martes, 24 de julio de 2012

No nos quiten la pelota!

¡No nos quiten la pelota!
Lunes, Julio 23, 2012 | Por Leonardo Calvo Cardenas

LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Aficionados, dirigentes y
comentaristas no pueden esconder su inquietud ante la actuación que ha
registrado el equipo nacional de beisbol en la tradicional Semana del
Beisbol de Harlem, Holanda, en la cual, a pesar de ganar el torneo a
aduras penas, se han vuelto a manifestar las deficiencias y lagunas del
principal conjunto de la Isla, para colmo de males ante rivales que
distan mucho de la calidad que deben enfrentar dentro de pocos meses en
el esperado tercer Clásico Mundial de la disciplina.

En este torneo que cerró sus cortinas el pasado domingo 22, el cual por
cierto el plantel cubano no podía ganar desde 1998, a los bateadores
cubanos de mejor actuación en la pasada contienda nacional les costó
mucho trabajo anotar carreras al punto de promediar poco más de 200
puntos de average ofensivo en un certamen de dudosa calidad por cuanto
reunió además del representativo anfitrión, vencedor de Cuba en la
pasada Copa Mundial de Panamá (octubre 2011), a la selección
universitaria de Estados Unidos, una selección de universitarios
japoneses, el equipo de Taipéi de China compuesto por peloteros de la
liga amateur de la Isla asiática y un plantel de Puerto Rico integrado
por jugadores descartados de los varios circuitos profesionales que en
este momento funcionan en los Estados Unidos.

Al analizar como con tan pobre demostración en este torneo Cuba con su
equipo élite enfrenta a Holanda, país sin tradición beisbolera que ha
avanzado mucho en los últimos años ―no olvidar que eliminaron al
poderoso equipo de República Dominicana en el último Clásico Mundial
(marzo 2009)― y a otros países que pueden mejorar varias veces la
calidad de su representación, podemos hacernos una idea del gravísimo
estado en que se encuentra el beisbol cubano para afrontar el reto de
hacer un papel decoroso en el máximo evento del complejo y apasionante
deporte a celebrarse en la primavera del año próximo.

Hay que reconocer como ya se hace costumbre la sensación experimentada
en estos días de juegos tan reñidos y derrotas inesperadas, por cuanto
en el último lustro los equipos nacionales no han logrado cumplir su
invariable cometido de ganar los torneos oficiales de la disciplina.

Aunque las autoridades y sus voceros se niegan persistentemente a
reconocer como el aislamiento del beisbol cubano de los circuitos
profesionales le está pasando una cuenta cada vez más alta a la calidad
y competitividad de nuestro pasatiempo nacional, la cruda realidad del
terreno de juego en cada torneo internacional hace despertar a muchos
cubanos del letargo chauvinista que nos hace considerarnos los mejores,
en eso también.

El panorama del beisbol cubano se ensombrece también por la caprichosa
intolerancia que convierte en tabú a la pelota profesional, nadie se
explica por qué cada semana podemos disfrutar a través de la televisión
nacional del talento de los mejores futbolistas del mundo, mientras se
nos priva de apreciar las actuaciones de peloteros y basquetbolistas tan
profesionales y tan millonarios como aquellos, solo porque actúen en los
Estados Unidos.

Por otra parte la persistencia de mantener una estructura con
representación de todas las provincias en el torneo élite nacional
conspira contra la calidad de la disciplina, mantiene muchos estadios
vacios en el país y baja el techo del beisbol cubano. En ninguna liga
del mundo todos los estados o provincias de un país tienen equipos en la
primera división. Esta es una asignatura pendiente de la pelota cubana
de cuya solución depende en gran medida la recuperación de la calidad y
las buenas actuaciones internacionales.

Otro problema latente es el constante éxodo de jugadores establecidos y
noveles que buscan en otras latitudes nuevos horizontes de realización
personal. Hay peloteros cubanos jugando en varias ligas profesionales
europeas y se desenvuelven hoy en la ligas mayores de los Estados Unidos
hombres como Kendry Morales, Alexei Ramirez, Yoenis Céspedes, Aroldis
Chapman o Yasiel Puíg que debían ser pilares del conjunto nacional y que
podrían serlo si Cuba no estuviera enferma del hegemonismo intolerante
de sus gobernantes que trata como súbditos manipulables a todos los
ciudadanos, obliga a los individuos a escapar como esclavos de épocas
pasadas y convierte en traidores a quienes se atreven a pagar el precio
de su libertad.

El gobierno cubano podría permitir que los jugadores de la Isla
participen en las ligas profesionales de Japón, México, Corea del Sur o
Taipéi de China. Mejor sería ver a las autoridades cubanas renunciar a
la muy lamentable y contraproducente práctica de ideologizar y politizar
todo en función de sus intereses de dominación.

Sin embargo estos demoledores de la patria, que han acabado con tantas
esencias y tradiciones de la nación cubana ―la industria azucarera, la
masa ganadera, la producción de café, los carnavales de La Habana, las
flotas mercante y de pesca y de paso con el pescado, la vida nocturna,
el boxeo o la creatividad arquitectónica― parecen preferir acabar
también con la principal pasión recreativa de los cubanos antes de ceder
en sus afanes hegemonistas y reconocer a los ídolos deportivos como
hombres libres, dueños de su destino, quienes después de ser famosos y
millonarios sientan el orgullo de seguir representando a su país sin
presiones, chantajes ni tutelajes de inspiración absolutista.

El resultado final de este torneo de mediocre envergadura poco importa
para el balance real del estado actual del beisbol cubano. Ojala el
coyuntural desenlace no alimente la socorrida obnubilación vanidosa que
tanto daño nos hace, esperemos que los tragos amargos de estos días
conmuevan la conciencia y sensibilidad de las autoridades cubanas para
dar los pasos que rescaten a la pelota cubana del abismo en que se hunde
sin remedio.

Ojalá el recurrente letargo de los bates cubanos en la arena
internacional obligue a los gobernantes cubanos a escuchar el clamor
desesperado de un pueblo aficionado que parece implorar desesperado: ¡no
nos quiten la pelota también!

elical2004@yahoo.es

http://www.cubanet.org/articulos/%c2%a1no-nos-quiten-la-pelota/

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