lunes, 6 de agosto de 2012

Recuento de una nueva vendetta

Recuento de una nueva vendetta
[06-08-2012]
Lcdo. Sergio Ramos

(www.miscelaneasdecuba.net).- Durante el mes de julio de este año el
general Raúl Castro visitó sorpresivamente a China, Viet Nam y Rusia y
firmó una serie de tratados con dichos países, procurando distintos
intereses a tenor con las posibilidades de cada uno de ellos. Pero en el
fondo, había un urgente propósito de sobrevivencia para el régimen y su
dinastía gobernante.

La situación económica de Cuba está en dramática crisis, por no decir en
bancarrota. Esta caída abrupta de la ya débil economía cubana puede
afectar peligrosamente la continuidad del régimen.

Es claro que el sistema económico cubano, copiado del diseñado por los
Soviet bajo Lenin y Statin, es intrínsicamente ineficiente por ir en
contra de las leyes de la naturaleza humana y de la economía. Esa
ineficiencia ha hecho de la economía cubana una dependiente del subsidio
extranjero. Con lo cual, el gobierno cubano se ha visto obligado a, no
sólo a dar jugosas concesiones al foráneo, sino hasta entregar la
soberanía nacional y convertirse en colonia de otros países. Así lo hizo
con la otrora Unión Soviética. Lo repitió con las concesiones a
Venezuela por petróleo y ahora lo esta haciendo con China, una potencia
emergente en la etapa preliminar para iniciar su expansionismo mundial.

Con China y Viet Nam, fue evidente que su objetivo fue la ayuda
económica para su malograda economía y el asesoramiento para la
implantación del modelo vietnamita (Copia restringida del de China), o
lo que es lo mismo, la ayuda en el objetivo de mutar del
marxismo-leninismo al chino-fascismo.

No es de extrañar, a juzgar por las experiencias anteriores, que tales
convenios conceden enormes porciones del espacio soberano de poder
económico y político del país.

El viaje de marras tuvo otro propósito adicional: La sobrevivencia
política de la dinastía Castro. La dictadura castrista ha estado muy
preocupada con el efecto que en la isla caribeña pudiera tener una
explosión de Primavera Árabe.

La oligarquía gobernante en Cuba ha visto cómo cuando los rebeldes
libios tuvieron el respaldo de la Comunidad Europea y del apoyo aéreo de
la NATO, las bien armadas tropas de Muamar Khadafi retrocedieron hasta
ser derrotadas y el tirano libio ejecutado.

Pero también ha visto en Siria, en medio de una cruenta guerra civil,
cómo se sostiene una dictadura cuando los intereses político-militares
de un país con poder de veto en la ONU pueden frenar el respaldo a los
opositores de ese organismo internacional y de las restantes potencias
mundiales. Rusia, apoyado por China han ejercido tozudamente el poder de
veto en el Consejo de Seguridad y en la Asamblea General de ese
organismo para bloquear toda sanción o intervención internacional contra
la dictadura de Bashar al-Assad.

Mirándose en ese espejo, los jerarcas del régimen cubano, han enviado a
Rusia al general Raúl Castro, para negociar y firmar tratados de estado
enfocados en reavivar el interés Ruso por Cuba, en un momento donde
Moscú ha mostrado, con la ayuda de Venezuela un gran interés de ampliar
su poder político-militar en el Caribe, proveyendo armamento al gobierno
de Chávez.

Para lograr su seguridad, la dictadura ha concedido a Rusia la
reapertura de las bases militares y de espionaje de Cienfuegos y de
Lourdes en Cuba. Un acuerdo admitido públicamente por el jefe de la
Armada Rusa vicealmirante Víctor Chirkov, aunque después el gobierno
ruso lo desmiente, al darse cuenta del indiscreto 'lapsus mentis' y el
malestar callado de las chancillerías occidentales. Sin embargo, este
desmentís está en contradicción con la intromisión militar rusa en el
Caribe con la anuencia y apoyo de Chávez, por lo que lo hace poco
sincero y creíble. Rusia mantiene su ancestral tradición expansionista
que se remonta a los tiempos de Pedro El Grande, pasando por Stalin. ¡Ya
quisiera el sueño imperial Ruso tener hoy en Cuba una base militar como
la de Guantánamo!

La gerontocracia cubana sabe que una vez reabiertas y en operación las
bases militares Rusas en Cuba, habrán garantizado contar con la
protección del veto del Kremlin ante la ONU en caso de una revuelta
popular en la isla o cualquier otra acción internacional contra el
régimen. Sabe, además, que al aumentar los intereses económicos de Pekín
en Cuba, y brindarles concesiones a granel, garantizan, no sólo salir
del atolladero económico actual, sino contar con otro poder de veto en
la ONU, tal como sucede hoy con la posición de China en la ONU frente al
caso de Siria.

La visita de Raúl Castro a China, Viet Nam y Rusia, puede tener muy
serias consecuencias en el desarrollo de los acontecimientos venideros
en Cuba, pues resulta un nueva vendetta de la soberanía nacional para
salvaguardar la perpetuidad de la dinastía Castro en el poder en Cuba.

De nuevo queda en evidencia la total falta de lealtad al pueblo y a Cuba
que tiene la corrupta gerontocracia gobernante. Su abyecta concepción de
finca privada que Cuba tiene para ellos, cuando regalan una vez más
nuestro país a potencias extranjeras con pretensiones expansionistas, en
un acto sólo calificable de la más alta traición a la patria.

http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36680

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