domingo, 20 de mayo de 2012

Ex funcionario del PCC dice que Fidel Castro mintió en unas declaraciones sobre los etarras residentes en Cuba

ETA, Fidel Castro, Terrorismo

Ex funcionario del PCC dice que Fidel Castro mintió en unas
declaraciones sobre los etarras residentes en Cuba

"Fidel vio en ETA a un grupo de gente que luchaba por la autonomía vasca
y llevado de su egolatría y lo retorcido de su pensamiento les dio
tratamiento de movimiento de liberación nacional apostándose como
negociador preponderante en un hipotético arreglo entre ETA y España",
indica Julio Antonio Alfonso Fonseca, especialista en política y
relaciones jurídicas internacionales, en entrevista al diario español El
País

Redacción CE, Madrid | 20/05/2012 8:52 am

Un alto funcionario del Partido Comunista Cubano (PCC, único legal) que
durante 15 años "atendió" al colectivo etarra residente en la Isla
declaró al rotativo español El País que Fidel Castro mintió en una de
sus declaraciones al cineasta Oliver Stone sobre los miembros de la
banda terrorista que han pasado por Cuba.

Julio Antonio Alfonso Fonseca, especialista en política y relaciones
jurídicas internacionales, quien ha decidido no regresar a Cuba, según
informa el mismo diario, revela que a Cuba viajaron 22 etarras
procedentes de Panamá, Nicaragua y Cabo Verde, desmintiendo a las
afirmaciones de Castro a Stone de que solo fueron seis, desde Panamá.

"Todo lo relacionado con ETA depende directamente de Fidel (Castro). No
se hace nada si su visto bueno", subrayó Fonseca.

"De Panamá llegaron siete, no seis. Después, vinieron los ocho de
Nicaragua comandados por Apala y los cuatro de Cabo Verde, además de
Luciano Eizaguirre (recientemente fallecido) que estaba en Togo en una
situación delicada. ETA, a través de Batasuna, nos pidió que lo
admitiéramos por razones humanitarias", añade.

En el documental El Comandante, Fidel Castro declaró al realizador
estadounidense Oliver Stone que en la Isla se encontraban, por razones
humanitarias, apenas media docena de miembros de ETA y que estaban
apartados de la actividad terrorista.

Fonseca recalca: "Lo de Fidel a Oliver Stone en 2002 fue una mentira y
además, un craso error porque los servicios de información españoles ya
sabían entonces, por la confidencia de un alto militar sandinista, que
Apala había salido de Nicaragua en dirección a Cuba".

De acuerdo con El País, estas declaraciones divulgadas constituyen "la
primera voz con conocimiento de causa que rasga la espesa cortina de
silencio tejida a lo largo de estas pasadas décadas en torno a la
comunidad etarra más hermética y protegida de toda América".

Según Fonseca, el régimen cubano trata al colectivo vasco perteneciente
a la banda terrorista española como "secreto de Estado". Los etarras en
la Isla "Tienen asignado un dispositivo específico de protección y
control", dice.

En la actualidad, declara Fonseca, habría un total de 15 miembros de ETA
establecidos en Cuba, si bien pudieran haber pasado por la Isla unos
treinta si se incluyen los correos de la banda terrorista.

En la entrevista Fonseca, quien ha sido amenazado por la Policía
Nacional Revolucionaria (PNR) con la prisión si regresa a Cuba, afirma
que Fidel Castro mintió también sobre la presencia de Miguel Ángel
Apalategi, Apala, en la Isla.

El temido miembro de la banda terrorista "llegó en 1990, cuando los
sandinistas perdieron el poder de Nicaragua", cosa que, entre otras,
admite, rebasó "el marco de los acuerdos con España" en cuanto a las
relaciones entre el colectivo de ETA y el Gobierno de la Isla.

La aceptación de "Apala" "nos comprometía doblemente", subraya, por lo
que lo mantuvieron "mucho tiempo aislado para evitar que fuera
identificado".

