jueves, 12 de julio de 2012

La tortura en Cuba

Publicado el miércoles, 07.11.12

La tortura en Cuba
Pedro Corzo

La situación de los derechos humanos en Cuba es tan crítica que el
Comité de Naciones Unidas contra la Tortura expresó preocupación por el
aumento de las detenciones arbitrarias y otros actos de hostigamiento
contra opositores políticos, defensores de los derechos humanos y
periodistas independientes y es que la tortura es mucho más que el abuso
físico a una persona.

La entidad manifestó preocupación por el uso discrecional de figuras
penales como la "peligrosidad" para justificar restricciones a la
libertad de movimiento, la vigilancia invasiva, y actos de repudio para
intimidar y acosar.

La dictadura ha practicado de manera sistemática y permanente variadas
formas de tortura contra los prisioneros políticos, y también contra un
amplio sector de la ciudadanía, como deja apreciar el informe, durante
estas cinco largas décadas de totalitarismo.

En el caso de los presos, donde permanentemente se viola la dignidad
humana, estos abusos han ido desde el aislamiento indefinido, golpizas
severas, aplicación de electrochoques, cambios drásticos de temperatura
en las celdas de reclusión, inmersión del detenido en un estanque de
agua, fusilamientos simulados junto a personas ejecutadas, trabajo
forzado en condiciones inhumanas y la aplicación de pentotal sódico.

El gobierno niega esas violaciones a la dignidad humana, pero hay
numerosos testimonios de hombres y mujeres que han padecido la crueldad
extrema de la que son capaces de recurrir los sicarios del castrismo.

Hace varios años el realizador cubano Luis Guardia dirigió un
documental, del que fui productor, en el que se hacía referencia a la
variedad de métodos a los cuales recurre la dictadura para destruir la
dignidad de los detenidos.

Por ejemplo, Orestes Pérez, 28 años en prisión, campesino del Escambray,
sufrió el submarino. Preso en Topes de Collantes le ataban a una soga
con una piedra, lo lanzaban a una laguna cercana y cuando se estaba
asfixiando lo sacaban del agua. Esa operación la realizaron varias
veces. Annete Escandón cuenta los numerosos electroshocks a que fue
sometida y como al igual que ella, lo sufrieron otros prisioneros
políticos que no padecían trastornos mentales.

Aurelio Hernández describe cómo le aplicaron pentotal sódico para que
confesara. Nelly Rojas cuenta sus más de sesenta días de aislamiento.
Abel Nieve recuerda cómo fue sepultado en una gaveta de cemento en el
Castillo de Atarés por siete días, cuando solo tenía dieciséis años de edad.

El documental, que contó con la coordinación general de Francisco
Lorenzo, recoge muchos testimonios. Evelio Ancheta evoca las crueles
"Cabañitas" o Punto X donde al aislamiento se sumaban distintos tipos de
torturas, incluida temperatura de congelación, o la "Piscina" a la que
los prisioneros políticos eran lanzados en una bolsa de lona hasta
llevarlos al borde de la asfixia.

Gloria Argudín tenía menos de 20 años cuando partió para el Escambray
para unirse a las guerrillas. Apresada, fue maltratada físicamente,
colgada al vacío del último piso del antiguo hospital de Topes de
Collantes, la pararon frente a una fosa, designaron un pelotón de
fusilamiento y le dispararon balas de salva. Otros tuvieron menos suerte
y sus compañeros fueron ejecutados junto a ellos.

El testimonio de Oscar Elías Biscet en una entrevista confirma que la
situación no ha cambiado: "Una de las torturas usadas en las cárceles
cubanas son los solitarios en unos calabozos minúsculos, totalmente
aislados y oscuros. Ahí me tuvieron una vez durante cinco meses
ininterrumpidos, sin salir ni un segundo".

A Yurinaris Hurtado la obligaron a desvestirse por completo en la Quinta
Unidad de la Policía de Santa Clara en un área conocida como el
"Soleador", un lugar sin techo y rodeado de oficinas donde solo trabajan
hombres. Hurtado Pérez afirma que todas las Damas de Blanco en la ciudad
han padecido esa vejación.

Algunos de los métodos descritos han sido superados por la creciente
habilidad de los torturadores y la malicia del sistema, pero el
resultado es que la manipulación, intimidación y represión constante y
sistemática es una forma muy sutil de tortura que supera los abusos
físicos y mentales más extremos, porque impide a muchas personas acceder
al uso pleno de su soberanía individual.

Fernando Mariño, miembro del Comité de Naciones Unidas contra la
Tortura, dijo que el incremento de las detenciones por 24 a 48 horas sin
control judicial, ni siquiera por parte de la fiscalía, es acoso, y otro
de los miembros dijo considerar "que el gobierno de Cuba no distingue
los crímenes de los que no lo son, sino que se enfoca en distinguir el
campo amigo del enemigo, es una distinción que no se puede aplicar al
tema de la tortura", afirmación que da margen para concluir que el
castrismo considera que todo el que haga oposición puede ser objeto del
trato que considere necesario por tal de conservar el poder.

Periodista de Radio Martí.

http://www.elnuevoherald.com/2012/07/11/v-fullstory/1249467/pedro-corzo-la-tortura-en-cuba.html

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