miércoles, 18 de julio de 2012

La familia real

La familia real
Miércoles, 18 de Julio de 2012 00:30
Escrito por Tania Díaz Castro

Cuba actualidad, Santa Fe, La Habana, (PD) Ni siquiera la familia real,
compuesta por los apellidos Castro y Ruz, ha tenido suerte bajo el
régimen castrista. Esta encumbrada familia, como todas las
pertenecientes al pueblo, está dividida y sobre todo, separada
geográficamente, como si una maldición gitana se hubiera esparcido por
el país, a nombre del Socialismo.

El primero de la docena de hijos de Fidel Castro que desertó del país en
busca de libertad fue Alina, quien reside en Miami hace veinte años.
Antes se habían marchado dos de sus hermanas, Juanita, que vive con sus
gatos, también en Miami, y Enma, aficionada al bridge, juego de cartas
prohibido en Cuba, residente en México desde 1960.

Ni siquiera un interés común ha sido capaz de unir a esta familia real
cubana. Mucho más de una veintena de descendientes de este clan político
están desperdigados por el mundo, principalmente en Estados Unidos y
España. Se podría pensar que al marcharse querían evadir cualquier
responsabilidad ante los más de tres mil fusilamientos ocurridos durante
cinco décadas de dictadura castrista, las más de mil doscientas
ejecuciones extrajudiciales, el encarcelamiento de miles de prisioneros
políticos en condiciones infrahumanas, las violaciones a los Derechos
Humanos y sobre todo, ante el empobrecimiento que sufren los cubanos de
a pie. Pero lo cierto es que prefirieron vivir como extranjeros por el
mundo, a ser protegidos bajo el ala de una dictadura tenebrosa.

Luego de las hermanas de Fidel, Juanita y Emma, emigraron dos de los
hermanos de Alina por parte de padre: Francisca Pupo, más conocida por
Francis, y Ángel, mayor que Fidelito e hijo de una sirvienta de la
antigua casa de Birán, donde nacieron los dictadores.

Más tarde los siguieron en fila india hacia el extranjero varias nueras,
yernos y numerosos nietos de Fidel y de Ramón, su hermano mayor. Casi
todos viven en España, el país preferido no sólo para residir de forma
estable, sino también para estudiar, recrearse, o para atender negocios
personales. Allí comienzan una nueva vida y no expresan públicamente
desacuerdo alguno contra la política de su familia, como estrategia para
visitar la isla ocasionalmente.

Se trata, sin duda, de los llamados quedaditos o exiliados de
terciopelo. Uno de ellos, nieto de Ramón y más conocido por el apodo de
Monchi, administraba en Tenerife un restaurant de lujo, propiedad de la
familia, y Oneida Castro, su hermana, estudió en la Universidad
Complutense de Madrid. Mirta Castro Smirnova, hija de Fidelito, el
primer hijo de Fidel, estudió Física Nuclear en una universidad española
y trabaja también allí.

Es posible que algunos se odien o vivan sencillamente ignorándose. Pero
lo cierto es que el odio más acérrimo, conocido hasta por el pueblo
cubano, es el que siente Fidel Castro por la familia de su primera
esposa Mirta y de su hijo Fidelito: los Díaz-Balart. Sobre todo por
Rafael -padre de Lincoln y Mario-, fallecido en Miami en 2005, un
político de profundos conocimientos sobre la realidad histórica de Cuba
y quien no se equivocó al calificar como un gran error la amnistía
concedida a Fidel Castro en 1955, luego del asalto al Cuartel Moncada.

Estamos pues ante una de las familias más controvertidas y peor llevadas
de la isla de Fidel y Raúl Castro.

Para Cuba actualidad: vlamagre@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/cuba-sociedad/sociedad/4656-la-familia-real.html

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