A Miguel Ángel Apalategi se le ha acusado, junto a Francisco Mújica
Garmendia, "Pakito" de la desaparición de su compañero Eduardo Moreno
Bergareche, "Pertur", en 1976 en Francia, señala el rotativo español.

Al respecto, Fonseca admite que en Cuba "circulaba la versión de que
Pertur había sido castigado por traidor, ya que, según ellos pretendía
liquidar la lucha armada y colaborada con lo que llamaban la txakurrada
(policía)".

Fidel Castro, aceptó la secreta llegada del grupo de ocho etarras
procedentes de Nicaragua y comandados por Apala porque se lo pidieron
los sandinistas. "Apalategi fue jefe de los servicios nicaragüenses que
adiestraban a los guerrillas latinoamericanas y, de hecho, apareció en
un video grabado por agentes de la CIA infiltrados en los grupos
salvadoreños. Él mismo se vio en la televisión mientras estaba en
Nicaragua. Se sentía a gusto en la tarea de adiestramiento guerrillero,
pero cuando los sandinistas fueron desalojados del poder tuvo que huir",
señala en la entrevista.

Apalategi y los otros siete etarras de Nicaragua llegaron a Cuba,
presumiblemente, de la mano de su jefe en esas tareas: el general cubano
Renán Montero, alto responsable del Ministerio de Interior, que promovió
y dirigió los servicios de información y contraespionaje de grupos
guerrilleros de varios países, particularmente, en Nicaragua.

Sin embargo, Renán Montero (Andrés Barahona López era su verdadero
nombre) murió en agosto de 2009 dejando a ETA en Cuba sin uno de "sus
mayores valedores", apunta el rotativo.

Fonseca añade que el ascenso de Raúl Castro al poder tampoco les ha sido
provechoso.

"Aunque Fidel sigue mandando, la llegada de Raúl al poder ha ido
consolidando, sobre todo en el Ejército, una visión menos favorable a
ETA, hasta el punto de que después de Luciano Eizaguirre no se les ha
dado ya más refugio y solo se permite salir a los que obtienen
documentos oficiales de identidad españoles", dice.

"En su momento, Fidel vio en ETA a un grupo de gente que luchaba por la
autonomía vasca y llevado de su egolatría y lo retorcido de su
pensamiento les dio tratamiento de movimiento de liberación nacional
apostándose como negociador preponderante en un hipotético arreglo entre
ETA y España. Creo que los socialistas alimentaron involuntariamente esa
idea al proponerle que acogiera a los expulsados de Panamá, pero el
primer militante etarra que llegó a la isla lo hizo gracias a las
gestiones de Eva Forest y Alfonso Sastre", explica.

Según El País, Fidel Castro consintió que algunos etarras abandonaran la
Isla y se reintegraran en las actividades terroristas y permitió las
idas y venidas de prófugos de la justicia española que vulneraban su
acuerdo con España y Francia. Esto, sumado a la participación probada de
miembros de la organización terrorista vasca en servicios y acciones de
los grupos guerrilleros de Nicaragua, El Salvador y Colombia bajo la
tutela de la inteligencia cubana, llevaron al ejecutivo de José María
Aznar "a denunciar que el régimen de castrista utilizaba su política de
asilo como palanca de presión contra España".

Fonseca, por su parte, se muestra cauto al respecto y señala que "lo que
Fidel no ha hecho nunca es recibir personalmente a etarras o darles
entrenamiento militar".

Asentamiento y negocios

Según el ex funcionario cubano, actualmente varios de los miembros de
ETA han formado familia en la Isla y "se han asentado. Algunos trabajan
en empresas mixtas y otros viven de las remesas familiares. Resultan un
arco iris ideológico extraño. Encuentras a liberales, socialdemócratas,
conservadores… y raros comunistas".

Fonseca agrega que el régimen de la Isla los proveyó de viviendas y que
en su momento percibían entre 300 y 400 pesos, que les entregaba el
Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP), y que también
recibieron autorización para comprar en las tiendas destinadas a los
técnicos extranjeros en Cuba.

