jueves, 23 de agosto de 2012

Pacientes con dengue rehúsan ingresar en los hospitales

Pacientes con dengue rehúsan ingresar en los hospitales
Miércoles, Agosto 22, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, 22 de agosto (Augusto Cesar San Martin Albistur,
www.cubanet.org) - Las alertas de las autoridades sobre el peligro de
contagio con el virus del dengue a través del mosquito Aedes aegypti han
sido infructuosas y, a pesar del riesgo, muchos enfermos rehúsan
ingresar en los hospitales por las pobres condiciones higiénicas en esas
instalaciones.

El incremento de las cifras de contagiados con dengue en la capital
obligó al Ministerio de Salud Pública a destinar hospitales como el
Freyre de Andrade, en Centro Habana y La Covadonga, en el Cerro, para el
aislamiento de los enfermos. Pero las insuficientes condiciones
sanitarias en esos centros hacen que los enfermos ingresen con
reticencia o incluso prefieran regresar a sus casas.

En el Freyre de Andrade, también conocido como Emergencias, hay
custodios que vigilan el acceso al segundo piso, donde están aislados
los pacientes con dengue. La dirección del hospital prohibió los
acompañantes y las visitas a los cerca de cien enfermos hospitalizados allí.

No es el estilo de los hospitales cubanos dedicar una atención esmerada
a los pacientes o proporcionarles una dieta adecuada, algo que tienen
que garantizar los familiares del enfermo, y esta no es una excepción, a
pesar de que el brote de dengue se ha convertido en una situación
crítica para la salud pública en Cuba.

La deteriorada estructura interior del edificio y las bandejas de
comidas abandonadas en los pasillos en el Freyre de Andrade llaman la
atención de cualquier visitante que haya podido eludir a los centinelas.

Las bandejas con desperdicios de alimentos, merodeadas por una multitud
de gatos que a duras penas consumen los restos, confunden el lugar con
una clínica veterinaria. Con más frecuencia que el personal médico, los
felinos entran y salen de las salas como parte de la rutina del
hospital. Los pacientes afirman que en las noches, cuando los gatos
husmean en las pertenencias de los ingresados, ocasionan no pocos
sobresaltos entre los enfermos.

Al entrar a la primera sala se tiene la impresión de llegar a una
morgue. Las camas, tapadas con calurosos mosquiteros, asemejan depósitos
de cadáveres. La deformidad de la mayoría de las ventanas, tapiadas de
forma grotesca con maderas, produce la sensación de asfixia. La
temperatura asciende a los 30 grados Celsius, un poco menos para los
pacientes con posibilidad de tener un ventilador, que alguien les ha
traído de su casa.

La suciedad de los alrededores se deja ver desde las salas a través de
las pocas ventanas aun abiertas, y propicia la idea de estar dentro de
un basurero. Mientras, las cucarachas pasean sobre los alimentos de los
pacientes con la misma impunidad que los gatos.

Un señor pugnaba por llevarse a casa a su esposa enferma y le recordaba
al médico de guardia que desde que su señora ingresó no le habían
proporcionado sabanas. El hombre se refirió a la contaminación de los
alimentos y a la cantidad de cucarachas que hay en la sala.

El personal médico dio su versión del asunto: las cucarachas no llegan
en la comida, ya están en los muebles de la sala, de donde resulta
difícil eliminarlas.

Contrariado por las protestas del hombre, el médico de guardia comenzó
los trámites de rutina para que la paciente fuera dada de alta, no sin
antes exigir al esposo que firmara una declaración donde se aclaraba que
la enferma abandonaba el hospital por "voluntad propia".

http://www.cubanet.org/noticias/pacientes-con-dengue-rehusan-ingresar-en-los-hospitales/

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