizaron entrevistas a la
población en busca de opiniones, entre las cuales nunca faltan las de
los que, por miedo, dicen apoyar la posición oficialista; y, por
supuesto, siempre son esas las que ponen en la televisión. Sin embargo,
a la mayoría de las personas con las que he hablado en a calle sobre el
tema, les resultó absurda la idea de que estos opositores, dispuestos a
inmolarse por una causa justa, y que viven tan humildemente como el
resto de nuestro pueblo, sean tildados por la propaganda castrista como
"mercenarios timadores y delincuentes comunes con ambiciones de lucro".

Ya pasaron los tiempos en que el régimen cosechaba los frutos de la
desinformación que sembró durante medio siglo de feroz censura. Sus
shows mediáticos cada vez son menos efectivos, de hecho, en vez de
confundir, están ayudando a abrirle los ojos al pueblo.

http://www.cubanet.org/articulos/el-show-del-aguacate-y-las-habichuelas/

No hay comentarios:

Publicar un comentario