Sin embargo, con la llegada del Período Especial los etarras se quejaron
de que "con ese dinero no podían vivir decentemente, que es lo que les
ocurría a la inmensa mayoría de los cubanos, y el Gobierno les autorizó
a hacer algún negocio para su autosustento", indica Fonseca.

Fue entonces que comenzaron a montar empresas, sobre todo de exportación
e importación, recibían ayudas del Gobierno vasco y montaron también el
restaurante Zargarzazu.

Fonseca señala el caso de Iñaki Etxarte y su mujer, Amaia Egiguren,
quienes montaron Euskalherria para importar equipos de impresión
digitalizados de la marca Riso a través de Panamá. "Tuvimos un serio
problema porque no se les ocurrió nada mejor que vender esos equipos a
la Iglesia católica. Se les echó una gran bronca. Amaia Egiguren volvió
a Cuba reinsertada con papeles de la Embajada española pese a que el
acuerdo de 1984 decía que si salías de la isla no podías volver. Fue
expulsada", indica.

Preguntado sobre si algunas de esas empresas sirvió de tapadera de las
finanzas de ETA, Fonseca responde: "Gadusmar fue presentada en Cuba por
Gorka Martínez Bilbao como una empresa normal más del País Vasco. Puede
que Josu Ternera sepa algo de eso. En la isla solo vendieron dos
contenedores de bacalao traídos de Noruega por un monto aproximado de
40.000 euros, de los que, por cierto, el Gobierno cubano no tenía
conocimiento. Allí trabajaban Carlos Ibarguren y Agustín Azkarate. Hubo
una protesta española y se optó por cerrar la empresa".

"También se clausuró el restaurante Zargarzazu, en que, por cierto,
comieron algunos diplomáticos españoles", añade.

Sobre el deseo de Fidel Castro de servir de mediador entre los etarras y
el Gobierno español, Fonseca declara: "Creo que los socialistas
influyeron en eso, pero no fueron los únicos: un miembro de la
delegación del PNV que visitó la isla en febrero de 1998, no recuerdo si
fue Joseba Egibar, Iñaki Anasagasti o Josu Jon Imaz, le preguntó a Fidel
Castro, cuando ya se estaban despidiendo a la puerta del ascensor, si
Cuba mediaría en una hipotética negociación. Fidel les respondió que si
todas las partes, incluido el Gobierno español, estaban de acuerdo, Cuba
no dudaría en colaborar en una negociación".

El ex funcionario cubano fue el encargado de preparar la visita de
Arnaldo Otegi a la Isla, atendió a responsables de Internacional de
Batasuna y de la propia ETA, así como a enviados de Askapena (dedicada a
recabar apoyo internacional para ETA), entre otras actividades
relacionadas con la banda terrorista española.

Fonseca además fue testigo de la conexión entre ETA y el IRA-Sinn Fein,
organizaciones que se relacionaron a finales de los 80 en Cuba, gracias
a que en la Isla había una representante permanente de los irlandeses,
explica el diario español.

"Allí, se vieron con Siobhán O'Hanlon", la superviviente de la emboscada
al comando del IRA que los británicos abatieron en Gibraltar en marzo de
1988, agrega el ex funcionario cubano, y añade: "En Cuba se produjo un
intercambio muy fluido de planteamientos que ha repercutido notablemente
en la salida a la violencia que ha buscado ETA".

Respecto a su actual postura respecto al régimen castrista, Fonseca
aclara: "Hace tiempo que llegué a la conclusión de que nuestro sistema
político era inviable pero no soy de los que utilizan su disidencia como
arma arrojadiza contra Cuba. La salida no está en volver a la situación
anterior a la revolución, sino en la socialdemocracia. Se trata de
mantener los logros sociales y la igualdad en un régimen de libertad".

http://www.cubaencuentro.com/cuba/noticias/ex-funcionario-del-pcc-dice-que-fidel-castro-mintio-en-unas-declaraciones-sobre-los-etarras-residentes-en-cuba-276858

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