miércoles, 25 de julio de 2012

Vindicación a los cubanos

Vindicación a los cubanos
Miércoles, Julio 25, 2012 | Por David Canela Piña

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Tuve hace poco el privilegio de
conversar durante varias horas con José Daniel Ferrer, uno de los
setenta y cinco disidentes que fueron encarcelados durante la Primavera
Negra, en el año 2003, cuando el gobierno quiso silenciar las voces de
un grupo de periodistas independientes y activistas sociales
que denunciaban su régimen absolutista, sus olvidos culposos y
manipulaciones informativas, su irresponsabilidad social, y
que además, pedían reformas políticas. Por esas ironías de la semiótica,
al año siguiente se imprimieron –como siempre, y como si nada– monedas
de cinco centavos con la inscripción republicana de "Patria y Libertad".

Hablamos sobre el "trabajo operativo secreto", el régimen carcelario de
Cuba, los intríngulis del gobierno, anécdotas históricas y personales,
literatura, poesía, y asuntos privados.

Me mostró algunos videos de las actividades que regularmente hace la
Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), un movimiento cívico por la
democratización y los derechos humanos, en el oriente del país: debates
políticos en camiones de transporte público, lanzamiento de octavillas
en los parques de recreo, marchas pacíficas con decenas de personas,
que caminan por las calles tras un lienzo desplegado con el lema de
"¡Vivan los Derechos Humanos!", y gritan consignas como "¡Abajo la
dictadura!", "¡Abajo el hambre!", y "¡Vivan las Damas de Blanco!". Estas
acciones, que a menudo son motivo de represión policial, están dirigidas
especialmente a conjurar los miedos de la ciudadanía, que durante
décadas ha sido educada bajo el principio de adoración al gobierno.

Me decía que en Oriente muchas veces no había gasolina para las
ambulancias de los hospitales, pero bastaba con que ellos anunciaran
públicamente una marcha cívica, para que se desplegara un operativo
policial con guaguas a tanque lleno, camiones y patrullas. Eso demuestra
que la prioridad número uno del gobierno no es la educación ni la salud,
sino la represión.

La primera vez que vi a José Daniel fue en el verano del año pasado,
cuando participó en un Estado de SATS haciendo un comentario desde el
público. No sabía que acababa de salir de prisión, con sólo unos meses
de haber recuperado la libertad, y la sordidez de su
testimonio sobre el llamado "trabajo operativo secreto" me fue inolvidable.

La segunda vez que lo vi fue en el espacio "Cine a toda costa", una
tertulia convocada por Estado de SATS, en la cual se exhiben
audiovisuales polémicos, y censurados por las instituciones
culturales de la Isla. En ella, durante la noche del viernes 6 de julio
se proyectó el documental "Los nietos de la Revolución", de Carlos
Montaner, con entrevistas a los jóvenes rebeldes de las nuevas
generaciones, fueran o no intelectuales. Este filme fue mostrado en
defecto de "Los hijos de la primavera", que originalmente había sido
programado para ese día. Pero el plato fuerte vino al final, cuando
salieron del público tres de los doce presos de conciencia de la
Primavera Negra, que decidieron permanecer en Cuba y "no claudicar"
–como dijera Antonio Rodiles, el coordinador principal de Estado de
SATS. Eduardo Díaz Fleitas, José Daniel Ferrer y Ángel Moya conversaron
con el público durante más de una hora. Reinaldo Escobar, bloguero
independiente, les agradeció su cautiverio, pues gracias al absurdo de
éste, y a las consecuencias políticas que trajo, se evitaron las
encarcelaciones futuras de los periodistas independientes que vinieron
después. Y un pastor cristiano les aseguró que "ellos eran los
verdaderos héroes", aludiendo implícitamente a la dudosa heroicidad de
otros hombres que han trabajado para los servicios secretos del gobierno
cubano. Ninguno de estos opositores pretendió jamás convertirse en
héroe, ni en los salvadores de un todo pueblo, sino quisieron ser
únicamente hombres libres, de palabra y acción.

Se sentía el orgullo y la admiración en el aire que respiraba la
audiencia. Y es que personas como ellos le han devuelto la vergüenza, la
dignidad y la esperanza a los cubanos, pues se atrevieron a decir
"no" cuando todos decían "sí", y han limpiado con su decoro la vergüenza
de tantos jóvenes, que una y otra vez se han preguntado, desanimados,
"por qué no pasa nada, y por qué nadie hace nada, cuando todo está tan
mal", y así prosigue el miedo, la mentira y la apatía, enfermando el
alma de los cubanos.

Todos los gobiernos practican una moral cínica respecto a la historia.
Por un lado ensalzan a los héroes que lucharon por la libertad, y se
rebelaron contra la hegemonía de un poder establecido, y por otro lado
encarcelan y asesinan a quienes osan replicar a sus injusticias. Siempre
ha sido igual: los subversivos del presente son los héroes del mañana.
Algún día, cuando las aguas tomen su nivel, habrá una escuela primaria
que se llame Vilma Espín, como la de Centro Habana, y otra que se
llame Laura Pollán.

http://www.cubanet.org/articulos/vindicacion-a-los-cubanos/

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