lunes, 6 de agosto de 2012

El mito de la medicina en Cuba

6/8/2012

El mito de la medicina en Cuba

El doctor Darsi Ferrer, uno de los entrevistados, afirma que en el
servicio médico hay una amplia y profunda corrupción como consecuencia
de las injusticias del sistema
Los galenos entrevistados llaman la atención de las grandes necesidades
que padece la población
Por Pedro Corzo

En la mayoría de los países, quizás en todos, los problemas de salud de
la ciudadanía no tienen la respuesta adecuada.

Cierto que en centros hospitalarios de cualquier nación del tercer mundo
pueden faltar insumos, tener equipos deficientes y parte del personal
sin los conocimientos adecuados, pero si hay un sitio en el que esto no
debería ocurrir es en Cuba, pero sucede no como excepción, es una regla.

El gobierno cubano, que se autoproclama potencia médica, que graduó este
año 5,646 galenos de 59 países, que afirma invertir una parte importante
del presupuesto nacional en la salud de sus ciudadanos, que prohibió la
práctica privada de la medicina como garantía de un excelente servicio y
que ha demandado ingentes sacrificios materiales y espirituales de la
ciudadanía por mas de cinco décadas con la promesa de que la educación y
la salud serían los fundamentos de su proyecto socialista, ha fracasado
por completo en ese empeño como en todos los otros que se propuso.

Los tiempos "dorados" de la medicina cubana fueron posibles mientras
duró el subsidio soviético. El despilfarro, la negligencia crónica y la
corrupción generalizada solo eran sostenibles con ingresos muy
superiores a los que el gobierno de los Castro nunca ha sido capaz de
generar.

Desde hace muchos años la dictadura no es capaz de tener agua corriente
en los centros de asistencia, las salas de los hospitales están sucias,
puertas y ventanas rotas, en no pocos baños han desaparecido los lavabos
e inodoros y como si fuera poco los pacientes tienen que llevar la ropa
de cama y de dormir, alimentos para poder paliar el hambre y la medicina
para curar un número importante de enfermos, internados o no, es enviada
por sus familiares desde el exterior.

El acceso de la población a productos para la higiene personal, así como
la adquisición de desinfectantes necesarios para la limpieza, está muy
limitado, lo que incide directamente en la sanidad individual y pública.

El régimen responsabiliza por la falta de equipos, material quirúrgico y
de esterilización al embargo estadounidense, sin embargo en la isla hay
hospitales con equipos médicos de última generación, todo tipo de
suministro y con suficientes medicinas para atender cualquier tipo de
dolencia, siempre y cuando el paciente tenga sólidos vínculos con la
cúpula en el poder, sea un extranjero con dinero, o con el linaje
político que la dictadura demanda.
El castrismo ha usado la medicina como una carta de triunfo del sistema
mas allá de sus costas, porque el cubano de a pie que necesita atención
no tiene como denunciar la ruina de los servicios médicos y la desidia y
desinterés de un numero importante de profesionales.

Tampoco tiene como divulgar que el negocio de Cuba con los médicos que
envía al exterior ha repercutido negativamente en la isla porque no hay
suficientes profesionales para satisfacer las necesidades de la población.

Ante una farsa tan colosal, el realizador cubano Wenceslao Cruz, con la
colaboración de los doctores Santiago Cárdenas y Omar Vento, junto al
Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo, están
filmando un documental en el que médicos cubanos de diferentes edades,
especialidades y con práctica en Cuba, describen ampliamente las
condiciones del sistema de salud de la isla.

Los galenos entrevistados llaman la atención de las grandes necesidades
que padece la población, pero también de la falta de oportunidades que
ellos enfrentan para superarse profesionalmente.

Señalan que la política es un factor clave para progresar o para ser
asignado a un oscuro rincón.

Destacan las incontables horas de trabajo y los malos salarios, la
manipulación de las estadísticas, a la vez que señalan que la
masificación en la graduación de profesionales de la salud ha afectado
seriamente la calidad profesional de los graduados.

El doctor Darsi Ferrer, uno de los entrevistados, afirma que en el
servicio médico hay una amplia y profunda corrupción como consecuencia
de las injusticias del sistema, agrega que los pacientes no cuentan con
derechos ante una mala práctica, afirma que el denominado "Médico de la
Familia" es uno de los fracasos más grandes del régimen, y que el
llamado internacionalismo no tiene nada que ver con el humanismo, porque
la dictadura, a la vez que cumple un objetivo político, recibe miles de
millones de dólares por la explotación que padecen los profesionales de
la salud.

http://diariodeamerica.com/front_nota_detalle.php?id_noticia=7410

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