viernes, 14 de septiembre de 2012

Qué fuerza tiene un cacerolazo?

¿Qué fuerza tiene un cacerolazo?
[14-09-2012]
Angélica Mora
Imagen cortesía de Angélica Mora.

(www.miscelaneasdecuba.net).- ¿Qué fuerza tiene un cacerolazo? Mucha,
sobre todo cuando se van sumando otros y otros hasta hacerse ensordecedor.

Argentina y el regreso del Cacerolazo. La nación andina acaba de
demostrar que no se le ha olvidado cómo realizar este tipo de protesta:

A las 7 de la noche del jueves comenzaron en distintos puntos del país
los 'cacerolazos' contra el gobierno de Cristina Fernández.
La multitudinaria acción de rebeldía y protesta contra el régimen de la
Casa Rosada se extendió como pólvora por Buenos Aires como punto central
y por el interior del país.

En Mendoza, Córdoba, Rosario, La Plata, Paraná Bariloche y Mar del Plata
resonaron las cacerolas, sartenes, bocinazos y gritos.
Se podían ver en las calles carteles donde se leía: "¡Qué se vaya!",
"¡No queremos ser Cuba!" y "Abajo Cristina!".

Cosa curiosa, un artículo del periodista izquierdista uruguayo Eduardo
Galeano, autor de "Las venas abiertas de América Latina" -favorito de
Fidel Castro y Chávez- explica el por qué del éxito en el pasado de este
tipo de manifestación:

"... Empezó de a poquito, sonando en las cocinas de algunas casas,
cucharones que golpeaban cacerolas, y salió a las ventanas y a los
balcones. Y se fue multiplicando, de casa en casa, y ganó las calles de
Buenos Aires. Cada sonido se juntó con otros sonidos, la gente se juntó
con la gente, y en la noche estalló el concierto de la bronca colectiva.
Al son de los tachos de cocina, y sin más armas que ésas, se alzó el
clamor de la indignación. Convocada por nadie, la multitud invadió los
barrios, la ciudad, el país. La policía respondió a balazos. Pero la
gente, inesperadamente poderosa, derribó al Gobierno. Los invisibles
habían ocupado, cosa rara, el centro de la escena".

En Chile, este tipo de protesta se popularizó durante el gobierno de
Salvador Allende. Dentro del país, la oposición proclamó la
"desobediencia civil" para defender -entre otras cosas- el derecho de
propiedad y la libertad de enseñanza.

En esos días de la década de los 70, el caos y la imposición de un
sistema ajeno al sentir de la mayoría de la población hizo reaccionar
los chilenos, que salieron a las calles a manifestar su disconformidad,
especialmente afectados por la crisis económica.

Mi amigo y colega el trovador izquierdista Patricio Manns, con quien
trabajé en Santiago de Chile en Radio Balmaceda, narra la atmósfera de
lo que era el país en esa época.

..."En las zonas rurales, los campesinos se apoderaban de tierras aún no
expropiadas para acelerar la reforma agraria. En esa ofensiva contaban
con el apoyo del MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria), que desde
fuera del gobierno afirmaba que "el enfrentamiento es inevitable".

Cuando el gobierno anunció la creación de una empresa estatal para el
transporte de carga, los dueños de camiones paralizaron el país a partir
del 10 de octubre de 1972, que marcó el comienzo de una ola de huelgas
que arrastraría a comerciantes, industriales, gremios profesionales y un
sector de los mineros del cobre.

La crisis desencadenó incertidumbre, mercado negro, desabastecimiento y
una inflación anual que se elevó a 500%.
"¡Atrás, atrás... gobierno incapaz!", fue una de las consignas que
coreaban las manifestaciones opositoras. Todas las noches, miles de
mujeres de los barrios elegantes de Santiago y otras ciudades golpeaban
sus cacerolas vacías."

Los cacerolazos se han extendido por el mundo. En España se realizaron
protestas de esta clase el 11 de marzo del 2004, luego del acto
terrorista en la estación de trenes de Madrid, donde perdieron la vida
191 personas.

En Cuba Uruguay y Venezuela, el pueblo ha llevado a cabo varios cacerolazos.

Como se ve, las protestas pueden tener diferentes voces, calladas como
un ayuno o ruidosas como golpear los utensilios de la cocina.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=37091

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