martes, 9 de octubre de 2012

Cubanas negras y mestizas en busca de un imaginario propio

Cubanas negras y mestizas en busca de un imaginario propio
[09-10-2012]
Lucas Garve
Fundación por la Libertad de Expresión

(www.miscelaneasdecuba.net).- La población femenina negra en Cuba carece
de un imaginario negro femenino valedero. Las únicas opciones con que
cuentan las mujeres negras y mestizas para un imprescindible
empoderamiento son las atletas que obtienen alguna que otra medalla en
competencias deportivas internacionales y las cantantes cubanas que
modelan sus curvas a fuerza de silicona y pestañas postizas o los
Orischas femeninos en último término.

A parte del jineteo, la reventa de la pacotilla y la quincalla
proveniente de familiares de Méjico, Miami o de Ecuador, por solamente
mencionar tres puntos de abastecimiento de mercaderías en el presente, a
las afrocubanas les queda solamente la opción de sentarse en un portal
detrás de un cable lleno de percheros de jeans, mini-shorts, tee-shirts
plagados de colorines y cuentas de brillo, zapatos de mujer y hombre de
tercera calidad, copias de perfumes de marca, etc.


Mucho se habla de la necesidad de empoderamiento ciudadano y de los
grupos en situación económica desfavorable en Cuba, pero resulta cuanto
antes que conozcan que en Cuba hubo mujeres negras y mestizas que
aportaron mucho a sus hermanos de raza.

Mucho más en estos momentos cuando hasta el Presidente Raúl Castro
reconoce que el salario no alcanza y el pasado 26 de julio admitió que
si la fuerza laboral del país no produce más, no podría ni pensarse en
un aumento de salarios.

Entonces cómo resolver ese problema crucial que es el de sostener
económicamente a la familia. Cuando un porciento elevado de hogares
cuenta con un solo salario para todos, después que se puso en práctica
un plan de racionalización de la fuerza de trabajo como una de las
"medidas de actualización económica aprobadas en último Congreso del
Partido Comunista de Cuba.

¿Podrán las mujeres negras y mestizas sentirse realmente valoradas si no
tienen ni siquiera un ejemplo realmente edificante que las guíe para
encontrar una vía que les garantice sobrevivir en medio de la crisis
socio-económica en que sobreviven desde finales de los 80?

Incluso siendo más dura la situación en los hogares encabezados por
madres divorciadas o solteras que capean solas o con escasa ayuda una
cotidianeidad caracterizada por la carestía y la descapitalización
material, la deficiente situación de las viviendas en un país en el que
se calcula que un 80 % de ellas se mantienen en regular o mal estado
constructivo.

Además, en los sectores más desfavorecidos económicamente, sobre todo en
los barrios francamente marginales, ellas están obligadas a encarar un
escenario donde está presente la violencia intrafamiliar y hasta la
violencia callejera, así como no está exentan del abuso sexual, las
violaciones y agresiones físicas para robarles lo poco que poseen.

La mayoría abrumadora de mujeres negras y mestizas de Cuba solamente
conocen a afrocubanas como la madre de los Maceo, la excelsa Mariana
Grajales y a María Cabrales, la esposa del Titán. Significa esto que los
ejemplos provistos por la propaganda oficial son los de madres y esposas
sacrificadas al altar de la Patria, las entregadas a una causa política.
Nada incorrecto desde el punto de vista de los valores patrios y de
nacionalismo.

Más fueron ejemplos del siglo XIX. Personajes pertenecientes a un pasado
que siendo meritorio de ser recordado, no obstante no aportan una
solución a los problemas cotidianos que las afrocubanas del siglo XXI en
la isla enfrentan.

Mientras, ¿Por qué se ignora en nuestra Historia la existencia
organizada en revistas, asociaciones y sociedades raciales y gremiales
también de mujeres como Úrsula Coimbra de Valverde, Catalina Pozo Gato,
Salie Derosme, Cristina Ayala, la poetisa África de Céspedes, la ex
esclava letrada María Ángela Storini, América Font, Felipa Basilio,
Etelvina Zayas, Catalina Medina, Pastora Ramos, Lucrecia González,
Carmen Piedra, Consuelo Serra, Inocencia Silveira, Arabella Oña, María
Dámasa Jova y muchas más mujeres negras y mestizas que escribieron y
defendieron la visibilidad de la mujer negra y de la mestiza, la
necesidad de la Educación familiar e institucional y el esfuerzo de su
ascensión social por ocupar un lugar como profesionales , incluso mucho
antes que las mujeres blancas y que abogaron porque las afrocubanas sean
tenidas en cuenta en el relato reexaminado y revalorizado de la nación
cubana?

Cuando toneladas de papel se invierten en libros de relatos históricos,
en la permanente campaña política oficial y acerca de personas, casi
siempre de piel blanca, que no aportan en lo absoluto ejemplos válidos a
la situación en que vive el grupo poblacional afrocubano, en su mayoría
en precaria situación económica.

¿Cuál razón asiste a las autoridades gubernamentales para continuar
ignorando los esfuerzos de miles de mujeres y de hombres afrocubanos
también que lograron mejorar su condición social y económica y ponerlos
como ejemplos en épocas anteriores?

¿Por qué demora tanto la promoción a puestos de decisión de mujeres
afrocubanas profesionales en todos los sectores y sobre todo en el de la
salud, de la educación, de las ciencias técnicas? Porque sí las hay, al
saberse por cifras oficiales que el 65% de la fuerza técnica y
profesional cubana la componen mujeres.

Todas estas carencias unidas hacen que la mayoría de la población
femenina negra y mestiza se sienta menospreciada, desvalorizada y
alejada de acudir a soluciones que no sean otras que la emergencia de la
marginalidad presente como escape a la crisis personal y de la sociedad
en su conjunto.

En resumen, las campañas promovidas en los últimos veinte meses
aproximadamente por varias entidades y organizaciones vinculadas al
gobierno cubano para promover la visibilidad de los afrocubanos en
general deberán, si realmente les interesa lograrlo, comenzar por
ofrecerles a las afrocubanas la recuperación de un imaginario femenino
que las ayude a reforzar la visibilidad necesaria como un factor que las
movilice hacia un proceso de cambio en un futuro de democratización en
Cuba.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37340

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