jueves, 9 de agosto de 2012

El gobierno cubano limita envíos de mercancías a la isla

Publicado el jueves, 08.09.12

El gobierno cubano limita envíos de mercancías a la isla
MIMI WHITEFIELD
mwhitefield@MiamiHerald.com

Televisores de pantalla plana, cereal Froot Loops, lavadoras,
computadoras portátiles, juegos de cama. No hay problema.

Pero aires acondicionados, una cortadora de césped eléctrica, secadoras
de ropa, y hasta una piscina portátil, son rechazadas. El gobierno
cubano ha vetado estos artículos desde que International Port Corp.
(IPC) inicio un servicio humanitario de embarques desde su terminal en
el Río Miami, en julio.

El gobierno de Estados Unidos permite enviar a la isla casi cualquier
cosa bajo la cobertura de la ayuda familiar —una excepción al embargo de
cinco décadas— siempre que el destinatario sea un individuo o los
productos sean llevados por cubano de visita que regresa a su país,
declaró Leonardo Sánchez-Adega, director de mercadeo de IPC. "La
definición estadounidense de lo que se permite es muy amplia siempre y
cuando no entre en conflicto con una prohibición sobre transferencias de
tecnología".

Es el gobierno cubano el que es exigente. Recientemente rechazó una
piscina portátil, que el remitente aseguró que iba a ser usada como
cisterna de emergencia. En una isla con una severa escasez de agua, las
piscinas personales no son bien vistas. El gobierno está dispuesto a
aceptar ventiladores, pero no unidades de aire acondicionado. Las
lavadoras de ropa están bien, pero no las secadoras, que consumen
energía eléctrica, indicó Sánchez. Aunque las bicicletas son un artículo
común en los embarques, los cubanos rechazaron recientemente un chasis
de motocicleta y una trasmisión de automóvil.

Desde que se convirtió en la primera compañía en más de 50 años en
ofrecer servicio marítimo directo de Miami a La Habana, International
Port Corp. ha estado en contacto regular con el gobierno cubano acerca
de lo que es aceptable y lo que no. Cuando un artículo es rechazado, IPC
llama al remitente para que lo recoja, una alternativa mejor a la de que
sea confiscado en La Habana.

IPC, cuyo servicio de entregas ha sido aprobado por el gobierno de
Estados Unidos, utiliza un buque de carga de 300 pies, el Ana Cecilia, y
se propone hacer un viaje semanal a Cuba.

El tercer cargamento está programado para salir el miércoles. Sus dos
contenedores de 45 pies están llenos de casi todo, hasta un fregadero.
También hay equipos para un taller de máquinas que un cubano de visita
se propone abrir en la isla, equipos electrónicos, bicicletas y muchos
artículos pequeños (un juego de cazuelas y sartenes, medicinas, un
asiento de inodoro, una aspiradora de taller, muñecas Barbie,
calzoncillos de Batman y especias).

El viaje demora de 16 a 18 horas. La descarga ocupa una hora o algo así,
y después el Ana Cecilia da media vuelta y regresa a Miami. A la
tripulación de ocho integrantes no se le permite desembarcar.

El sábado, un trabajador de IPC estaba ayudando a Gladys Casanova,
residente de Hialeah, a preparar su envío, que incluía cereal, leche en
polvo, galleticas, pasta y otros artículos alimenticios. Sus artículos
fueron contados, pesados y reempacados en una bolsa de plástico
transparente, y declarados en un manifiesto que acompaña cada paquete.

"Esto es para mi sobrina. Ella no tiene a nadie allí y no tiene empleo,
a pesar de que ha estudiado", indicó Casanova.

Una familia trajo tres bicicletas que fueron rápidamente desarmadas y
pesadas. Otro hombre entró con un carrito de compras que contenía dos
televisores de pantalla plana. Otros trajeron tubos de PVC y material de
ferretería para un proyecto de reparación y ropa de cama con estampados
de leopardos.

Trabajando con CubaPACK, una compañía establecida por el gobierno cubano
para manejar los envíos familiares, IPC cobra $6 por libra en los
paquetes de hasta 21 libras, y progresivamente menos a medida que el
peso de los paquetes aumenta. Por artículos como televisores de plasma
de 32 pulgadas —el mayor tamaño permitido por el gobierno cubano— y
tabletas electrónicas, hay tarifas fijas de $150. Para los televisores
convencionales y los aparatos más pesados, las tarifas se basan en el peso.

Todas las tarifas incluyen un seguro y la entrega a domicilio de los
embarques de hasta 100 libras a lugares en toda la isla. En el área de
La Habana, CubaPACK promete entregar en el plazo de una semana y en
otros lugares puede demorar hasta dos semanas. Los artículos más pesados
deben ser recogidos en el puerto.

Este ha sido un proceso de aprendizaje para IPC, que tiene que estar en
guardia contra las personas que tratan de embarcar cantidades
comerciales, así como aprender qué artículos son aceptables. Una
cortadora de césped, por ejemplo, fue rechazada recientemente, quizás
debido a su potencial consumo de combustible en un país que está escaso
de energía, comentó Sánchez.

Pero el mayor reto a la operación está por venir y tendrá una gran
influencia en los negocios futuros. Es el plan cubano de imponer más
aranceles aduaneros a los paquetes de ayuda familiar.

Después de que tres huracanes azotaron a la isla en el 2008, Cuba
suspendió los derechos de aduana sobre los paquetes de ayuda familiar.
Eso se mantuvo en vigor hasta mediados de junio, cuando Cuba restableció
las tarifas. En este momento, los aranceles son asequibles y son
cobrados en moneda nacional. Un televisor de plasma, por ejemplo, entra
con un impuesto de 150 pesos ($5.66) y la tarifa para un paquetes de 21
libras de artículos diversos es aproximadamente de $6.40.

La mayoría de los cubanoamericanos que estaban enviado artículos
mediante IPC la semana pasada reveló que había girado dinero a sus
familiares para que pagaran las tarifas, que son cobradas cuando los
paquetes son entregados. "Sería más conveniente que pudieran pagar
aquí", afirmó Sánchez, "pero no podemos convertirnos en cobradores del
gobierno cubano".

Aunque las tarifas actuales no están dejando en la ruina a la mayoría de
las personas, el gobierno cubano ha dicho que se propone empezar a
cobras las tarifas en pesos cubanos convertibles (CUC) a partir del 3 de
septiembre. En el sistema monetario dual de Cuba, los CUC son usados en
el sector del turismo y para comprar escasos artículos importados. Un
CUC equivale a $1, lo cual significa que si las mismas tarifas son
aplicadas en septiembre, el impuesto de entrada para un televisor de
plasma saltaría de golpe a $150.

"Ni siquiera nosotros sabemos cómo se aplicará esto", declaró Sanchez.

Por lo tanto, IPC les dice a sus clientes que envíen todo lo que puedan
hasta la fecha límite del 26 de agosto, lo cual garantizaría que sus
paquetes serían entregados antes de que las nuevas tarifas entren en efecto.

mulas Mulas

moneda nacional

mulas Mulas

http://www.elnuevoherald.com/2012/08/09/v-fullstory/1273077/los-limites-del-gobierno-cubano.html

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