viernes, 5 de octubre de 2012

Con exhortaciones no se arregla la economía

Con exhortaciones no se arregla la economía
Viernes, Octubre 5, 2012 | Por Oscar Espinosa Chepe

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Una reunión ampliada del
Consejo de Ministros se efectuó el 28 de septiembre pasado. Como es
costumbre, una nota apareció en el diario Granma el 2 de octubre, con
la descripción de los asuntos tratados. El primer punto fue la
situación de impago entre las empresas en el período de diciembre de
2011 a julio de 2012. La información sobre ese viejo problema de la
economía cubana fue brindada por el presidente del Banco Central de
Cuba, Ernesto Medilla Villaveirán, quien expuso -sin brindar cifras
concretas- que se aprecia una ligera mejoría en las cuentas por cobrar
y pagar vencidas, pero todavía es necesario trabajar mucho más en ese
sentido, pues continúa siendo elevada la morosidad, sobre todo en un
grupo de organismos importantes.

Como medida fundamental para reducir las deudas, el funcionario
recomienda una cosa tan pedestre como la conciliación del estado de los
cobros y pagos entre las empresas y, aunque no lo mencionó, las unidades
presupuestadas. Sobre el particular, el presidente Raúl Castro subrayó
la necesidad de trabajar con rigor y disciplina para eliminar la
desorganización que conduce al robo y la negligencia. Indudablemente
esos son factores a tener en cuenta, sin embargo el problema de la
morosidad en Cuba es mucho más complejo y su génesis está en un sistema
generador de ineficiencia, con el resultado de que muchas entidades
están en bancarrota, sin existir una legislación al respecto y por
consecuencia en una situación que impide el cumplimiento de las
obligaciones financieras contraídas. Recientemente, el diario Granma,
al hacer un análisis de la situación actual de las Unidades Básica de
Producción Cooperativa (UBPC) situaba que de las 1989 "cooperativas" de
ese tipo,1122, o sea el 57,0% del total, tienen dificultades de índole
organizativa, productiva, economía y financiera, así como 327 están en
un estado tan crítico en esos aspectos, que no tienen posibilidad alguna
de recuperarse. Por supuesto, en estas condiciones difícilmente estas
UBPC poseen condiciones para pagar lo que deben, siendo fuentes de
cadenas de impago.

Otro ejemplo lo expuso el vicepresidente Marino Murilllo Jorge en esa
reunión, al referirse al reordenamiento organizativo y la
reestructuración del sistema empresarial de la industria ligera para
elevar su eficiencia, pues en los últimos años no se cumplen los planes
de producción, el salario medio de los trabajadores es de los más bajos
del país y se han acumulado pérdidas millonarias, estando la industria
en un proceso de descapitalización continuada. Habría que preguntarse si
en estas condiciones las empresas del ramo tienen posibilidades de
enfrentar sus deudas.

Muchos ejemplos más podrían citarse sobre la irrentabilidad generalizada
existente en el sistema empresarial del país. Por supuesto, el
descontrol, la indisciplina financiera, la falta de una contabilidad
confiable (existen entidades que no presentan ni balances a finales de
año), la no realización de sistemáticas conciliaciones, las pérdidas de
facturas (muchas veces para facilitar la sustracción de bienes), son
agravantes, pero el problema fundamental es la existencia de un sistema
generador de ineficiencia y, por consecuencia, tiene su corolario en
la irrentabilidad de las empresas y de la economía en su conjunto, ya
que Cuba es conocida internacionalmente como un país de alto riesgo
respecto a los pagos.

Otra cuestión importante citada en el artículo de Granma fue la
intervención de Murillo sobre los ajustes realizados a la política de
precios minoristas (sin dar elementos sobre el alcance de la medida),
que según el funcionario brinda respuesta a los Lineamientos del 66 al
71, aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista. Indudablemente
se requiere un sistema de precios que tenga en cuenta los costos de
producción y los precios de las mercancías importadas, así como medidas
para el mantenimiento de los precios de productos básicos a niveles
asequibles para la población (leche, pan, arroz y otros). No obstante,
hay que preguntarse cómo puede hacerse eso en Cuba, donde todo escasea y
los consumidores están atados de pies y manos ante la limitada de oferta
de productos. Por otra parte, el vicepresidente no se refiere a la otra
cara de la cuestión: los salarios, que no tienen ninguna relación con
los niveles internacionales y que hoy son reconocidamente insuficientes
para vivir en un momento en que el Estado ejecuta una política de
recorte en las subsidios de productos y servicios de primera necesidad,
y en prestaciones anteriormente gratuitas.

Se habla de asegurar el equilibrio monetario entre los ingresos de la
población y la circulación mercantil minorista, la cual se caracteriza
por su pobreza de oferta en cantidad y calidad. Esto sin incluir los
efectos nocivos y distorsionante de la doble circulación monetaria. El
problema de los precios es muy complejo y no se puede acometer sin una
visión integral de la economía. Realizar ajustes en esta materia, sin
tener en cuenta el ruinoso estado de la economía cubana en estos
momentos, es delicado y hasta peligroso. A pesar de ser perentorio,
tiene que acompañarse de amplias reformas en toda la economía, lo cual
no se ha efectuado. La situación de los precios ya es alarmante.
Tomando las cifras oficiales, los precios en los mercados agropecuarios
aumentaron en un 20,0% en 2011, mientras el salario promedio mensual
nominal se elevó solo en 1,5%, lo cual indica un sustancial deterioro
del salario real, tendencia que no ha cesado en el curso del 2012.

En la reunión se trató también sobre la desaparición del Instituto
Nacional de la Vivienda que se convertirá en una dirección general
dentro del Ministerio de la Construcción, pasando algunas de sus
funciones al Instituto de Planificación Física. La situación del fondo
habitacional es uno de los mayores problemas existentes en Cuba, con
una edificación de viviendas en los últimos años de algo más de 30
000 unidades, usualmente de baja calidad, insuficientes hasta para
sustituir las destruidas por efectos de fenómenos meteorológicos, el
tiempo y el poco mantenimiento. Los ajustes burocráticos de los
organismos del Estado no resolverán esos problemas, sino la
flexibilización de los permisos y otros mecanismos para la construcción,
y sobre todo el aumento sustancial de los recursos para edificarlas.

Con exhortaciones y llamados a trabajar con rigor y disciplina poco se
conseguirá. Mucho más se requiere para que se liberen las fuerzas
productivas y que los cubanos se sientan motivados a trabajar
esforzadamente.

http://www.cubanet.org/articulos/con-exhortaciones-no-se-arregla-la-economia/

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