miércoles, 8 de agosto de 2012

La Habana se ahoga en su propia basura

La Habana se ahoga en su propia basura
Martes, Agosto 7, 2012 | Por Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba, 7 de agosto (Augusto Cesar San Martin, www.cubanet.org)
- La Habana es la ciudad más sucia de Cuba y, a estas alturas,
posiblemente una de las más sucias del hemisferio. Las montañas de
escombros y basura en las calles lo demuestran de forma irrefutable. La
prensa gubernamental se empeña en responsabilizar a la población, pero
las causas tienen otro nombre.

Según declaraciones de un directivo de la Empresa de Servicios Comunales
de la capital, los cargadores con que se cuenta para recoger los
escombros y desechos de la construcción no son suficientes. Las promesas
de solucionar el problema deberán esperar hasta finales de este año por
la implementación de un sistema de recogida de escombros a partir de la
disponibilidad de equipos. En otras palabras, el funcionario se refería
a tractores que arrastren los cargadores o carretas llenas de escombros
y desperdicios.

Los medios de prensa oficiales argumentan que el problema de la
acumulación de desechos sólidos y basura en las calles surge desde que
se aprobó la construcción de viviendas por cuenta propia. Pero este
fenómeno viene ocurriendo mucho antes que el gobierno pensara en
"perfeccionar el socialismo".

Pero la prensa local no habla sobre el lucro con el combustible que se
destina a la recogida de desechos. La acumulación de escombros de la
construcción y basura en las calles se debe en su mayor parte a la
dilatada frecuencia con la que se recogen los desperdicios.

Los camiones recolectores realizan menos de la mitad de los viajes
concebidos para el día. El combustible destinado para estos recorridos
se vende a los particulares que intentan a toda costa evadir los altos
precios del Estado.

La sustancial ganancia que deja la venta del combustible es la principal
causa de la acumulación de grandes volúmenes de basura en los barrios
habaneros. Repartir las ganancias de la venta al parecer se ha hecho
difícil y la reducción de viajes ha llegado al punto en que los camiones
se han perdido por semanas completas.

Al lucro de combustible se suma la inflación de plantillas, generalmente
ocupadas por ex reclusos bajo libertad condicional. Brigadas fantasmas
de recolectores de basura y escombros que aparentemente trabajan en la
calle engrosan con el salario los bolsillos de funcionarios corruptos.

Si la acumulación de basura en el centro de la capital es agobiante, en
las zonas más lejanas la situación es crítica. Sucede así en el poblado
costero de Santa Fe, del municipio Playa, donde el pasado viernes el
amontonamiento de desechos obstruía el tráfico y, en algunos puntos, el
acceso al mar. Según los residentes, los brotes de dengue se han
multiplicado en los últimos días en la zona.

Por otra parte, en las zonas periféricas de la capital muchos roban los
contenedores de basura para después usar el plástico en la elaboración
de presillas (palitos) de tendederas, pozuelos para guardar alimentos,
juguetes y otros productos que los vendedores ambulantes, conocidos como
"merolicos", comercian por toda la ciudad. Las ruedas de los
contenedores se usan para construir las carretillas que se emplean en la
venta de productos agrícolas.

La apatía y la necesidad de la población, sumados a la corrupción, son
las verdaderas causas de la falta de higiene que azota a La Habana. El
valor que las autoridades conceden a la salubridad ambiental de la
ciudad se refleja en la suciedad de sus calles, un elemento que ya
caracteriza a la capital de Cuba.

http://www.cubanet.org/noticias/la-habana-se-ahoga-en-su-propia-basura/

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